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Uno de los abusos que más se extendieron durante la Edad Media, era la concesión de uno o varios beneficios eclesiásticos a los jóvenes y aún niños.
San Engelberto fue un ejemplo de ellos, cuyo padre era el poderoso Conde de Berg. Cuando estudiaba todavía en la Escuela de la Catedral de Colonia, era ya prebendado de Santa María de Aquisgrán, de San Jorge, de San Severino y de la Catedral.
En 1217 fue nombrado Arzobispo de Köln. La Diócesis estaba completamente arruinada por las luchas políticas y religiosas, pero San Engelberto poseía cualidades humanas que lo hacían apto para la tarea que le esperaba: un juicio claro, un gran deseo de justicia, una voluntad fuerte y una presencia que imponía respeto.
El Santo recibió generosamente a los frailes menores y dominicos, a quienes alentó para que se establecieran en sus dominios. Convocó varios Sínodos en su Diócesis, con el objetivo de mantener la disciplina en el clero secular y regular.
Se desempeñó con vigor y energía, sabiendo ganarse el respeto de todos. Pero al mismo tiempo, la mano firme y justa con que gobernó, le creó muchos enemigos.
Uno de ellos, fue su primo Federico de Isenberg, administrador de las religiosas de Essen, quien tramó una conspiración para asesinarlo debido a los reproches que San Engelberto le había dirigido, a causa de sus abusos y malos manejos administrativos.
El 7 de noviembre de 1225, el Santo partió de Söst a Schwelm con una escolta insuficiente. Federico y otros nobles cayeron sobre él con cien soldados y lo asesinaron.
Bogotá, Colombia - Señor te doy gracias por la vida de mi hijo German Alfonso, dale discernimiento para que descubra el maravilloso plan de vida que tienes trazado para el, bendice su vida dia a dia, amén.
Envigado, Colombia (1953) - Que Dios te bendiga querida esposa en este maravilloso día. Gracias por todos los años que has compartido conmigo y con nuestros hijos.
Houston, Tx, Estados Unidos (2010) - Felicidades por este día tan especial, a Dios por el milagro de la vida en tí; a tus padres Clara y Marvin que te esperaron con mucha emoción y ahora son felices porque estás tú. Dios te bendiga hoy y siempre. Olga Yanneth Buitrago.
Pablo, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo, para promover la fe de los elegidos de Dios, y el conocimiento de la verdad, según la piedad apoyada en la esperanza de la vida eterna.
Dios, que no miente, había prometido esa vida desde tiempos inmemoriales; al llegar el momento, la ha manifestado abiertamente con la predicación que se me ha confiado, según lo dispuso Dios, nuestro salvador.
Querido Tito, verdadero hijo mío en la fe que compartimos; te deseo la gracia y la paz de Dios Padre y de Cristo Jesús, salvador nuestro.
Mi intención al dejarte en Creta era que pusieras en regla lo que faltaba y establecieses presbíteros en cada ciudad, siguiendo las instrucciones que te di.
El candidato, que sea un hombre sin tacha, fiel a su única mujer, con hijos creyentes, que no sean indóciles ni acusados de mala conducta.
Porque el obispo, siendo administrador de Dios, tiene que ser intachable, no arrogante ni colérico, no dado al vino ni pendenciero, ni tampoco ávido de ganancias.
Al contrario, ha de ser hospitalario, amigo de lo bueno, prudente, justo, fiel, dueño de si.
Debe mostrar adhesión a la doctrina cierta, para ser capaz de predicar una enseñanza sana y de rebatir a los adversarios.
Establece presbíteros en cada ciudad, como te lo ordené (Tito 1, 1-9)
Salmo
Del Señor es la tierra y cuanto la llena, / el orbe y todos sus habitantes: / él la fundó sobre los mares, / él la afianzó sobre los ríos. R.
¿Quién puede subir al monte del Señor? / ¿Quién puede estar en el recinto sacro? / El hombre de manos inocentes / y puro corazón, / que no confía en los ídolos. R.
Ése recibirá la bendición del Señor, / le hará justicia el Dios de salvación. / Éste es el grupo que busca al Señor, / que viene a tu presencia, Dios de Jacob. R
Éste es el grupo que viene a tu presencia, Señor. (Salmo 23 )
Evangelio
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:
-«Es inevitable que sucedan escándalos; pero ¡ay del que los provoca!
Al que escandaliza a uno de estos pequeños, más le valdría que le encajaran en el cuello una piedra de molino y lo arrojasen al mar.
Tened cuidado.
