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Santo Patrón de los Maestros
Nació en Reims, el 30 de abril de 1651, y fue el Fundador de los Hermanos de las Escuelas Cristianas.
A los once años de edad recibió la tonsura, y a los dieciséis, fue nombrado miembro del Capítulo de la Catedral de Reims.
En 1670 ingresó en el Seminario de San Sulpicio en París, y ocho años después, fue ordenado sacerdote.
Un canónigo de Reims le confió en su lecho de muerte la dirección de una escuela, de un orfanatorio de niñas y el cuidado de las religiosas que estaban bajo su cargo y protección.
En 1681 empezó formando a los siete profesores que trabajaban en las escuelas. Éste fue el principio de lo que en un futuro tomaría el nombre de, "Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas".
Inauguró cuatro escuelas. Pero, su principal preocupación era la instrucción de profesores, por lo que en 1687 estableció el primer Instituto para la formación de profesores en Reims, al que le siguieron el de París (1699) y el de Saint-Denis (1709).
Hacia 1695 escribió el "Tratado sobre la dirección de Escuelas", en el cual proponía su sistema educativo, que consistía en reemplazar el método de instrucción individual y el llamado "sistema simultáneo".
En 1717, San Juan dejó el cargo de Superior y se dedicó a la formación de los novicios e internos, para quienes escribió varios libros, entre ellos un método de oración mental.
Juan murió el 7 de abril de 1719, un Santo, a los 76 años de edad.
En aquellos días, los guardias condujeron a los apóstoles a presencia del Sanedrín, y el sumo sacerdote les interrogó: "¿No os habíamos prohibido formalmente enseñar en nombre de ése? En cambio, habéis llenado Jerusalén con vuestra enseñanza y queréis hacernos responsables de la sangre de ese hombre." Pedro y los apóstoles replicaron: "Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres. El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a quien vosotros matasteis, colgándolo de un madero. La diestra de Dios lo exaltó, haciéndolo jefe y salvador, para otorgarle a Israel la conversión con el perdón de los pecados. Testigos de esto somos nosotros y el Espíritu Santo, que Dios da a los que le obedecen." Esta respuesta los exasperó, y decidieron acabar con ellos.
Testigos de esto somos nosotros y el Espíritu Santo (Hechos 5,27-33)
Salmo
Bendigo al Señor en todo momento, / su alabanza está siempre en mi boca. / Gustad y ved qué bueno es el Señor, / dichoso el que se acoge a él. R.
El Señor se enfrenta con los malhechores, / para borrar de la tierra su memoria. / Cuando uno grita, el Señor lo escucha / y lo libra de sus angustias. R.
El Señor está cerca de los atribulados, / salva a los abatidos. / Aunque el justo sufra muchos males, / de todos lo libra el Señor. R.
El que viene de lo alto está por encima de todos. El que es de la tierra es de la tierra y habla de la tierra. El que viene del cielo está por encima de todos. De lo que ha visto y ha oído da testimonio, y nadie acepta su testimonio. El que acepta su testimonio certifica la veracidad de Dios. El que Dios envió habla las palabras de Dios, porque no da el Espíritu con medida. El Padre ama al Hijo y todo lo ha puesto en su mano. El que cree en el Hijo posee la vida eterna; el que no crea al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios pesa sobre él.
El Padre ama al Hijo y todo lo ha puesto en su mano (Juan 3,31-36)
La experiencia del Espíritu abundante hay que buscarla y encontrarla en Jesucristo. Necesitamos una sana obsesión por el Cristo de la Pascua para que nuestra única preocupación sea agradarle y servirle. Creer en un solo Señor nos da la libertad para rezar, pensar y hablar recibiendo un Espíritu abundante y sin medida. 30 min. 1 seg.
Nuestras "llaves", nuestros poderes, han de estar siempre a los pies de Cristo. Para obedecer a Dios antes que a los hombres, necesitamos valor para que la voz de la Iglesia no se amordace. 28 min. 32 seg.
Los apóstoles dan testimonio con gran coherencia, elocuencia y valor. No son simplemente obstinados ni obran como una élite de superdotados para aguantar el dolor: son hombres llenos de Espíritu, como hemos de llenarnos de Espíritu nosotros. 4 min. 26 seg.
