Pertenecía a la nobleza de Italia. Después de la muerte de sus padres, Magdalena decidió retirarse al Convento de Santa Margarita de Como, donde se recibía a las hijas de los nobles.
Estando en la puerta del Convento, Magdalena escuchó una voz que le repitió tres veces: "Magdalena, dirígete a Brunate; ahí es donde debes retirarte."
Entonces, la Beata se dirigió sin vacilar al Claustro en las montañas de Brunate. El Convento estaba casi vacío. Pero, el número de religiosas aumentó considerablemente después del ingreso de Magdalena.
Ella fue elegida Superiora, y afilió el Convento a la Orden de las Ermitañas de San Agustín. Magdalena fundó otro Convento en la ciudad de Como; mas, ella permaneció en Brunate.
La Beata curaba a los enfermos y tenía cualidades de visionaria. Su confianza en Dios era tan grande, que el Señor obró muchos milagros por su intercesión.
Magdalena exhortaba a sus religiosas a la comunión frecuente. Según parece, murió el 15 de mayo de 1465, a edad muy avanzada, después de una larga y dolorosa enfermedad.