La reproduccion de estos textos y archivos de audio, para uso privado o publico, esta permitida, aunque solamente sin fines de lucro y citando la fuente: http://fraynelson.com/homilias.html.
Sobre las fechas y horas de publicación de estas oraciones mira aquí
Ten presente en tus intenciones de este día:
Haz click en los nombres para ver más información:
San Marino pertenecía a una noble familia de Cesarea de Palestina y se había distinguido en el ejército.
Iba a ser condecorado con el emblema de centurión, cuando uno de sus rivales objetó que no tenía derecho a aspirar a esa dignidad, porque era cristiano y no podía ofrecer sacrificios al Emperdor.
Al ser interrogado por el gobernador Aqueo, Marino se confesó servidor de Cristo, y ante su negativa de adorar a las divinidades paganas, fue ejecutado inmediatamente.
San Astirio, un senador romano que gozaba del favor del emperador, asistió al martirio de Marino, envolvió el cadáver en su propia capa, se lo echó sobre los hombros y le dio cristiana sepultura.
Cuando el gobernador se enteró de lo sucedido, interrogó a Astirio, y al confesarse cristiano, fue condenado a muerte.
Bellavista-Callao, Perú (1956) - Que Dios otorgue sabiduría y fortaleza para seguir luchando en esta vida y crecer espiritualmente. Muchas Bendiciones en Cristo Jesús y la Virgen María.
Kariya, Japón (1990) - Dios Padre Todopoderoso, nos ilumine y guie, aumente nuestra fé y nuestro compromiso matrimonial, para que siempre podamos confiar plenamente en el otro y amarnos hasta que la muerte nos separe. Amén
Las Flores (Pcia.Bs.As.), Argentina (1990) - Querido Padre Celestial, gracias por bendecirnos día a día durante tantos años. Te pedimos humildemente que nos sigas regalando salud, amor y armonía en nuestras vidas. Y que sea como te prometimos: Hasta que la muerte nos separe. Amén.
Sión decía: "Me ha abandonado el Señor, mi dueño me ha olvidado." ¿Es que puede una madre olvidarse de su criatura, no conmoverse por el hijo de sus entrañas? Pues, aunque ella se olvide, yo no te olvidaré
Sólo en Dios descansa mi alma, / porque de él viene mi salvación; / sólo él es mi roca y mi salvación; / mi alcázar: no vacilaré. R.
Descansa sólo en Dios, alma mía, / porque él es mi esperanza; / sólo él es mi roca y mi salvación, / mi alcázar: no vacilaré. R.
De Dios viene mi salvación y mi gloria, / él es mi roca firme, / Dios es mi refugio. / Pueblo suyo, confiad en él, / desahogad ante él vuestro corazón. R.
Hermanos: Que la gente sólo vea en nosotros servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios. Ahora, en un administrador, lo que se busca es que sea fiel. Para mí, lo de menos es que me pidáis cuentas vosotros o un tribunal humano; ni siquiera yo me pido cuentas. La conciencia, es verdad, no me remuerde; pero tampoco por eso quedo absuelto: mi juez es el Señor. Así, pues, no juzguéis antes de tiempo: dejad que venga el Señor. Él iluminará lo que esconden las tinieblas y pondrá al descubierto los designios del corazón; entonces cada uno recibirá la alabanza de Dios.
El Señor pondrá al descubierto los designios del corazón (1 Corintios 4,1-5)
Evangelio
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Nadie puede estar al servicio de dos amos. Porque despreciará a uno y querrá al otro; o, al contrario, se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero. Por eso os digo: No estéis agobiados por la vida, pensando qué vais a comer o beber, ni por el cuerpo, pensando con qué os vais a vestir. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo que el vestido? Mirad a los pájaros: ni siembran, ni siegan, ni almacenan y, sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellos?
¿Quién de vosotros, a fuerza de agobiarse, podrá añadir una hora al tiempo de su vida? ¿Por qué os agobiáis por el vestido? Fijaos cómo crecen los lirios del campo: ni trabajan ni hilan. Y os digo que ni Salomón, en todo su fasto, estaba vestido como uno de ellos. Pues, si a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más por vosotros, gente de poca fe? No andéis agobiados, pensando qué vais a comer, o qué vais a beber, o con qué os vais a vestir. Los gentiles se afanan por esas cosas. Ya sabe vuestro Padre del cielo que tenéis necesidad de todo eso. Sobre todo buscad el reino de Dios y su justicia; lo demás se os dará por añadidura. Por tanto, no os agobiéis por el mañana, porque el mañana traerá su propio agobio. A cada día le bastan sus disgustos."
Cristo lleva a su plenitud la Ley mostrándonos un camino en que la obediencia es fruto de la convicción interior y la confianza en el Dios que sabemos que nos ama. 4 min. 27 seg.
Aquel que tiene dos o más señores vivirá siempre en el agobio porque no podrá encontrar la verdadera confianza en Dios, sintiendo que los deberes son muchos y las fuerzas son pocas. 4 min. 24 seg.
Haz una donación
para que esta obra continúe, y llegue a más personas! ¡La gloria sea para Dios!
1.1 Nuestro cerebro está organizado para tomar lo grande como distante. La grandeza próxima la detectamos como peligro o amenaza. Por eso nos cuesta trabajo creer que Dios sí está cerca.
1.2 Nuestra mente ha recibido esta información: que lo poderoso es rudo y lo débil es tierno. Nos cuesta demasiado admitir ternura en el fuerte.
1.3 Pero las lecturas de hoy nos hablan de Dios como grande y a la vez cercano; fuerte y a la vez cargado de ternura.
2. Amor que no olvida
2.1 Isaías describe el amor de Dios con el lenguaje de la intensidad, cercanía y belleza del amor materno, quizás la expresión más paradigmática del amor en la raza humana. Sólo que Dios supera ese paradigma.
2.2 El amor de Dios, como el de una buena madre, es amor que recuerda. Pero hay maneras de recordar: el que vive resentido o el que espera vengarse también recuerdan, pero su recordar espera la hora del mal. Dios recuerda su propia bondad y su propia misericordia, y el bien que ya ha florecido en nosotros, y desde este piadoso recuerdo busca nuestro bien.
3. Fiarse del amor
3.1 Si Dios está cerca; si nos recuerda con amor; si su poder es inextinguible, lo único lógico en la vida es confiar en Él. Esa fue la lógica de Cristo, y eso es lo que quiere inculcarnos en el Evangelio.
3.2 La fe no es entonces un salto al vacío sino el paso natural, racional y lógico... una vez que uno sabe quién es Dios--lo cual implica saber también que lo demás y los demás no son Dios.