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A pesar de que San Bernabé no fue uno de los doce elegidos por Jesucristo, es considerado Apóstol por los primeros Padres de la Iglesia, aún por San Lucas, a causa de la misión especial que le confió el Espíritu Santo y de su activa tarea apostólica.
Bernabé era un judío de la tribu de Leví. Había nacido en Chipre. Su nombre original era el de José. Pero, los Apóstoles lo cambiaron al de Bernabé, que significa hombre esforzado.
Se le menciona en las Sagradas Escrituras. En el cuarto capítulo de los Hechos de los Apóstoles, aparece la venta de sus propiedades.
El Santo fue elegido para llevar el Evangelio a Antioquía, instruir y guiar a los neófitos. En esta misión obtuvo la cooperación de San Pablo.
Los dos predicadores lograron mucho éxito. Antioquía se convirtió en el gran centro de evangelización y fue ahí donde por primera vez, se dio el nombre de cristianos a los fieles seguidores de Cristo.
Tiempo más tarde, se les encomendó una nueva misión y partieron a cumplirla, acompañados por Juan Marcos.
Primero, se trasladaron a Seleucia y después a Salamina, en Chipre. Luego, llegaron a Pafos, donde convirtieron al procónsul romano Sergio Paulo, y navegaron hasta Perga en Pamfilia, donde Juan Marcos los abandonó.
En Iconium, en Licaonia, estuvieron a punto de morir apedreados. En Listra, San Pablo curó milagrosamente a un paralítico, y los habitantes paganos los confundieron con dioses.
De regreso a Antioquía, pasaron por todas las ciudades que habían visitado, para confirmar y ordenar presbíteros.
Surgieron ciertas diferencias entre San Pablo y San Bernabé, por lo que decidieron separarse. San Bernabé partió entonces hacia Chipre, acompañado de Juan Marcos, para visitar las iglesias que ahí se habían fundado.
Alrededor del año 60 ó 61, San Bernabé ya había muerto. Se dice que fue apedreado hasta morir en Salamina.
Otra tradición nos lo presenta como predicador en Alejandría y en Roma, y además, como primer Obispo de Milán.
Bogotá, Colombia - Hola Berónica, que Dios te bendiga mucho y te colme de salud, paz y bienestar y que estés acompañada de toda tu familia y amigos y que tu sueño de abogada, que es el mío también, con el debido respeto, se te cumpla. Cuídate mucho y que Dios te guarde. Atentamente, Tu admirador secreto, Ventaniño Luis
Guadalajara, Jalisco, México (1984) - Que Dios la bendiga y la cubra con su Espíritu para que su caminar sea de acuerdo a los planes divinos y su corazón siempre este atento a los avisos del Señor.
Bogotá, Colombia - Toda persona de buena voluntad debería sembrar, cuidar, adoptar a un árbol por cada año de su vida terrena. Así sería cocreador de un bosque. Y si para ello involucra a parientes y familiares, amigos y referidos, que cuentas podremos hacer?
Bogotá, Colombia (1983) - Que el Señor siga bendiciendo nuestro hogar y nos siga guiando. Señor, te damos gracias por mantenernos unidos durante estos años y te pedimos a Tí y a María nos sigan guiando y permanezcan en nuestro hogar por siempre.
Medellín, Colombia (1998) - Maestra de maestros. Vives en tus discípulos. Ana Maríatu llamado que el Señor te siga bendiciendo y te siga llenando de su bondad. Te amamos. Att tu familia.
Asunción, Paraguay (1997) - Nino: Hace 15 años que lloramos tu partida sin retorna, pero tenemos el consuelo de saber que estás en la Patria Celestial. El recuerdo de tu sonrisa, tu cariño y tu simpatía estará grabado en lo profundo de nuestros corazones. Paz en tu tumba!! Hasta que Dios nos reuna de nuevo!! Nancy
Toda la tierra hablaba la misma lengua con las mismas palabras.
Al emigrar (el hombre) de oriente, encontraron una llanura en el país de Senaar y se establecieron allí.
