La reproduccion de estos textos y archivos de audio, para uso privado o publico, esta permitida, aunque solamente sin fines de lucro y citando la fuente: http://fraynelson.com/homilias.html.
Sobre las fechas y horas de publicación de estas oraciones mira aquí
Ten presente en tus intenciones de este día:
Haz click en los nombres para ver más información:
En el año 1916, cuando la guerra se había extendido sobre Europa y Portugal, en una de las colinas que rodean Fátima, tres pequeños campesinos portugueses, Lucía de nueve años, Francisco de ocho y Jacinta de seis, se encontraron con una resplandeciente figura, que les dijo: "Soy el Ángel de la Paz".
Durante aquel año, vieron dos veces la misma aparición. Los exhortó a ofrecer constantes "plegarias y sacrificios", aceptando con sumisión los sufrimientos que el Señor les envíe, como un acto de reparación por los pecados con los que Él es ofendido.
El 13 de mayo de 1917 se les apareció una "Señora toda de blanco, más brillante que el sol", a quien Lucía preguntó de dónde venía. Ella respondió: "Vengo del Cielo". Y les pidió que regresaran al mismo lugar durante seis meses seguidos, los días trece.
El hambre, la sed, las burlas de los que no creían en las apariciones, incluyendo a la familia de Lucía, los ofrecían como la Señora lo había pedido, por la conversión de los pecadores.
El 13 de junio de ese año, mientras se celebraba a San Antonio, Patrono de Fátima, Nuestra Señora se apareció nuevamente a los tres niños. Alrededor de 50 personas se encontraban con ellos en Cova.
La Señora dijo que Jacinta y Francisco irían pronto al Cielo; que Lucía permanecería para ayudar a establecer el culto al "Sagrado Corazón de María".
El 13 de julio de 1917 se trató de impedir que Lucía asistiera a este encuentro, que fue uno de los más extensos, y en el cual los niños tuvieron una visión del infierno que les despertó un anhelo de oración y penitencia incontenibles.
Además, les fue prometido que en octubre se realizaría un milagro para demostrar la verdad de las apariciones.
En agosto de ese mismo año, el anticlerical administrador de Ourem, con engaños, alejó a los tres pastores de Fátima, y logró impedir que asistieran a la cita del día trece.
El 13 de octubre de 1917, alrededor de 70 000 personas habían llegado al lugar para presenciar el milagro de Fátima. Ese día, el sol se podía mirar sin cerrar los ojos, y como un prisma gigantesco, cubría el cielo con franjas de colores.
Luego, giró tres veces y se precipitó en "zig zag" hacia la multitud. La gente quedó conmovida y convencida de la veracidad de las apariciones.
Antes de que pasaran tres años, Jacinta y Francisco habían muerto ya. Lucía fue religiosa con las hermanas de Santa Dorotea, desde 1925.
Austin, Texas USA - Llegaste a este mundo con auxilio de la Virgen de Fátima. Que esta advocación de Maria Santísima sea tu guía durante toda tu vida. Te quiero mucho. Tu abuelita Grace
Ciudad de México, México (1969) - Dios te ha mandado enormes pruebas y te has encontrado entre la vida y la muerte, entre el bien y el mal y de esto siempre has salido victorioso. No es esa una enorme señal de que Dios quiere algo especial con tu vida?
Dios te guarde siempre hermano. Ana
Hermosillo - Sonora, México (2009) - Te pido Padre Eterno, Padre de toda bondad, por el alma de mi amado sobrino, fallecido ya hace un año, a sus 21 años de edad. Tenlo Señor siempre cerca de ti. Precisamente el día de la Santisima Virgen y en sus brazos te lo entregamos Señor. Gracias por haberlo llevado a tu lado. Sabemos que contigo esta perfectamente bien. Gracias amado mio. Irma
En aquellos días, los que conducían a Pablo lo llevaron hasta Atenas, y se volvieron con encargo de que Silas y Timoteo se reuniesen con Pablo cuanto antes.