Si tu hermano te ofende, repréndelo; si se arrepiente, perdónalo; si te ofende siete veces en un día, y siete veces vuelve a decirte: "Lo siento", lo perdonarás.»
Los apóstoles le pidieron al Señor:
-«Auméntanos la fe.»
El Señor contestó:
-«Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera:
"Arráncate de raíz y plántate en el mar."
Y os obedecería.»
Si tu hermano te ofende siete veces al día, y siete veces viene a ti para decirte que se arrepiente, perdónalo (Lucas 17, 1-6)
Escandalizar o escandalizarse, frena; guardar rencores, frena; crecer en la fe, acelera y acerca el encuentro con el Dios que nos ha amado. 4 min. 27 seg.
La fe le da esa dulce y necesaria prisa a tu vida cristiana, ansia de los verdaderos bienes. Que nada te detenga, no te dejes enredar por obstáculos, lo mejor está por venir!! 4 min. 37 seg.
La fe es una luz portentosa que no solo ilumina los defectos de mi enemigo, me ilumina a mí, me hace ver mis defectos y todo lo que he recibido ayudándome a perdonar y a entender a los demás. 7 min. 10 seg.
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1.1 La primera lectura nos permite asomarnos a un momento muy singular de la vida de la Iglesia primitiva. Una primera generación de testigos declina y es preciso que el mensaje sea custodiado en su pureza y ofrecido con vigor a todos y en todas partes. Semejante coyuntura no podía escapar a la preocupación del apóstol que, precisamente porque no ha vivido para sí mismo sino para el Evangelio, escribe con rasgos vigorosos y profundos para definir en cuanto le es posible el cauce de la obra de la gracia en favor del pueblo santo.
1.2 Es hermoso percibir el alto sentido de responsabilidad que siente el apóstol. Sabe que la predicación es el gran instrumento querido por Dios para la realización de un designio antiguo y maravilloso, como no hay otro: la vida eterna. Este es el telón de fondo de toda su reflexión sobre la vida y el ministerio de los pastores al servicio de la Iglesia de Cristo.
1.3 Esta vida, por lo demás, no es una pura promesa, ni apunta sólo hacia el futuro. Tiene ya su expresión en la concreción de la fe. La fe es la circulación vital que liga a Pablo con Tito, a quien escribe, y por eso lo llama "verdadero hijo en la fe que compartimos". Así como en un organismo animal todo se pierde si deja de circular la sangre, así también, en este organismo vivo que es la Iglesia todo depende de la circulación vital de la fe.
2. El perfil de un pastor
2.1 Después de estas consideraciones nobles y profundas, que son el contexto irrenunciable para toda reflexión sobre la naturaleza de un genuino servidor del evangelio, Pablo señala algunas notas propias del "epíscopos", a veces llamado "obispo" en las traducciones.
2.2 Lo fundamental puede resumirse en el título que le da: "administrador de la casa de Dios". Su ser irreprochable, su capacidad de acogida, su rectitud moral y su eficacia en la predicación brotan de esta fuente: es el encargado de custodiar y acrecentar bienes que no son suyos. Lo que es suyo es la salvación que él mismo acoge, como todos los demás, en virtud de la fe que se abre la gracia. No es dueño de nada sino del amor que lo llena; nada posee sino la vida que anuncia, porque la ha recibido como regalo y como regalo la entrega en sus palabras y obras.
3. La altura del amor cristiano
3.1 En este punto podemos relacionar sin violencia las recomendaciones de Pablo y la enseñanza del Señor Jesucristo. ¡Ay de aquel que provoca escándalos, ay del que es ocasión de pecado!, advierte severamente Cristo a sus discípulos. San Carlos Borromeo hablaba de modo semejante a sus presbíteros, invitándoles a meditar siempre en el precio de sangre que cada alma tiene ante Dios. Es la misma idea del "administrador": la gente sencilla, que por eso mismo puede defenderse menos, vale Sangre y amor de Cristo. No eres dueño de esa Sangre, luego no eres dueño de esos corazones ni de esas almas. "Tengan cuidado", nos amonesta el Señor.
3.2 Y de aquí entendemos por qué esa generosidad sin límites para el perdón. No se agota el bien de la sangre, ni en favor tuyo ni en favor de quien te ha ofendido. Poner un límite al perdón es poner un límite a la Sangre, y esto no es otra cosa sino renegar de la salvación que esa Sangre trajo a todos por dignación piadosa de Dios.
3.3 ¡Qué bello acercarnos así al altar, y saborear con el paladar de la mente y con la luz de la fe estas verdades! Ese sacrificio único y sin embargo infinito, inagotable, es el que se realiza en nuestro altar, y es el que llega a nosotros con la comunión eucarística.
