Ya en su tiempo la gente lo consideraba "El Magno", el grande, por la sabiduría admirable que había logrado conseguir. Lo llamaban también "El Doctor Universal", porque sabía de todo, de ciencias religiosas, ciencias naturales, filosofía, etc.
Era geógrafo, astrónomo, físico, químico y teólogo. Las personas comentaban que el Santo "sabe todo lo que se puede saber" y le otorgaban además el título de "milagro de la época", "maravilla de conocimientos" y otros más.
San Alberto fue el maestro del más grande sabio que ha tenido la Iglesia Católica, Santo Tomás de Aquino. Él descubrió la genialidad del joven Tomás.
Nació en Alemania en 1206. De familia rica, importante en el gobierno y en la alta sociedad, ingresó de religioso con los Padres Dominicos.
En Colonia, París y en varias otras universidades, fue un profesor brillantísimo. De muchas naciones iban estudiantes a escuchar sus clases.
Tuvo el mérito de haber separado la teología de la filosofía, de rescatar y reconciliar las ideas del filósofo con las cristianas. Esto lo perfeccionaría luego su discípulo Santo Tomás.
Escribió 38 volúmenes sobre todos los temas. Fue llamado a ser Superior Provincial de su Comunidad de Dominicos. El Sumo Pontífice lo nombró Arzobispo de Ratisbona, cargo al que renunció a los dos años, para dedicarse a su misión intelectual.
Murió el 15 de noviembre de 1280, a la edad de 74 años.