Y se dijeron unos a otros: "Vamos a preparar ladrillos y a cocerlos."
Emplearon ladrillos en vez de piedras, y alquitrán en vez de cemento.
Y dijeron: "Vamos a construir una ciudad y una torre que alcance al cielo, para hacernos famosos, y para no dispersarnos por la superficie de la tierra."
El Señor bajó a ver la ciudad y la torre que estaban construyendo los hombres; y se dijo: "Son un solo pueblo con una sola lengua. Si esto no es más que el comienzo de su actividad, nada de lo que decidan hacer les resultará imposible. Voy a bajar y a confundir su lengua, de modo que uno no entienda la lengua del prójimo."
El Señor los dispersó por la superficie de la tierra y cesaron de construir la ciudad.
Por eso se llama Babel, porque allí confundió el Señor la lengua de toda la tierra, y desde allí los dispersó por la superficie de la tierra.
Se llama Babel, porque allí confundió el Señor la lengua de toda la tierra (Génesis 11, 1-9)
Salmo
Bendice, alma mía, al Señor: ¡Dios mío, qué grande eres! Te vistes de belleza y majestad, la luz te envuelve como un manto. R.
Cuántas son tus obras, Señor, y todas las hiciste con sabiduría; la tierra está llena de tus criaturas. R.
Todos ellos aguardan a que les eches comida a su tiempo; se la echas, y la atrapan; abres tu mano, y se sacian de bienes - R.
Les retiras el aliento, y expiran y vuelven a ser polvo; envías tu aliento, y los creas, y repueblas la faz de la tierra. R.
Envía tu Espíritu, Señor, y repuebla la faz de la tierra (Salmo 103)
2a.
Hermanos: Sabemos que hasta hoy la creación entera está gimiendo toda ella con dolores de parto. Y no sólo eso; también nosotros, que poseemos las primicias del Espíritu, gemimos en nuestro interior, aguardando la hora de ser hijos de Dios, la redención de nuestro cuerpo. Porque en esperanza fuimos salvados. Y una esperanza que se ve ya no es esperanza. ¿Cómo seguirá esperando uno aquello que ve? Cuando esperamos lo que no vemos, aguardamos con perseverancia. Pero además el Espíritu viene en ayuda de nuestra debilidad, porque nosotros no sabemos pedir lo que nos conviene, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos inefables. Y el que escudriña los corazones sabe cuál es el deseo del Espíritu, y que su intercesión por los santos es según Dios.
Homilía para la Vigilia de Pentecostés, sobre la base de estas lecturas: Génesis 11 (la torre de Babel); Éxodo 19 (la promulgación de la Ley); Ezequiel 37 (Dios da vida a huesos secos); Joel 3 (la promesa de la efusión del Espíritu). 70 min. 12 seg.
La Biblia entera puede resumirse como la historia de una unidad perdida y al final recuperada, gracias a la Pascua y la efusión de Pentecostés. 36 min. 40 seg.
La gracia del Espíritu Santo que Jesucristo trae a nuestra vida nos hace pasar de la condición de sedientos a la de saciados, y aún más: hace de nosotros manantiales de agua viva. 34 min. 15 seg.
La Vigilia de Pentecostés no es una fiesta divertida ni un concierto, es la mejor ocasión para una buena predicación sobre el Espíritu Santo, para orar pidiendo sus dones; ideal que en la vigilia el culmen sea la Eucaristía. 6 min. 57 seg.
1.1 La belleza incomparable del triunfo de Cristo en su Ascensión puede nublar la mirada frente a un hecho clave: Cristo, antes de partir, dejó una orden a sus discípulos: que oraran juntos esperando "la Promesa del Padre." Es importante recordar que cuando nos reunimos en vigilia de Pentecostés estamos cumpliendo de modo muy concreto ese mandato de nuestro Señor.
1.2 El nombre mismo que recibe aquí el Espíritu es un discurso muy bello, una poesía en sí mismo. Este Espíritu es "la Promesa." Juan Bautista preguntó en alguna ocasión a Cristo si él era el Mesías "o había que esperar a otro" (véase Mateo 11,3). De esa pregunta podemos saber que uno de los nombres del Mesías era: el Esperado. Ahora Cristo nos habla de otro Esperado, el Espíritu.
