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Hija de un ciudadano pagano de Alise en Borgoña, Santa Regina, cuya madre falleció al dar a luz, fue entregada a una nodriza que era cristiana y que la educó en la fe.
Su belleza atrajo las miradas del prefecto Olybrius, quien al saber que era de noble linaje, quiso casarse con ella, pero la Santa se negó a aceptarlo. No quiso atender los discursos de su padre, quien trataba de convencerla para que se casara con un hombre tan rico.
Ante la obstinación de la hija, su padre decidió encerrarla en un calabozo, y como pasaba el tiempo sin que Regina cediese, Olybrius desahogó su cólera haciendo azotar a la joven y sometiéndola a otros tormentos.
Una de aquellas noches recibió en su calabozo el consuelo de una visión de la Cruz al tiempo que una voz le decía que su liberación estaba próxima.
Al otro día, Olybrius ordenó que fuera torturada de nuevo y que fuera decapitada después. En el momento de la ejecución, apareció una paloma blanquísima que causó la conversión de muchos de los presentes.
dallas tx, USA (2003)- Hoy es un día especial para nuestra comunidad en usa. "canten al Señor una canción nueva;
canten al Señor, habitantes de toda la tierra; canten al Señor, bendigan su nombre.
Bogotá, Colombia (1991) - Invito a todos mis hermanos, que quieran formar un hogar, lo hagan a través de la bendición del sacramento del matrimonio para que vivan siempre con el amor de Dios, que es tan grande y misericordioso.
Bogotá, Colombia (2011) - Gracias Padre por su vida entregada. Pedimos a Dios que le conceda estar ya disfrutando de la plenitud de su presencia e intercediendo por quienes hemos estado bajo su pastoreo
Hermanos: Antes estabais también vosotros alejados de Dios y erais enemigos suyos por la mentalidad que engendraban vuestras malas acciones; ahora, en cambio, gracias a la muerte que Cristo sufrió en su cuerpo de carne, Dios os ha reconciliado para haceros santos, sin mancha y sin reproche en su presencia. La condición es que permanezcáis cimentados y estables en la fe, e inamovibles en la esperanza del Evangelio que escuchasteis. En el mismo que se proclama en la creación entera bajo el cielo, y yo, Pablo, fui nombrado su ministro.
Un sábado, Jesús atravesaba un sembrado; sus discípulos arrancaban espigas y, frotándolas con las manos, se comían el grano. Unos fariseos les preguntaron: "¿Por qué hacéis en sábado lo que no está permitido?" Jesús les replicó: "¿No habéis leído lo que hizo David, cuando él y sus hombres sintieron hambre? Entró en la casa de Dios, tomó los panes presentados, que sólo pueden comer los sacerdotes, comió él y les dio a sus compañeros." Y añadió: "El Hijo del hombre es señor del sábado."
¿Por qué hacen lo que está prohibido hacer en sábado? (Lucas 6,1-5)
Si el sábado es institución divina y expresión de su alianza con el pueblo elegido, el título de "Señor del Sábado" sólo puede significar que Cristo es Dios con nosotros. 4 min. 27 seg.
La verdadera moral cristiana lleva con sabiduría y discernimiento al bien mayor reconociendo que hay mandamientos claros y a la vez agravantes o atenuantes. 5 min. 46 seg.
Pablo inscribe la línea del tiempo de cada cristiano en la dinamica de Cristo, que pasa de la cruz y la muerte, a la pascua y la gloria: eso es vida nueva. 12 min. 42 seg.
El día del Señor es para regocijarnos por sus obras, por la plenitud anticipada que vemos en la resurrección de Cristo, en su triunfo y para unirnos en contemplación a su victoria. 7 min. 21 seg.
Debemos recordar nuestro pasado para agradecer a Jesús por el bien recibido y responderle fielmente permaneciendo en la fe y la esperanza. 3 min. 5 seg.
Amar la ley es amar la voluntad de Dios, es buscar la virtud y la santidad y sobre todo es amar a Quien nos dio la ley y nos dio a Nuestro Señor Jesucristo. 5 min. 12 seg.
