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El Patrón de la Juventud Católica, San Luis Gonzaga, nació el 9 de marzo de 1568 en Lombardía. La entrega a Dios en su infancia, fue completa y absoluta.
Ya en la adolescencia, decidió ingresar a la Compañía de Jesús, pese a la rotunda negativa de su padre, que soñaba para él una exitosa carrera militar. Durante los años siguientes, el Santo dio pruebas de ser un novicio modelo.
Estando en Milán y por revelación divina, San Luis comprendió que no le quedaba mucho tiempo de vida. Aquel anuncio le llenó de júbilo, y apartó aún más su corazón de las cosas de este mundo.
Por consideración a su precaria salud, fue trasladado de Milán a Roma, para completar los estudios teológicos, siendo los atributos de Dios sus temas de meditación favoritos.
En 1591 atacó con violencia a Roma una epidemia de fiebre. Los jesuitas abrieron un hospital, y el Santo desplegó una actividad extraordinaria.
Instruía, consolaba, exhortaba a los enfermos, y trabajaba con entusiasmo y empeño en las tareas más repugnantes del hospital.
San Luis falleció en la Octava del Corpus Christi, entre el 20 y 21 de junio de 1591, a los 23 años de edad. Fue canonizado en 1726.
Penonome, Panamá - Nació un hombre ilustre, honesto, sincero, buen padre, esposo fiel, justo que le dió glorias a su país y entidad donde trabajó, asesorando a productores y personas que lo buscaban, siempre les tendió sus manos. Dios te guarde en su estancia querido Papá.
Bogotá, Colombia (1996) - Dios te bendiga en tu cumpleaños y que cada día crezcas en sabiduría y amor hacia Él y a los demás. Que disfrutes de tu día, junto a toda tu familia, especialmente con tu mami. Un fuerte abrazo desde Houston. Tu prima.
Villavicencio, Colombia (2003) - Nuestros sueños, así como nuestras vidas son ahora una sola realidad. Sea Dios Quien nos capacite con su gracia y nuestro esfuerzo para corresponder al don inefable de su amor compartido en casa. Ambos somos de ambos...
Ordenación Sacerdotal. Orlando-Florida, Usa - Agradecimiento a Dios por su aceptación ante el Señor de que su vida la dispusiera para Él. Un apóstol que abre los caminos del Señor...
Buenos Aires, Argentina (2008) - Por un aniversario más, pidiendo a Dios bendiga a cada uno con abundante amor y agradeciendo por todo lo recibido de su mano.
Bogotá, Colombia (1985) - Señor Gracias por la vida de mi mami porque fue una mujer de fe y supo transmitirmela. Concedele que este gozando de tu morada eterna. Amén
Iquitos, Perú (1999) - Papá hoy celebramos tu feliz reencuentro con nuestro Padre Celestial, siempre vivirás en nuestro corazón gracias por tus bendiciones e intercesión, te amamos.
Cuando murió Yehoyadá, las autoridades de Judá fueron a rendir homenaje al rey, y éste siguió sus consejos; olvidando el templo del Señor, Dios de sus padres, dieron culto a las estelas y a los oídos. Este pecado desencadenó la cólera de Dios contra Judá y Jerusalén. Les envió profetas para convertirlos, pero no hicieron caso de sus amonestaciones. Entonces el espíritu de Dios se apoderó de Zacarías, hijo del sacerdote Yehoyadá, que se presentó ante el pueblo y le dijo: "Así dice Dios: ¿Por qué quebrantáis los preceptos del Señor? Vais a la ruina. Habéis abandonado al Señor, y él os abandona."
Pero conspiraron contra él y lo lapidaron en el atrio del templo por orden del rey. El rey Joás, sin tener en cuenta los beneficios recibidos de Yehoyadá, mató a su hijo, que murió diciendo: "¡Que el Señor juzgue y sentencie!"
Al cabo de un año, un ejército de Siria se dirigió contra Joás, penetró en Judá, hasta Jerusalén, mató a todos los jefes del pueblo y envió todo el botín al rey de Damasco.
El ejército de Siria era reducido, pero el Señor le entregó un ejército enorme, porque el pueblo había abandonado al Señor, Dios de sus padres. Así se vengaron de Joás.