2. Razones para la Esperanza
2.1 El Papa Benedicto estimó saludable escribir a todos sobre el misterio y la riqueza de la virtud de la esperanza, basándose en aquel texto de san Pablo que reza: "estamos salvados en esperanza" (Romanos 8,24). La espera del Espíritu es al espera de un regalo; es la certeza de un abrazo que ya llega; es la alegría que se adelanta a sí misma y nos saluda como desde lejos.
2.2 Una historia judía medieval habla de un hombre que pasaba por un pésimo momento en su vida, un tiempo en que todo parecía salir muy mal. A punto de claudicar en su fe recibió un consejo piadoso de un amigo que le invitó a que resistiera la prueba, y añadió: "¡Dios viene pronto a ayudarte!" Y el otro replicó: "Yo sé que Dios me va a ayudar, ¡pero necesito que me ayude mientras llega su ayuda!" Esa "ayuda mientras llega la ayuda" es la esperanza.
3. Reunidos en oración
3.1 En Getsemaní, Cristo nos mandó velar y orar (Mateo 26,41). De nuevo en su Ascensión nos ordena estar reunidos en la Ciudad Santa, en Jerusalén, para ser bautizados con el Espíritu (Hechos 1,4-8).
3.2 La Ciudad Santa es hoy la Iglesia, pues san Pablo nos dice que nosotros pertenecemos no a la Jerusalén de abajo sino a la de arriba (véase Gálatas 4,26). Quedarse en esta "Jerusalén" es un modo muy específico de cumplir aquello que decimos en el Credo: "Creo... en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica..." Hay tiempos en la vida en que uno se siente tentado de buscar al Espíritu fuera de la Iglesia, por ejemplo, en aquellos grupos o sectas que parece que hacen más milagros o predican con más vigor. Obrando así, sin embargo, uno está desobedeciendo a Cristo.
3.3 Orar "en Jerusalén" junto con los hermanos es un modo de reconocer que todos tenemos básicamente las mismas necesidades. Nuestra religión no es intimista. No es una huida, ni hacia arriba, con un falso espiritualismo; ni hacia abajo, como si el Evangelio fuera sólo promoción humana y social; ni hacia adentro, como si el Espíritu fuera solo un dato de conciencia o una sensación interna. Oramos, nos reunimos para orar, porque creemos que el mismo que renueva a cada uno nos dispone a todos para renovarlo todo.
Cuando llegamos a Roma, le permitieron a Pablo vivir por su cuenta en una casa, con un soldado que lo vigilase. Tres días después, convocó a los judíos principales; cuando se reunieron, les dijo: "Hermanos, estoy aquí preso sin haber hecho nada contra el pueblo ni las tradiciones de nuestros padres; en Jerusalén me entregaron a los romanos. Me interrogaron y querían ponerme en libertad, porque no encontraban nada que mereciera la muerte; pero, como los judíos se oponían, tuve que apelar al César; aunque no es que tenga intención de acusar a mi pueblo. Por este motivo he querido veros y hablar con vosotros; pues por la esperanza de Israel llevo encima estas cadenas."
Vivió allí dos años enteros a su propia costa, recibiendo a todos los que acudían, predicándoles el reino de Dios y enseñando lo que se refiere al Señor Jesucristo con toda libertad, sin estorbos.
El Señor está en su templo santo, / el Señor tiene su trono en el cielo; / sus ojos están observando, / sus pupilas examinan a los hombres. R.
El Señor examina a inocentes y culpables, / y al que ama la violencia él lo odia. / Porque el Señor es justo y ama la justicia: / los buenos verán su rostro. R.
