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Homilías de Fr. Nelson Medina, O.P.Derechos Reservados © 1997-2024
Viernes, Diciembre 16 de 2016[Lectio Divina] [Laudes] [Vísperas] [Completas] Sobre las fechas y horas de publicación de estas oraciones mira aquí Ten presente en tus intenciones de este día:
Adviento,
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Lectura: |
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1a. |
A mi casa la llamarán casa de oración todos los pueblos (Is 56,1-3a.6-8) |
Salmo |
Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben. (Salmo 66) |
Evangelio |
Juan es la lámpara que arde y brilla (Jn 5,33-36) |
Núm. |
Datos |
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2005/12/16 |
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2011/12/16 |
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3 |
2016/12/16 |
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4 |
2022/12/16 |
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Versión |
Homilía para leer: |
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1. Esperanza para los excluidos1.1 La sociedad descrita en la mayor parte de la Biblia no corresponde a lo que el mundo debería ser sino a lo que simplemente es, con toda su dureza, sus injusticias y sus exclusiones. A primera vista esto puede desanimar porque uno puede pensar que un libro tan espiritual nos debería contar historias más agradables. Pero lo agradable no está en que los relatos sean hermosos sino en que sean capaces de traer esa hermosura a nosotros. El punto de partida de la Biblia es el mismo punto de partida que cualquiera de nosotros podría encontrar: la rudeza, el desengaño, el cansancio, la exclusión. La Biblia tiene nuestro mismo punto de partida para que nosotros, con su guía, alcancemos su mismo punto de llegada. 1.2 Estas reflexiones vienen a buen tiempo dada la lectura de hoy. Siempre ha sido fácil maltratar al inmigrante, al extranjero, porque no tiene quien salga en su defensa. Pero a ellos, a los extranjeros, habla Isaías para mostrar que la vida tiene muchas dimensiones, como diríamos nosotros en nuestro lenguaje, y que por tanto la fidelidad y el amor a Dios tienen sentido, porque nos abren a esas dimensiones que ni siquiera sabemos que están en nosotros. 1.3 Dios, nuestro Dios, es el "Dador de Vida," como profesamos del Espíritu Santo en el credo, y el que da la vida le da también su sentido. La vida que Dios da no es un recipiente vacío, un eco frío de nuestros puros deseos o pensamientos: la vida que él trae en este adviento, y siempre, es una participación de su propia riqueza interior. Todo lo que no cabe en nuestra mente, todo lo que nos haría llorar de puro gozo, toda la belleza que ningún artista sabe, todo eso anuncia y trae Dios al corazón que de veras se fía de él. 2. Creer por la fuerza de los testimonios2.1 El Adviento tiene una meta: renovarnos en el don de la esperanza. Pero la esperanza sólo crece en el suelo abonado por otro don, el de la fe. Precisamente porque nos fiamos de las promesas del Señor llegamos esperar con confianza, vigor y gozo que llegue el día de su perfecto cumplimiento. 2.2 ¿Cómo crece uno en la fe? A través de testimonios. La fe crece dándola, y por supuesto: recibiéndola. Al contrario del dinero, que parece que se esfuma cuando va pasando de mano en mano, la fe crece cuanto más se comunica. 2.3 El evangelio de hoy nos habla de las dos formas básicas de testimonio: uno es el exterior, como la vida de Juan el Bautista, o como sus palabras. Recibimos esta clase de testimonio cada vez que conocemos a alguien que nos deja sentir la presencia del Señor o que de tal manera vive con él y habla de él, que nos convence, nos mueve. 2.4 El otro tipo de testimonio es interior, y corresponde a lo que Cristo va haciendo en nosotros. Uno no puede contar quién es Cristo si no se ha encontrado con él, si no ha sentido admiración por su persona, si no se ha fascinado con sus palabras, y sobre todo: si no se ha sentido avasallado por el poder de su amor. |
-Fr. Nelson Medina, OP
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