Sonríe, que Jesús te ama!

Están dos moscas hablando, y una le dice a la otra:
- Hace trece meses puse 67.000 huevos, y si no recibo ninguna tarjeta por el día de la madre, se encontrarán en un grave problema.

Esta era una vez un niño que tenía la boca tan chiquita, pero tan chiquita, que para decir 3 tenía que decir uno, uno, uno.

No es lo mismo la tormenta se avecina, que la vecina se atormenta.

Yo vivo en un pueblo tan, pero tan antiguo, que el sol todavía sale en blanco y negro.

Además, las casas son tan chicas, que cuando entra el sol nos salimos nosotros ya que somos de familia numerosa.

Y por último les diré que las ventanas de mi casa son tan chicas, que las moscas entran formaditas.

- ¿Qué le dijo un techo a otro techo?
- Techo de menos.

Era un hombre tan tacaño, tan tacaño, tan tacaño que ladraba por las noches para no comprarse un perro.

- ¿Cuál es el mar más rápido?
- El mare-moto.

- Si tuviera la bondad de darme su número de télefono me gustaría llamarla alguna vez.
- Mi número está en la guía telefónica.
- ¿Y su nombre?
- También.

Dos campesinos se encontraban en un bar y uno le dice al otro:
- En mi pueblo se dan unas calabazotas grandotas, pero grandotas, como de 3 metros!
Y el otro le contesta sorprendido:
- ¡No me diga!, y para no dejar mal a su pueblo, él también le dice:
- En mi pueblo se hacen unas cazuelotas pero cazuelotas, como de 3 metros y medio.
Y el otro le pregunta:
- ¿Y para qué son esas cazuelotas?
Y le contesta:
- Bueno, ¡Es para cocinar tus calabazotas!

- Erase una vez un niño, que desde chico todo el mundo decía que él iba a ser mesero...
- ¿Por qué?
- Porque, cuando le hablaban nunca iba.

Un argentino regresa de su viaje a Italia y le pregunta un amigo:
- ¿Qué fue lo que más te sorprendió de Italia?
- Que hubiera tantos italianos con apellido argentino.

Son dos granitos de arena que van por la playa y uno le dice al otro:
- Oye, ¡creo que nos siguen!

Un gato caminaba por un tejado maullando:
- ¡Miau, miau!
En eso se le acerca otro gato repitiendo:
- ¡Guau, guau!
Entonces, el primer gato le dice:
- Oye, ¿Por qué ladras si tú eres gato?
Y el otro le contesta:
- ¿O sea que uno no puede aprender idiomas?

- Doctor: hace dos semanas que prácticamente no como. ¿Qué tengo?
- Supongo que un hambre terrible...

Cierta tarde Ruperto se encontraba dialogando con sus compadres en una cantina del pueblo, les comentaba:
- Ya no soporto a mi mujer, siempre me está pegando, o reclamando, de todo se enoja. A lo cual sus compadres contestaron:
- Te vamos a recomendar que hagas esto, cuando te esté regañando, haz como que tú también le pegas. Te haga lo que te haga, tu grítale.
Llega Ruperto a su casa acompañado de sus compadres (ellos lo esperan afuera) en eso se escucha el alegato de cómo Ruperto le grita a su mujer, en eso su mujer lo agarra y lo avienta por la ventana y los compadres lo ven salir volando y Ruperto gritando:
- ¡Y no me detengas!

- Sabe doctor, estoy muerto de miedo. Es la primera operación de mi vida...
- Hombre, tranquilícese, deje de temblar; más miedo tengo yo: es mi primer trabajo de cirujano.

- Doctor, doctor, tengo un problema, tengo doble personalidad--dice el paciente desesperado.
- No se preocupe, que entre los 4 podemos arreglarlo.

El hombre no nació para trabajar, la prueba de ello es que se cansa.

- Doctor, en cuanto me duermo, empiezo a roncar.
- ¿Son fuertes sus ronquidos?
- ¡Sí!, mucho.
- ¿Y le molestan a su esposa?
- No, no soy casado.
- ¿Así que duerme solo? Entonces no creo que eso sea un problema.
- ¿Que no es un problema? ¡Me han despedido de cinco empleos a causa de ello!

Había un autobús lleno de gente y sale un borrachito y dice: ¿A quién se le perdió un fajo de billetes de $100 que están unidos con una liguita de caucho?
Sale un señor y dice:
- ¡A mí!
- ¡Pues encontré la liguita! Responde el borrachito.

- ¿Sabes por qué anda triste el gusanito?
- Porque descubrió que su mamá era una arrastrada.

- ¡Doctor, doctor, me quebré el brazo!
- ¿Y cómo hizo?
- ¡Crack!

- ¿Qué es lo primero que hace un burro cuando sale al sol?
- Sombra.

Viene un becerrito y le dice a la mamá oveja:
- Mamá, mamá, ¿Puedo ir al baño?
La mamá le dice:
- ¡Beeeee!

- ¿Cuál es el mar más peligroso?
- El mar-ido.

- ¿Qué le dijo una silla a otra silla?
- ¡Si-lla! ¡Vámonos!

- ¿Cuál es el sol más musical?
- El sol-ista.

Erase una vez un hombre tan tacaño, pero tan tacaño, que cuando veía la misa los domingos por la televisión, bajaba el volumen cuando llegaba la parte de las ofrendas.

Este es un señor que entra en un bar y le dice al camarero:
- ¿Me puede traer una tortilla?
Y el camarero le pregunta:
- ¿Francesa o española?
- Me da igual, no voy a hablar con ella.