En aquel tiempo, Pedro, volviéndose, vio que los seguía el discípulo a quien Jesús tanto amaba, el mismo que en la cena se había apoyado en su pecho y le había preguntado: "Señor, ¿quién es el que te va a entregar?" Al verlo, Pedro dice a Jesús: "Señor, y éste ¿qué?" Jesús le contesta: "Si quiero que se quede hasta que yo venga, ¿a ti qué? Tú sígueme." Entonces se empezó a correr entre los hermanos el rumor de que ese discípulo no moriría. Pero no le dijo Jesús que no moriría, sino: "Si quiero que se quede hasta que yo venga, ¿a ti qué?"
Éste es el discípulo que da testimonio de todo esto y lo ha escrito; y nosotros sabemos que su testimonio es verdadero. Muchas otras cosas hizo Jesús. Si se escribieran una por una, pienso que los libros no cabrían ni en todo el mundo.
Éste es el discípulo que ha escrito todo esto, y su testimonio es verdadero (Juan 21,20-25)
Al término del tiempo pascual nos quedan dos mensajes: (1) el Espíritu, como motor y timón de la vida y misión de la Iglesia; (2) Cristo, vida nuestra y garantía de nuestra victoria. 4 min. 23 seg.
Tres enseñanzas recogemos de la experiencia de San Pablo como evangelizador de todo un mundo: (1) Aprovecha tus contactos; (2) Mantén tu mente flexible para la novedad del Espíritu; (3) Para superar las diferencias con otros compañeros, céntrate en lo esencial. 13 min. 32 seg.
El discípulo se encuentra y entra en comunión con Cristo, reconoce su limitación y luego da testimonio para que otros reconozcan a Dios como Padre y a Jesús como su enviado. 4 min. 56 seg.
En las palabras de Cristo hay sinceridad, crudeza y confrontación; y estas palabras también nos confrontan para revisarnos y no tratemos de de manejar la vida de otras personas. 5 min. 55 seg.
Los Hechos de los Apóstoles narra qué sucedió tras la muerte de Jesús; la esencia, estrategia de misión y constitución de la Iglesia y las dificultades de los cristianos. 5 min. 37 seg.
Dos modos de interés por las personas: En la medida que puedo prestar un servicio y hacer un bien y cuando me aparto para dejar que solo Dios obre. 5 min. 56 seg.
El poderoso mensaje que tienen para nosotros los dos libros de la Biblia que nos han acompañado durante el tiempo pascual, es decir, los Hechos de los Apóstoles y el Evangelio según San Juan. 19 min. 12 seg.
El sentido, el significado, el poder iluminador de lo que Cristo hizo y lo que sigue haciendo en nosotros es inagotable, imposible de medir. 6 min. 0 seg.
El mandato de Jesús de llevar el Evangelio hasta los confines del mundo no se ha terminado de cumplir, seguirá pendiente hasta el fin de los tiempos y no va a suceder sin ti y sin mi. 7 min. 38 seg.
1.1 Al principio del libro de los Hechos de los Apóstoles, que ha acompañado todo nuestro tiempo de Pascua, Jesús hizo una promesa: recibiréis poder cuando el Espíritu Santo venga sobre vosotros; y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra (Hch 1,8). Realmente esa palabra del Señor es la gran clave de lectura de este libro singular por sus variaciones de estilo y por sus oscilaciones en cuanto al protagonista. Porque, si bien Pablo y sus misiones ocupan un lugar muy amplio en el conjunto de los Hechos, uno ve que más que un libro sobre Pablo es una obra que retrata el despliegue del Evangelio por el poder del Espíritu Santo.
1.2 Así vemos victoriosa y cumplida la palabra de Jesús antes de su Ascensión. Roma, en la mente de aquellos galileos atónitos, correspondía precisamente a los confines de la tierra, de modo que la estadía fecunda de Pablo, aquellos dos años de predicación en que podía anunciar el reino de Dios y enseñar cuanto se refiere a Jesucristo, el Señor, con toda libertad y sin obstáculo alguno indican que, más allá de las maquinaciones de los enemigos de la fe (cf. Hch 26,2 ss.), más allá de las traiciones de los falsos hermanos (cf. 2 Cor 11,26; Gál 2,4); más allá de las debilidades y tentaciones que todos padecemos, ¡la palabra de Jesucristo se cumple! Finalmente su Evangelio vence y la noticia habrá de llegar a todos, como llegó hasta la capital misma de aquel imperio.