Pablo, de pie en medio del Areópago, dijo: "Atenienses, veo que sois casi nimios en lo que toca a religión. Porque, paseándome por ahí y fijándome en vuestros monumentos sagrados, me encontré un altar con esta inscripción: "Al Dios desconocido." Pues eso que veneráis sin conocerlo, os lo anuncio yo. El Dios que hizo el mundo y lo que contiene, él es Señor de cielo y tierra y no habita en templos construidos por hombres, ni lo sirven manos humanas; como si necesitara de alguien, él que a todos da la vida y el aliento, y todo. De un solo hombre sacó todo el género humano para que habitara la tierra entera, determinando las épocas de su historia y las fronteras de sus territorios. Quería que lo buscasen a él, a ver si, al menos a tientas, lo encontraban; aunque no está lejos de ninguno de nosotros, pues en él vivimos, nos movemos y existimos; así lo dicen incluso algunos de vuestros poetas: "Somos estirpe suya." Por tanto, si somos estirpe de Dios, no podemos pensar que la divinidad se parezca a imágenes de oro o de plata o de piedra, esculpidas por la destreza y la fantasía de un hombre. Dios pasa por alto aquellos tiempos de ignorancia, pero ahora manda a todos los hombres en todas partes que se conviertan. Porque tiene señalado un día en que juzgará el universo con justicia, por medio del hombre designado por él; y ha dado a todos la prueba de esto, resucitándolo de entre los muertos."
Al oír "resurrección de muertos", unos lo tomaban a broma, otros dijeron: "De esto te oiremos hablar en otra ocasión." Pablo se marchó del grupo. Algunos se le juntaron y creyeron, entre ellos Dionisio el areopagita, una mujer llamada Dámaris y algunos más. Después de esto, dejó Atenas y se fue a Corinto.
R/. Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Alabad al Señor en el cielo, / alabad al Señor en lo alto. / Alabadlo, todos sus ángeles; / alabadlo, todos sus ejércitos. R.
Reyes y pueblos del orbe, / príncipes y jefes del mundo, / los jóvenes y también las doncellas, / los viejos junto con los niños. R.
Alaben el nombre del Señor, / el único nombre sublime. / Su majestad sobre el cielo y la tierra. R.
Él acrece el vigor de su pueblo. / Alabanza de todos sus fieles, / de Israel, su pueblo escogido. R.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria. (Salmo 148)
Evangelio
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. Pues lo que hable no será suyo: hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir. Él me glorificará, porque recibirá de mí lo que os irá comunicando. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso os he dicho que toma de lo mío y os lo anunciará."
El Espíritu de la verdad os guiará hasta la verdad plena (Juan 16,12-15)
Los atenienses se habían acostumbrado a oír novedades: buscaban más el entretenimiento que la verdad. Por eso no tuvieron oídos al mensaje de Pablo, que pudo cosechar poco fruto entre ellos. 4 min. 26 seg.
También hoy necesitamos del celo del apóstol Pablo porque también en nuestro mundo, como en la Atenas de Pablo, se multiplican los ídolos falsos. 4 min. 35 seg.
Aunque fracasara, Pablo nos dejó señal de los dos grandes puentes que unen los anhelos religiosos de todos en todas partes: trascendencia y cercanía. 5 min. 19 seg.
El sentido pleno de la Escritura no se alcanza por la sola vía del estudio sino que se completa solamente cuando esa palabra se realiza en la historia humana. 7 min. 13 seg.
A través de las dificultades y oportunidades que nos da la vida, el Espíritu Santo es quien nos hace descubrir lo que significa que Jesucristo me ha salvado. 5 min. 38 seg.
Nuestros corazones aún son muy pequeños para cargar con toda la gloria y hermosura de Dios por lo que debemos crecer más en la virtud y poder hacer vida en nosotros la religión. 5 min. 28 seg.
En la medida que se cumple el Evangelio en nuestra vida percibimos de un modo nuevo y maravilloso cuánta Verdad hay en la Palabra de Dios. 6 min. 51 seg.
No es obra del Espíritu Santo sino del espíritu del mal las nuevas formas de evangelizar o las nuevas interpretaciones que nieguen el Evangelio del Señor. 6 min. 37 seg.
Lo que aprendió el apóstol San Pablo de su fracaso en la ciudad de Atenas es un verdadero ejemplo de cómo reacciona un auténtico evangelizador cuando las cosas no salen como se había deseado. 26 min. 14 seg.
Dejemos de oponer doctrina y misericordia; más bien descubramos que quien sabe enseñar bien, quien comparte la verdad de Dios hace una obra de misericordia que no morirá nunca. 5 min. 33 seg.
Tal vez tú mismo no sabes lo que estas buscando, dónde está tu descanso pero en ese infinito que buscas está Dios llamándote y el Evangelio quiere conectar con esa búsqueda que tienes en el corazón. 4 min. 54 seg.
