Sonríe, que Jesús te ama!

Un sacerdote recién ordenado, gran estudiante de teología, es enviado como párroco a un pueblo de montaña de gente muy sencilla. Los vecinos organizan un acto para recibirle y él les dirige unas palabras.
- Hermanos, estoy aquí para todos. Vengo con mi hermenéutica, mi homilética, con exégesis y apologética.
- No se preocupe, padre -le dice un parroquiano. - Yo estoy con artritis, diabetes, conjuntivitis y reúma, pero el médico del pueblo es magnífico.

Había un señor tan, pero tan tacaño, que soñó que se estaba tomando un café, y se despertó cuando llegó la cuenta.

Un amigo le dice al otro:
- Oye Manolo, me compré un reloj.
- ¿Qué marca?
- ¡Pues la hora hombre!

- ¿Qué le dijo un número 3 a un número 30?
- Para ser como yo, tienes que ser sincero.

Las mujeres tienen miles de defectos, los hombres sólo dos: Todo lo que hacen, y todo lo que dicen.

Jaimito entrega un trabajo que tenían de tarea y la profesora le dice:
- Jaimito: ¡le falta la presentación!
- Ah, bueno ahí va: Damas y Caballeros, con ustedes LA TAREAAAAAAAAA!

- Hola, ¿está Agustín?
- No estoy incomodín.

Un sobrino, le pregunta a su tía:
- ¿Dónde está el pajarito, tía?
- Yo no tengo mascotas, Pepito.
- ¡Pues papá me dijo que íbamos a ver a la cotorra de la tía!

Este era un tipo tan gordo, tan gordo, que la foto del pasaporte le sacaron de Google Maps.

- ¿Qué haces en tu tiempo libre?
- Observar a la gente.
- ¡Qué aburrido! Yo canto en la ducha.
- Sí... ya lo sabía...

Un matrimonio estaba conversando:
- Mi amor, ¿crees en el amor a primera vista?
- ¡Claro! Si tan solo te hubiera mirado dos veces...

En un velorio, un amigo del difunto se acerca a la viuda y le dice:
- Lo siento señora, lo siento...
La señora responde:
- No gracias, déjelo acostadito no más.

Pepito está en el salón de clases, entonces se para y va donde la maestra y le dice:
- Maestra, un amigo mío me dijo que me fuera a la mismísima porra.
- ¿Y tú qué hiciste?
Y Pepito le contestó:
- ¡Pues venir donde usted!

El trabajo en equipo es esencial... te permite echarle la culpa a otro.

Un atlante iba por la avenida a una gran velocidad, lo para un policía y le dice:
- Deme su nombre.
El atlante le responde:
- ¡Ah sí! ¿Y después cómo me llamo?

Había un forense algo torpe en un caso de asesinato. En eso llega el comisario y le dice:
- ¿Cuál es la causa de la muerte?
- Muerte natural.
En ese momento el comisario dice:
- ¡Pero si tiene 15 puñaladas!
Y el forense le contesta:
- Por eso: era natural que se muriera.

Había cinco tortugas que se fueron a un picnic, cuando iban a empezar a comer, notan que no habían traido el abridor de latas y sólo tenían latas de conserva, entonces una de ellas dice:
- Bueno, hagamos un trato, yo iré por el abridor, pero me prometen que no van a tocar nada hasta que yo regresé, ¿Entendido?
- Sí, dicen las tortugas.
Pasa un año, dos años, tres, cuatro, diez años, etc, y nada que se aparece la tortuga. Una de ellas dice:
- Yo ya no aguantó más el hambre, empecemos a ver cómo abrimos las latas.
Y cuando empiezan a comer, la tortuga que estaba detrás de un árbol sale y dice:
- ¡Yo sabía, yo sabía que no me iban a esperar!

Resulta que un sábado llegó un circo a la ciudad de Monterrey y toda la mañana se prepararon, y en la tarde empezaron a anunciar por la ciudad:
- ¡Señores y señoras, vengan a mirar el león más feroz del mundo por sólo 50 pesos!
A la hora de la función nadie llegaba, por lo que el dueño decidió bajar el precio y decía:
- ¡Vengan a ver al león más feroz nunca antes visto por sólo 30 pesos!
Pero nadie llegaba, y así siguió bajando el precio, por sólo 20 pesos, 10 pesos, y nada, hasta que al final dijo:
- Pasen a ver el león más feroz, ¡gratis!
Y se llenó la carpa que casi se reventaba, y el señor puso estacas alrededor de la carpa y después dijo:
- A 200 pesos la salida porque, ¡vamos a soltar al león!

Llama un loco al manicomio municipal, y pregunta al recepcionista:
- ¿Hay alguien en la habitación 207?
A lo que este recorre los pasillos para chequear la ausencia de inquilinos en esa habitación, y luego de unos minutos, vuelve y le contesta:
- No.
El loco responde:
- ¡Entonces, sí me escapé!

Llega un plomero a un convento a realizar un trabajo de fontanería, se entera éste de que la madre superiora tiene un perico. El fontanero muy aficionado a los pericos le pregunta a la madre superiora que si el perico sabe pronunciar alguna frase.
- Por supuesto que éste perico habla perfectamente, comenta la monja.
- Oiga, ¿Y qué es lo que dice?
- Mire, todo depende de la pata que le levante al perico, inténtelo...
El fontanero le levanta la patita izquierda y el perico inicia El Padre Nuestro
Sorprendido pregunta a la madre qué es lo que hace si se le levanta la pata derecha. La madre contesta que reza El Ave María.
- ¡No puede ser! Exclama el fontanero.
- Oiga, ¿Y si le levanta las dos?
A lo que el perico contesta:
- ¡Pues me caigo!

En la primera época de casados el marido habla y la mujer escucha. Luego de un tiempo la mujer habla y el marido escucha. Y finalmente al pasar de los años, hablan los dos y escuchan los vecinos.

Están dos amigos en un bar y le pregunta uno al otro:
- ¿Viste el apagón de anoche?
Y el otro le responde:
- No, me quedé a oscuras.

Va Pepito a la escuela donde le decían empanada. El ya estaba aburrido que le dijeran así. Va al siguiente día y dice:
- El próximo que me diga empanada lo acabo.
Llega uno de los pelaos y le dice Empa y pregunta Pepito:
- ¿Qué dijiste?
- Nada.

Dos amigos, que después de mucho tiempo se encuentran:
- ¿En qué trabajas?
- Soy director general de una empresa de importación y exportación.
- Qué puesto más importante.
- ¡Y exportante!

Un general le pregunta al soldado:
- Soldado, ¿en cuántas partes se divide el fusil?
- En dos, mi general.
- ¿Cuáles?
- Fu y sil.

- ¿Cómo se llaman los chinos más pobres?
-Chin-Lu, Chi-Nagua, y Chin-cham-pu

Suena el teléfono:¡Ring-Ring!
Contestan: bueno, ¿está Armando?
Responden: ¡No apenas estoy leyendo las instrucciones!

Llega una niña corriendo con su mamá y le pregunta:
- ¡Mamá, mamá!
- Qué, hija.
- Yo de quién saqué la inteligencia, ¿de ti o de papá?
Y ella le contesta:
- De tu papá.
Y la niña le dice:
- ¿Por qué lo sabes?
- Porque yo todavía conservo la mía.

- Mamá, mamá, en el colegio me llaman ingenua.
- No hija, lo que pasa es que tienes la cabeza llena de pajaritos.
- Ay, ¡Quítamelos, quítamelos, quítamelos!

- ¿Cómo se dice misterio en Chino?
- Chacha cha chan...