Al retirarse los sirios, dejándolo gravemente herido, sus cortesanos conspiraron contra él para vengar al hijo del sacerdote Yehoyadá. Lo asesinaron en la cama y murió. Lo enterraron en la Ciudad de David, pero no le dieron sepultura en las tumbas de los reyes.
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: Nadie puede estar al servicio de dos amos. Porque despreciará a uno y querrá al otro; o, al contrario, se dedicará al primero y no hará caso al segundo. No podéis servir a Dios y al dinero. Por eso os digo: no estéis agobiados por la vida pensando qué vais a comer, ni por el cuerpo pensando con qué vais a vestir. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo que el vestido? Mirad a los pájaros: ni siembran, ni siegan, ni almacenan, y, sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellos? ¿Quién de vosotros, a fuerza de agobiarse, podrá añadir una hora al tiempo de su vida?
¿Por qué os agobiáis por el vestido? Fijaos cómo crecen los lirios del campo: ni trabajan ni hilan. Y yo os digo que ni Salomón, en todo su fasto, estaba vestido como uno de ellos. Pues si a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más por vosotros, gente de poca fe? No andéis agobiados pensando qué vais a comer, o qué vais a beber, o con qué os vais a vestir. Los paganos se afanan por esas cosas. Ya sabe vuestro Padre del cielo que tenéis necesidad de todo eso.
Sobre todo buscad el Reino de Dios y su justicia; lo demás se os dará por añadidura. Por tanto, no os agobiéis por el mañana, porque el mañana traerá su propio agobio. A cada día le bastan sus disgustos.
Los mandamientos están a nuestro favor para evitarnos dificultades. Si Dios no reina en nuestra vida, el rey que tengamos es menos poderoso que Dios y tendremos problemas (envidias, egoísmos, mentiras, etc) 7 min. 32 seg.
(1) Ocupados, pero no preocupados. (2) Mirada contemplativa a la historia de Dios en tu vida. (3) Planear desde lo que sabemos, sabiendo que mucho no sabemos. 12 min. 23 seg.
Si escoges y sirves al dios incorrecto vas a vivir en el agobio, ¡descubre y escoge al Dios verdadero! y en Él encontrarás que cada día tiene su afán pero cada día es victoria suya. 4 min. 31 seg.
La sana previsión siempre se concentra en soluciones, sabe que cuenta con Dios y prioriza. Cristo te dice Al poner primero el Reino de Dios te darás cuenta que el agobio desaparece. 6 min. 53 seg.
Ser previsivos como lo es el Señor es tener en cuenta lo que se necesita y cuando se necesita. No agobiarse es darle la oportunidad a las sorpresas de Dios, al Espíritu Santo y a aprender de las personas cercanas. 5 min. 59 seg.
1.1 Los hechos de la primera lectura, aunque un poco confusos y distantes, nos prestan un servicio notable: nos dejan ver el rostro de la pertinacia, es decir, la obstinación y rebeldía del hombre que no quiere escuchar la voz de Dios. Ver este rostro, aun desagradable y repugnante como pueda ser, es bueno porque nos ayuda a identificar y evitar las raíces de esos mismos males.
1.2 Zacarías habla de parte de Dios y por ello es odiado, porque su voz se ha vuelto indistinguible de la voz del Señor. Es la grandeza inmensa y el inmenso riesgo del profeta: su palabra, una vez atada a Dios, lo ata a él mismo a la acogida o el rechazo que se dé a Dios mismo. En el caso de Zacarías, esto implicó dar su propia vida.
2. Primero que Dios reine
2.1 He aprendido que una buena manera de entender mejor la expresión y mandato que Cristo nos ha dado en el evangelio de hoy es: "busca primero que Dios reine y que su voluntad se cumpla; lo demás vendrá en su momento".
2.2 A veces se ha dicho que Dios nos quiere quitar toda angustia y todo afán. Este modo de ver las cosas puede llevar a una idea falsa de paz, como si ser cristiano significara cultiva una especie de ataraxia, de imperturbabilidad que hace que a uno no le importen las cosas, aunque se trate de las más urgentes. Pero tal no fue la idea de Jesús.
2.3 El problema al que él apunta, sin duda, es que nuestras afanes por las cosas de cada día nos pueden privar del horizonte para sentir el "afán" profundo por el Reino. Afanados por lo pequeño quedamos distraídos y cansados para preocuparnos y sobre todo para ocuparnos de hacer realidad en nosotros y en torno a nosotros que Dios reine.