|
Homilías de Fr. Nelson Medina, O.P.Derechos Reservados © 1997-2024
Jueves, Octubre 10 de 2002[Lectio Divina] [Laudes] [Vísperas] [Completas] Sobre las fechas y horas de publicación de estas oraciones mira aquí Ten presente en tus intenciones de este día:
Tiempo Ordinario, Año Par,
|
Lectura: |
Haz click en la referencia bíblica: |
---|---|
1a. |
¿Recibisteis el Espíritu por observar la ley, o por haber respondido a la fe? (Gálatas 3, 1-5) |
Salmo |
Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado a su pueblo (Lucas 1) |
Evangelio |
Pedid y se os dará (Lucas 11, 5-13) |
Núm. |
Datos |
Escuchar |
Más... |
---|---|---|---|
1 |
1996/10/10 |
|
|
2 |
1998/10/08 |
|
|
3 |
2000/10/12 |
|
|
4 |
2012/10/11 |
|
|
5 |
2012/10/11 |
|
|
6 |
2016/10/06 |
|
|
7 |
2018/10/11 |
|
|
8 |
2020/10/08 |
|
|
9 |
2020/10/08 |
|
|
10 |
2022/10/06 |
|
|
11 |
2024/10/10 |
|
|
12 |
2024/10/10 |
|
Haz una donación
para que esta obra continúe, y llegue a más personas! ¡La gloria sea para Dios!
Versión |
Homilía para leer: |
---|---|
1 |
1. ¿Por qué se disgusto tanto?1.1 La Carta a los Gálatas es uno de los documentos más fuertes del Nuevo Testamento. Raya en la dureza. Pablo, hombre muy bien educado para los estándares de su tiempo, sabía escribir con la cortesía propia de una correspondencia amable, y por eso no faltan en sus epístolas elogios y expresiones de afecto al saludar a las distintas comunidades. Incluso cuando tiene que tratar temas dolorosos o escandalosos, como sucede en la Primera Corintios, este apóstol une la severidad con la gentileza. Así sucede en casi todos los escritos suyos menos en esta Carta a los Gálatas. Y uno se pregunta: ¿qué le disgustó tanto? 1.2 La dureza, aclarémoslo de una vez, no es por nada que ellos le hayan hecho a él, No es su sensibilidad humana, o sea su "carne," la que está protestando en la vehemencia de las palabras de esta Carta. Al contrario, lo que le duele es la "carnalidad" de los gálatas, es decir, la manera como ponen su confianza en las prácticas exteriores propias de la Ley de Moisés y van descuidando más y más los elementos que son centrales de nuestra fe. 1.3 ¿Y cuáles son esos elementos? Se pueden resumir en dos: la gracia y la fe. "Gracia," en griego: jaris, es una palabra que alude al amor con que Dios nos ha amado, es decir, al regalo de su amor que nos perdona, nos restaura, nos da victoria, y nos participa de la vida misma que hay en Dios. Todo esto es regalo, no es algo que hayamos comprado o que podamos comprar, ni siquiera si nos ponemos en la tarea de "ser buenas personas." 1.4 Y la fe es fundamentalmente entender que así son las cosas, o sea, que por nuestras propias fuerzas nada podemos esperar sino desastre. Ni nuestra inteligencia, ni nuestras tradiciones, ni los grupos a que pertenezcamos, ni las ceremonias que realicemos, nada de eso por sí solo trae salvación, nada de eso nos permite acceder a la gracia. Recibimos la gracia de Dios por un acto de absoluta confianza en él, es decir, arrojándonos en su amor manifiesto en la Cruz de Jesucristo, y en la gloria de su resurrección. Obrar así es tener fe. 1.5 Pablo, pues, quiere que esa predicación básica esté siempre ante los ojos de los gálatas, y los nuestros por supuesto. Esto es tan vital, es tan central a la predicación de este apóstol y está tan unido al valor de la Pasión de nuestro Redentor, que olvidarlo es dejar sin fruto la labor de los genuinos predicadores y mucho más que eso: hacer inútil el dolor de Cristo. Pablo no puede tolerar algo así y por eso su voz se levanta. 2. Insistir en la oración2.1 Por su parte, el texto del evangelio nos invita a cultivar dos de las cualidades propias de la verdadera oración: la confianza y la perseverancia. 2.2 Aparentemente estas dos virtudes de la oración se oponen: el que confía no tendría que insistir mucho, y el que insiste en su punto de vista y en su ruego parece que no se está abandonando realmente en el querer divino. Mas Cristo nos llama a cultivar las dos cosas: confianza y perseverancia. 2.3 La confianza es como el motor, es la fuente, es el impulso. La perseverancia es como el reconocimiento de que nuestra voluntad necesita prepararse para acoger la voluntad divina. En el fondo, va unida a la humildad. Es propio del soberbio poner condiciones: "ahora o nunca". El humilde, persevera. 2.4 Con otras palabras: el puente que une confianza y perseverancia se llama "humildad". El humilde se vuelve niño que confía y se vuelve amigo que sabe que la hora de su amigo será siempre la mejor hora. |
-Fr. Nelson Medina, OP
Suscríbete gratis a mi Boletín de Evangelización Católica |
|