2. No cabrían los libros
2.1 También durante la Pascua nos ha acompañado abundantemente el Evangelio según san Juan. La conversación con Nicodemo, los discursos sobre Jesús, Pan de Vida y Jesús, Buen Pastor, y finalmente los textos de aquel testamento espiritual que nos regaló Jesús en la Ultima Cena, donde precisamente nos enseñó a esperar y rogar por el don del Espíritu Santo.
2.2 ¡Cuánto bien nos ha traído este Santo Evangelio, enseñándonos a hundir un poco más la mirada en el misterio inagotable de la Palabra hecha carne, cuya gloria ha extasiado nuestro corazón! ¡Cuánta bendición para el alma cristiana levantarse en alas del águila de la contemplación, que es este Juan, para aspirar los aires tonificantes de la altura para la que hemos sido creados!
2.3 Y después de todo ello, después de esa santa embriaguez de luz y divina caridad, llegan las palabras sorprendentes del textos de hoy: Jesús hizo muchas otras cosas. Si se pusieran todas por escrito, pienso que ni en el mundo entero cabrían los libros. En verdad, desfallece el pensamiento y se siente vértigo en el corazón de pensar cuánto es Jesús para nosotros. Si Juan y sus discípulos nos llegan a decir que no cabe en el mundo el relato de cuanto él hizo, no es ciertamente por falta de papel o papiro, sino por el contenido densísimo, literalmente inagotable, del sentido que él nos ha revelado. Así entendemos un poco mejor todo lo que significa que Jesús es Lógos, Palabra. Su vida es Palabra y cuanto ha hecho colma de sentido cuanto podemos decir o pensar.
En aquellos días, gran número creyó y se convirtió al Señor. Llegó noticia a la Iglesia de Jerusalén, y enviaron a Bernabé a Antioquía; al llegar y ver la acción de la gracia de Dios, se alegró mucho y exhortó a todos a seguir unidos al Señor con todo empeño; como era hombre de bien, lleno de Espíritu Santo y de fe, una multitud considerable se adhirió al Señor. Más tarde, salió para Tarso, en busca de Saulo; lo encontró y se lo llevó a Antioquía. Durante un año fueron huéspedes de aquella iglesia e instruyeron a muchos. Fue en Antioquía donde por primera vez llamaron a los discípulos cristianos.
En la iglesia de Antioquía había profetas y maestros: Bernabé, Simeón, apodado el Moreno; Lucio el Cireneo, Manahén, hermano de leche del virrey Herodes, y Saulo. Un día que ayunaban y daban culto al Señor, dijo el Espíritu Santo: "Apartadme a Bernabé y a Saulo para la misión a que los he llamado." Volvieron a ayunar y a orar, les impusieron las manos y los despidieron.
Cantad al Señor un cántico nuevo, / porque ha hecho maravillas: / su diestra le ha dado la victoria, / su santo brazo. R.
El Señor da a conocer su victoria, / revela a las naciones su justicia: / se acordó de su misericordia y su fidelidad / en favor de la casa de Israel. R.
Los confines de la tierra han contemplado / la victoria de nuestro Dios. / Aclama al Señor, tierra entera; / gritad, vitoread, tocad. R.
Tocad la cítara para el Señor, / suenen los instrumentos: / con clarines y al son de trompetas, / aclamad al Rey y Señor. R.
El Señor revela a las naciones su justicia. (Salmo 97)
Evangelio
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles:
"Id y proclamad que el reino de los cielos está cerca. Curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, echad demonios.
Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis.
No llevéis en la faja oro, plata ni calderilla; ni tampoco alforja para el camino, ni túnica de repuesto, ni sandalias, ni bastón; bien merece el obrero su sustento. Cuando entréis en un pueblo o aldea, averiguad quién hay allí de confianza y quedaros en su casa hasta que os vayaís. Al entrar en una casa, saludad, si la casa se lo merece, la paz que le deseáis vendrá a ella. Si no lo merece, la paz volverá a vosotros"
Id y proclamad que el reino de los cielos está cerca (Mateo 10, 7-13)
La historia de Bernabé nos lleva a descubrir la esencia de la historia de la misión en la Iglesia: multiplicar el misterio y el don de Jerusalén. 8 min. 16 seg.
