San Efrén, que durante su vida alcanzó gran fama como maestro, orador, poeta, comentarista y defensor de la fe, es el único de los Padres sirios, a quien se honra como Doctor de la Iglesia Universal desde 1920.
En Siria, tanto los católicos como los separados de la Iglesia, lo llaman "Arpa del Espíritu Santo", y todos han enriquecido sus liturgias con las homilías y los himnos del Santo.
Poseía un inmenso conocimiento de las Sagradas Escrituras, así como de los misterios de Dios.
A él le debemos la introducción de los cánticos sagrados en los oficios y servicios públicos de la Iglesia, como una importante característica del culto y un medio de instrucción.
San Efrén fue un escritor prolífico: son obras de exégesis, de polémica, de doctrina y de poesía, todas escritas en verso.
Sus comentarios comprenden todo el Antiguo Testamento y muchas partes del Nuevo.
A pesar de que es poco lo que sabemos sobre la vida de San Efrén, no poco es lo que nos ayudan sus escritos a formarnos una idea sobre el hombre que fue.
El Santo falleció en el año 373.