Con su denuncia y anuncio de gracia, los apóstoles muestran ser quienes llevan la antorcha del ministerio profético en el nuevo pueblo de Dios. 4 min. 49 seg.
La evangelización de la Iglesia no se limita a mejorar las condiciones de vida, su verdadero sentido trasciende, conduciéndonos a la comunión con Dios. 6 min. 58 seg.
La ley inmoral no obliga, se obedece primero a Dios que a los hombres. ¡Acomplejados del Resucitado jamás! Este es el ejemplo de valor de los apóstoles que falta tanto hoy en la Iglesia. 5 min. 37 seg.
En medio de la pandemia tengamos prudencia y sabiduría para no caer en hacer juicios arrogantes que son tan fáciles y frecuentes de realizar en tiempos de crisis. 7 min. 52 seg.
Cristo se revela ante Nicodemo como Aquel que "viene del Cielo" y así muestra su libertad y soberanía sobre los poderes, imperios, y la lógica misma de este mundo. 25 min. 7 seg.
Clases de resurrección: la que hace que se vuelva a la vida, la metafórica donde se dice que la causa de Jesús sigue viva y la de Cristo que trasciende la obra de la muerte para no morir más. 4 min. 48 seg.
Es propio del Dios de la Biblia esa compasión que le hace cercano a todos los que sufren; su obra de amor se hace perfecta en nuestra participación en el misterio de la Resurrección. 7 min. 50 seg.
La docilidad produce abundancia de Espíritu y mayor abundancia de Espíritu produce mayor docilidad. Cuánto más desobedientes somos menos Espíritu recibimos. 5 min. 50 seg.
No cambies el Evangelio, acepta la grandeza del milagro, la grandeza del Dios abundante y tu vida cambiará porque aquel que se acoge al Señor nunca quedará defraudado. 5 min. 25 seg.
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1.1 ¿Te imaginas un mundo en el que esta consigna de los apóstoles se hiciera realidad? Si el senador de un gran país obedece a Dios antes que a los hombres, así se trate de sus electores, buscará la verdad por encima de la simpatía y lo correcto por encima de lo conveniente. Un legislador así no aprobará la despenalización del horrendo crimen del aborto sino que buscará modos de respetar la libertad de todos... ¡incluyendo al que no tiene voz porque no ha nacido!
1.2 Si el sacerdote obedece a Dios antes que a los hombres, así se trate de sus amigos, enseñará la verdad de los preceptos divinos, con caridad y con claridad a la vez. No veremos entonces ese escándalo de los sacerdotes que permiten comulgar a parejas en adulterio porque tienen estrecha relación de simpatía con él.
1.3 Si el profesor o el gran científico obedecen a Dios antes que a los hombres, así se trate de quienes les pagan sus investigaciones o leen sus artículos, en todo se presentarán como creyentes, y entonces darán un paso más: al recibir burlas, indiferencia o persecución, sentirán con gozo que están participando del misterio de Cristo y darán testimonio con mayor fuerza aún, como hacían los apóstoles, que más parecían crecer cuando más se les aplastaba.
1.4 Si las mujeres obedecen a Dios antes que a la gente, así se trate de sus más cercanas amigas, no tolerarán que el chisme avance impunemente ni darán alas a las vanidades, envidias y codicias de la moda y el consumismo desbocado.
1.5 Detente. Imagina un mundo en el que obedecemos a Dios antes que a los hombres. Imagínalo quince segundos. Empieza luego a hacerlo realidad en tu entorno.
2. El que cree en el Hijo, tiene la Vida
2.1 Palabras bellas, profundas y comprometedoras nos da el Señor en el evangelio de hoy. Hoy se nos invita a creer y a la vez se nos muestran las consecuencias de no creer. No podemos excusar ignorancia: ya sabemos qué implica aceptar y qué trae no aceptar a Jesucristo.
2.2 Cristo nos habla hoy como testigo. Él es el que habla "de lo que ha visto y oído". Su mensaje abre la verdad del cielo para nosotros y para todos los que escuchen la palabra. Y el mensaje es sencillo y a la vez inagotable: es la noticia del amor infinito, incondicional, insondable de Dios. Lo que hagamos después de saber que Dios nos ama así determina nuestro destino en esta tierra y en la eternidad.