La extensión del nombre de apóstol nos invita a reconocer la extensión progresiva de la gracia de cimiento que Cristo quiso para los Doce. 5 min. 50 seg.
San Bernabé rompe el orgullo y el egoísmo al donarse todo al servicio del Evangelio para que el bien que él ha conocido llegue a más personas. 4 min. 45 seg.
El Reino de Dios ha llegado a nuestra vida cuando el pecado ha sido derrotado y le decimos sí al Señor empezando un camino de discipulado. 4 min. 23 seg.
No nos escandalicemos si aparecen divisiones y tensiones dentro de la Iglesia, abramos el corazón y oremos para que al final todos descubramos que servimos al mismo Dios. 4 min. 24 seg.
La consolación es una sobredosis de verdad donde Dios muestra que la tristeza no es la historia completa de la vida y es una sobredosis de amor que colma el alma y cambia la vida. 5 min. 19 seg.
¿Has tenido tu momento Bernabé? Un momento de verdadera ruptura, donde empiezas a ser libre para que Dios te utilice y su grandeza pueda realizarse a través tuyo. 0 min. 0 seg.
El nombre que los apóstoles dieron a San Bernabé indica hasta qué punto se manifestó en él la fuerza del consuelo que sólo Dios puede dar. 24 min. 1 seg.
El consuelo de Dios es la efusión de su misericordia que nos libera, nos alivia, nos perdona, sella la reconciliación y prepara la reconstrucción, el comienzo de una vida nueva. 6 min. 37 seg.
Dentro de las debidas proporciones no se rompe el mandato de Cristo cuando se pide una colaboración por las celebraciones litúrgicas. Los sacramentos no se pueden comprar, no hay dinero que pueda pagarlos. 8 min. 53 seg.
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1.1 La Sagrada Escritura, que tan parca es en elogios y tan dura en mostrar lo que no agrada a Dios, tiene sin embargo palabras de elogio para Bernabé: era un hombre bueno, y lleno del Espíritu Santo y de fe. Este breve pero elocuente elogio resume en cierto sentido el ideal de la vida cristiana.
1.2 Un hombre bueno. Esto significa la virtud, el camino de las virtudes. No es fácil encontrar una persona de la que se puede decir simple y sencillamente: es un hombre bueno, es una mujer buena. La bondad es como el resumen de una vida en virtud, la cual sin embargo no se cierra sobre sí misma. Para que se pueda decir de alguien es bueno se necesita que lo sea y que se le note, que lo difunda.
1.3 Lleno del Espíritu Santo. La virtud, entendida en su sentido usual, es básicamente un bien humano, es decir, un bien generado o construido desde las posibilidades y fuerzas humanas. Sin restar belleza a ese ideal, el mismo corazón del hombre requiere de algo más y de algo mejor. Eso es lo que viene a regalar el Espíritu Santo. La escala de sanación, de acción y de hermosura que trae el Espíritu toma todo lo humano y lo eleva a un orden nuevo, el orden de la gracia. Algo así se cuenta de Bernabé.
1.4 Lleno de fe. Es evidente que la fe queda ya incluida en la acción del Espíritu Santo. ¿Por qué entonces se destaca este aspecto como un elogio adicional? Es interesante recordar en este sentido la acción del Espíritu en las palabras de Pablo a los corintios: Pues a uno le es dada palabra de sabiduría por el Espíritu; a otro, palabra de conocimiento según el mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; a otro, dones de sanidad por el único Espíritu... (1Co 12,8-9). Cuando Pablo se refiere aquí a que el Espíritu da fe alude a algo singularmente intenso, a una capacidad de vivir la fe como algo que transforma a una comunidad. ¡Y esto también se predica de Bernabé!