|
Homilías de Fr. Nelson Medina, O.P.Derechos Reservados © 1997-2024
Viernes, Febrero 1 de 2008[Lectio Divina] [Laudes] [Vísperas] [Completas] Sobre las fechas y horas de publicación de estas oraciones mira aquí Ten presente en tus intenciones de este día:
Tiempo Ordinario, Año Par,
|
Lectura: |
Haz click en la referencia bíblica: |
---|---|
1a. |
Me has despreciado, quedándote con la mujer de Urías (2 Samuel 11,1-4a.5-10a.13-17) |
Salmo |
Misericordia, Señor: hemos pecado. (Salmo 50) |
Evangelio |
Echa simiente, duerme, y la semilla va creciendo sin que él sepa cómo (Marcos 4,26-34) |
Núm. |
Datos |
Escuchar |
Más... |
---|---|---|---|
1 |
1998/01/30 |
|
|
2 |
2012/01/27 |
|
|
3 |
2012/01/27 |
|
|
4 |
2014/01/31 |
|
|
5 |
2014/01/31 |
|
|
6 |
2016/01/29 |
|
|
7 |
2016/01/29 |
|
|
8 |
2020/01/31 |
|
Haz una donación
para que esta obra continúe, y llegue a más personas! ¡La gloria sea para Dios!
Versión |
Homilía para leer: |
---|---|
1 |
1. Miseria del Pecado1.1 El pecado, con toda su corte de males, aparece de lleno en la primera lectura. Escuchemos una breve catequesis sobre la más grande de las des-gracias. Para este primer punto, nos habla el Papa Juan Pablo, en su Mensaje para la XIV Jornada Mundial de la Juventud, 1999. 1.2 "El pecado es un abuso de la libertad que Dios da a las personas creadas para que puedan amarlo y amarse mutuamente" (Catecismo de la Iglesia católica, 387); es no querer vivir la vida de Dios recibida en el bautismo y no dejarse amar por el verdadero Amor, pues el hombre tiene el terrible poder de impedir la voluntad de Dios de dar todos los bienes. El pecado, cuyo origen se encuentra en la voluntad libre de la persona (cf. Mc 7, 20), es una transgresión del amor verdadero; hiere la naturaleza del hombre y destruye la solidaridad humana, manifestándose en actitudes, palabras y acciones impregnadas de egoísmo (cf.Catecismo de la Iglesia católica, 1849-1850). 1.3 En lo más íntimo del hombre es donde la libertad se abre o se cierra al amor. Éste es el drama constante del hombre, que a menudo elige la esclavitud, sometiéndose a miedos, caprichos y costumbres equivocados, creándose ídolos que lo dominan e ideologías que envilecen su humanidad. Leemos en el evangelio de san Juan: "Todo el que comete pecado es un esclavo del pecado" (Jn 8, 34). 1.4 [Sin embargo,] Jesús dice a todos: "Convertíos y creed en la buena nueva" (Mc 1, 15). En el origen de toda conversión auténtica está la mirada de Dios al pecador. Es una mirada que se traduce en búsqueda plena de amor, en pasión hasta la cruz, en voluntad de perdón que, manifestando al culpable la estima y el amor de que sigue siendo objeto, le revela por contraste el desorden en que está sumergido, invitándolo a cambiar de vida. Éste es el caso de Leví (cf.Mc 2, 13-17), de Zaqueo (cf. Lc 19, 1-10), de la adúltera (cf. Jn 8, 1-11), del ladrón (cf. Lc 23, 39-43), y de la samaritana (cf. Jn 4, 1-30). 2. Como un grano de mostaza2.1 Aquel canto carismático, tan difundido, seguramente viene a nuestra memoria con el evangelio de hoy. Y es bueno que una canción pueble nuestra mente, si ello nos ayuda a enamorarnos del precioso mensaje de Cristo Jesús. 2.2 El mensaje es sencillo: lo más pequeño puede llegar a ser lo más grande. Sin duda a Cristo le llamaban la atención y quería que nos atrajeran los contrastes: hay primeros que serán últimos; el que se ensalza será humillado; lo pequeño quizá será lo más grande; lo oculto quedará de manifiesto... En todos estos casos el Señor parece exhortarnos a no fiarnos de las apariencias, o quizá más aún: a desconfiar de lo que aparece y buscar el estilo y el plan de Dios en aquello que no aparece, en lo que no se impone por sí mismo ni se hace propaganda a sí mismo. 2.3 Asumir la "lógica del grano de mostaza", entonces, es todo un programa de vida: es pensar que Dios puede decir sus mejores discursos por boca de los que juzgamos torpes, inútiles o poco listos; es amar lo sencillo, lo sobrio y lo discreto, y desconfiar de lo ampuloso, lo prepotente o lo deslumbrante; es cuidar la vida frágil: la del embrión, la del agonizante, la del emigrante; es adorar con las cosas elementales y con la gente que no cuenta; es creer con fe viva que en la Eucaristía está Él. |
-Fr. Nelson Medina, OP
Suscríbete gratis a mi Boletín de Evangelización Católica |
|