Nosotros, como colaboradores de Dios, os exhortamos a que no despreciéis el mensaje de la gracia de Dios. Porque Dios dice: Oí tu clamor en tiempo favorable;te socorrí en día propicio para salvarte.Y mirad, este es el tiempo favorable, el día propicio de vuestra salvación.
Procuramos comportarnos siempre de tal manera que nadie se escandalice por causa nuestra, y que nadie encuentre motivos para infamar nuestro ministerio. En todo cuanto hacemos, tratamos de manifestarnos como verdaderos ministros de Dios, soportando con toda paciencia tribulaciones, necesidades y angustias. Hemos sufrido azotes, cárceles y motines; hemos trabajado hasta el agotamiento y hemos pasado noches sin dormir y días sin comer. Nos hemos conducido con integridad, comprensión del evangelio y paciencia; hemos sido bondadosos, y con la ayuda del Espíritu Santo hemos demostrado nuestro sincero amor. Apoyados por el poder de Dios, nunca nos hemos apartado de la verdad; y armados de piedad y rectitud, hemos combatido a derecha e izquierda. Somos honrados, pero se nos ha deshonrado; tenemos buena fama, y se nos ha difamado; somos veraces, y se nos ha tachado de embusteros. Se nos ha tratado como a desconocidos, siendo bien conocidos; como a moribundos, estando vivos. Nos han golpeado, aunque no hasta la muerte; se nos tiene por tristes, pero estamos siempre gozosos; somos pobres, pero enriquecemos a muchos; no tenemos nada, pero lo poseemos todo.
«Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el viñador. Al sarmiento que no da fruto en mí, él lo arranca, y al que da fruto lo poda para que dé más fruto.
Ustedes ya están purificados por las palabras que les he dicho. Permanezcan en mí y yo en ustedes. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco ustedes, si no permanecen en mí. Yo soy la vid, ustedes los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante, porque sin mí nada pueden hacer. Al que no permanece en mí se le echa fuera, como al sarmiento, y se seca; luego lo recogen, lo arrojan al fuego y arde.
Si permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y se les concederá. La gloria de mi Padre consiste en que den mucho fruto y se manifiesten así como discípulos míos».
El que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante (Juan 15,1-8)
La vocación dominicana se funda en la oración porque desconectados de Dios no logramos nada, en el estudio como camino para que el Evangelio tenga poder sobre nosotros, en la vida comunitaria y en la evangelización. 5 min. 25 seg.
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1.1 Así como en la fiesta de Todos los Santos celebramos en cierto modo toda la santidad de Cristo, que florece en sus mejores discípulos, así puede decirse proporcionalmente que en esta fiesta de todos los santos de la Orden celebramos la hermosura y fecundidad del carisma que Dios otorgó a Santo Domingo de Guzmán.
1.2 En efecto, lo grande en hombres como Domingo, no es sólo que hayan sido santos ellos mismos sino que hayan tenido tanta capacidad para inspirar la alegría de la santidad, la belleza de la santidad en otros muchos. Y es que sin alegría y sin una experiencia de la belleza divina es imposible buscar en serio la perfección del Evangelio.
2. Una santidad llena de contrastes
2.1 Como en el caso de tantas familias nuestras, también en la familia de Domingo hay una gran variedad, no exenta de contrastes. Basta mencionar algunos nombres: Martín de Porres, el humilde portero, y Alberto Magno, el profesor de profesores en Colonia; el fuego impresionante de Catalina de Siena, y la serena contemplación de Tomás de Aquino; el ardor misionero de Jacinto de Polonia y el carácter místico de Juan Macías.
2.2 Semejante variedad indica algo más profundo: aunque nos cobija un mismo lema, la Verdad, sería muy peligroso creer que alguno de nosotros ya posee toda la verdad, al punto de poder despreciar o juzgar a los otros. Si la Verdad va de primera, ella debe ser ante todo la Maestra de todos, de modo que podamos reconocernos siempre discípulos de un mismo Cristo. Si todos nos reconocemos posesión suya y reino suyo, estaremos unidos; si alguno quiere reemplazarlo, vendrá la división.
2.3 Por lo demás, lo que nos une no son solamente recuerdos. Para quienes creemos en la comunión de los santos, las palabras de Domingo son algo más que poesía: "Os seré más útil desde el Cielo," nos dijo, y nosotros creemos que su intercesión eficaz y su don para consolar y animar a sus hermanos y hermanas no se han extinguido, sino que han alcanzado plenitud en la gloria del Cielo.