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1.1 Hay frases que uno se acostumbra a oír y puede darse el caso de que pasen años sin que uno las esté entendiendo en realidad. Vamos a ver: ¿Qué quiere decir que hemos sido reconciliados con Dios? Evidentemente, que estamos "a paz y salvo" con él; que nuestras deudas y deficiencias han quedado perdonadas, podríamos decir.
1.2 Pues bien, aun suponiendo que esa explicación fuera suficiente, cabe una pregunta que espontáneamente nace de la primera lectura de hoy: ¿Y por qué esa reconciliación brota de la muerte de Cristo? O agudicemos más la cuestión: ¿No sería pensable, más bien, que haber dado muerte al Hijo de Dios nos aleja de ese mismo Dios, a cuyo Hijo hemos causado tan espantosa muerte?
1.3 La muerte de Cristo, como toda muerte, es, en sí misma, algo malo. Dios, que es el Dios de la vida, no nos creó para la muerte, ni llamó a esta tierra para aniquilarlo. Lo que hace grande la muerte es que supone dar la vida. La muerte, en cuanto, entrega de la vida, es una señal eminente de amor y un signo indeleble de obediencia. Lo que admiramos, pues, y lo que agradecemos en la muerte del Hijo de Dios es entonces eso: amor y obediencia. Y más lo admiramos y celebramos cuando llegamos a entender que el pecado, raíz de todos nuestros males, no es otra cosa que desamor y desobediencia. La muerte de Cristo, pues, mató lo que nos mataba.
2. ¿Qué se puede hacer el día de reposo?
2.1 El evangelio de hoy nos invita a plantearnos una pregunta aparentemente obvia: ¿Para qué descansamos? ¿Por qué cesa nuestra actividad?
2.2 Ya en otras ocasiones hemos visto que Cristo no critica las prácticas en cuanto tales. Él mismo se abstuvo de comer carne de cerdo, fue circuncidado, y, en fin, de hecho enseñó a observar los preceptos de la Ley Mosaica, hasta los más pequeños. Guardémonos de ver a Cristo como un aleve trasgresor de la Ley, o como un cínico que ironiza sobre los mandamientos antiguos. No son las prácticas legales lo que él fustiga sino esa obediencia desprovista de sentido, que hace que finalmente el ser humano no sepa ni por qué obedece ni por qué se priva de lo que se priva. Es esta ignorancia del "para qué" lo que reprocha una y otra vez nuestro Señor.
2.3 De otra parte, ¡vaya descanso el de estos criticones de Jesús! ¡De todo descansan, menos de observar y juzgar a los demás! Dan reposo a sus manos pero no a su lengua mordaz; dejan quietos sus pies pero no su pensamiento retorcido; se abstienen de trabajar en sus negocios pero siguen urdiendo la trama de sus envidias y celos, de sus mentiras y orgullos.
2.4 La expresión con que Jesús cierra el pasaje tiene su misterio. ¿Qué quiere decir que él es "Señor del Sábado"? He conocido varias interpretaciones. Hay quien dice que es un modo de indicar que cualquier persona vale más que cualquier precepto legal sobre los días o las horas. Hay quien dice que Cristo no necesariamente se miraba a sí mismo como el "Hijo del Hombre", y que, por tanto, al decir la frase que nos ocupa estaba indicando simplemente que al final de los tiempos poco importarán cosas como este tipo de observancias, puesto que frente al Gran Día, el día del "Hijo del Hombre", según la imagen del profeta Daniel, palidecen los demás días. Hay quien dice que, cuando Cristo dice que él "también" es Señor del sábado, después de citar el ejemplo de David, estaba aludiendo sencillamente a que, así como David fue ahí "señor" de un precepto, bien cabía suponer que el "Hijo de David", esto es, Cristo, pudiera ser señor de otro precepto. Hay, en fin, quien dice que al declararse "Señor" estaba diciendo que sólo a él concierne decidir qué es y qué no es lícito en el día de reposo.
2.5 ¿Con qué nos quedamos sobre esto del "Señor del Sábado"? Tal vez no hay que escoger entre las anteriores interpretaciones, excluyendo unas y aceptando otras. Probablemente, el Señor no tenía una mentalidad tan excluyente en sus motivos, simplemente expandía su corazón y su pensamiento inmenso, y nos dejaba saber con palabras densas que las cosas iban mucho más allá de nuestras pequeñas y a veces mezquinas expectativas.