Vivamos unidos al Señor recordando su Palabra e invocando su Espíritu Santo quien nos ayuda a avanzar hacia la verdad completa para alcanzar la santidad. 7 min. 49 seg.
Haz una donación
para que esta obra continúe, y llegue a más personas! ¡La gloria sea para Dios!
1.1 Pablo se duele ante el espectáculo deprimente de la multitud de ídolos de las calles de Atenas. Es una imagen triste, porque retrata esa otra tristeza, la del corazón que finalmente no encuentra sosiego a su ansiedad ni agua de vida para su sed. Pues, ¿qué dicen tantos dioses sino que ninguno es dios? ¿Qué pregonan tantos intentos sino que todo es mentira? ¿Qué anuncia esa repetición de cultos y multiplicación de religiones sino la miseria y hambre sin nombre del corazón humano?
1.2 Por eso el dolor de decepción ha de ceder espacio y dejar lugar más bien al dolor de la misericordia. Es frustrante ver al ser humano, imagen del Dios vivo, arrastrándose delante de los dioses muertos. Pero es conmovedor comprender que a esos extremos llega no por su gusto sino por la doble tiniebla en que ha nacido, según la expresión de Santo Tomás de Aquino, es decir: por pecador y por ignorante.
1.3 Pablo se compadeció de aquellos atenienses y nosotros hemos de compadecernos sin orgullo ni vanidad de esa gran Atenas que es el mundo hoy. Internet, un centro comercial, un rato ante la televisión o una hora de radio nos convencen de una cosa: nada es tan actual como esa primera lectura que hemos escuchado hoy. El mundo sigue plagado de ídolos y vacío de amor; repleto de mentiras y sediento de la verdad que anhela y teme a la vez. Si Pablo se compadeció y empezó a predicar, ¿qué nos corresponde, hermanos, cuál es nuestro deber?
2. El Espíritu que enseña y que ilumina
2.1 Día a día, texto a texto, Jesús nos va enseñando en su Evangelio quién es y qué puede en nosotros el Divino Espíritu.
2.2 Hoy nos habla de cómo el Espíritu nos conduce hacia la verdad completa, nos anuncia las cosas venideras y glorifica a Jesucristo. ¡Dios Santo, cuántas maravillas!
2.3 Aprendamos algo de cada una de estas frases destacadas. Si el Espíritu nos conduce hacia la verdad completa quiere decir que hay un desarrollo o crecimiento en la verdad gracias a la acción del Espíritu en medio de la comunidad cristiana. Esta idea no es bien recibida por todos los cristianos. Hay quienes quisieran que todas las verdades estuvieran en algún versículo de la Biblia, porque predican la Sola Scriptura, de modo que no quieren admitir como cierta una cosa si no está en algún versículo bíblico, con lo cual, según vemos, contradicen a la misma Biblia. Esto no quiere decir que cualquier cosa pueda ser admitida como parte de nuestra fe, sino que indica que Dios, que obra en la Iglesia, no nos revelará la verdad completa sino en la Iglesia.
2.4 Si el Espíritu nos anuncia las cosas venideras, debemos entender que nuestra esperanza no se sostiene solamente en las palabras que hemos escuchado ni solamente en el testimonio del pasado. La Iglesia es un organismo vivo y necesita alimento vivo para avanzar hacia su meta, que es el encuentro definitivo con Cristo Esposo. Esta idea no es bien recibida por todos los católicos. Hay algunos que piensan que cualquier palabra inspirada que parezca provenir del Cielo es alucinación, manipulación, histeria o sugestión. Y se olvidan del importante lugar que Pablo otorga al ministerio de los profetas en el Nuevo Testamento.
2.5 Si el Espíritu glorifica a Jesucristo, es porque la Iglesia necesita crecer en adoración. Esta idea no es bien recibida por todos los creyentes. Hay quienes ven o quieren ver en la Iglesia sólo una institución humana que debe cambiar el rostro de la distribución de la riqueza o del potencial laboral. Hay quienes ven o quieren ver en la Iglesia sólo un modo de mantener el nivel moral en la familia o en la sociedad. Hoy aprendemos que la Iglesia tiene entre sus deberes, y no es el menor, glorificar a Jesucristo, alabar su misericordia, ponderar sus maravillas, cantar sus grandezas, elogiar su hermosura, gozarse en su Palabra, anhelar, en fin, la felicidad infinita de contemplar su Rostro por la eternidad.