Sonríe, que Jesús te ama!

- Luisito: define la palabra descanso...
- Profe... no sé lo que es.
- Una pista: ¿qué hace tu papá después del trabajo?
- ¡Eso es lo mismo que mi mamá quisiera saber!

- Doctor, lo está esperando el hombre invisible.
- Bueno, dígale que hoy no puedo verlo.

Los enemigos vienen a atacar, dice el comandante, así que le pregunta a un soldado:
- ¿Como cuántos son?
El soldado responde:
- Como 1001.
- ¿Y cómo sabe que son 1001?
- Es que viene uno adelante, y como mil atrás.

Estaba el presidente del país y le dice a todos sus habitantes:
- Ciudadanos, les tengo una buena y mala noticia.
- ¿Cuál es la buena?
- Que nuestras deudas con el extranjero han sido saldadas. Todas!
- ¿Y la mala?
- Que tenemos 72 horas para abandonar el país.

...¿que nunca te voy a olvidar?
- Pues, ni que fueras mi contraseña...

Le pregunta una amiga a otra:
- ¿Y cómo te ha dio en tu matrimonio?
- Pues, regular... mi marido los fines de semana en bares y discotecas...
- ¿De mucha rumba?
- No... buscándome.

- Pues mi mujer hace dos semanas me pidió 300 euros. La semana pasada, 600. y Hoy me pide 1000!
- ¿Y para qué te pide todo eso?
- Pues no lo sé porque nunca le he dado.

Un señor de vida muy desordenada llegó tarde a una diligencia en un juzgado, y no encontrando dónde parquear su carro, hace esta oración: Dios mío, si me concedes un sitio perfecto para mi carro, ya no me emborracho más, ni cobraré nunca más de lo que es justo en mi trabajo, ni permitiré pensamiento simpuros en mi cabeza... Mientras así oraba un carro que estaba en el sitio perfecto se dispuso a salir. Entonces el hombre dijo:
- No te preocupes, Señor, ya encontré dónde dejar mi carro.

- ¿Cómo se dice apagón en Chino?
- Chin-Lú.

- Quién dijo: De niño, siempre quise ser el primero
- Juan Pablo II.

Un niño llega a su casa y le dice a su mamá:
- Mamá, en la escuela todos me dicen que soy envidioso.
La mamá responde:
- Mándalos a todos a la porra...
- Ah, claro, ¿Por qué ellos sí y yo no?

- ¿Cómo se llama el campeón de buceo japonés?
- Tokofondo.
- ¿Y el subcampeón?
- Kasitoko.

- Aló, ¿hablo con el Servicio Secreto?
- No puedo decirle.

- ¿Cómo te va por el gimnasio?
- ¡¡Brutal!! Me salen músculos que ni siquiera conozco. Mira... ¿Cómo se llamará éste?
- Trapecio.
- Yo a ti también, hombre, y mucho!!

- Homerito, ¿de qué vive tu papá?
- Mi papá vive de las letras.
- Ah, ¿es escritor?
- No, vive tomando vitaminas A, B, C, D.

Había una vez un pollito que era tan, pero tan inteligente, que en vez de decir pí, decía 3.1416

- ¿En qué se parece una maestra y un termómetro?
- En que cuando los dos marcan cero todos tiemblan.

- ¿Que le dice un lápiz grafito a un saca punta?
- Creo que esta relación va acabar conmigo...

Este era una vez un jugador tan malo, pero tan malo, que cuando por fin metió un gol, en la repetición lo falló.

Jaimito le dice a su padre:
- ¡Papá, papá, tengo una noticia buena y otra mala!
- ¿Cuál es la buena, Jaimito?
- ¡Que he aprobado todas!
- ¿Y la mala?
- ¡Que es mentira!

- Mamá, ¿cuál de las amigas que te presenté, crees que es mi novia?
- La de vestido negro.
- ¡Wow! ¿cómo lo supiste?
- La verdad, fue la que me cayó mal.

Estan dos madres y una le dice a la otra:
- Escucha, dile a tu hijo que me deje de imitar.
- ¡Niño! ¡Deja de hacer el tonto!

Caperucita Roja se casó con el principe azul, y tuvieron un hijo violeta.

- ¿Por qué tan poquitos elefantes navegan en Internet?
- Porque le tienen miedo al mouse.

Llega una familia al cine...
- ¿Me puede dar tres boletos por favor?
- Claro, tres boletos para Los Miserables.
- Oigame, somos pobres pero por favor, respeto.

Un borrachito leyó mucho sobre lo mal que hace la bebida, y luego de mucho pensarlo sacó una conclusión: Dejar la lectura.

En el ejército el sargento le grita a un soldado novato:
- ¡Soldado! ¿Dígame que siente usted cuando ve ondear la bandera de su patria?
- Viento, mi sargento.

- Mamá, ¿qué haces en frente de la computadora con los ojos cerrados?
- Nada, hijo, es que Windows me dijo que cerrara las pestañas...

Hacemos casas a domicilio.

La profesora dice:
- Pablito venía para la escuela, pisó una cáscara de banano y se cayó y se quebró una pierna. ¿Qué hay que aprender de esto Juanito?
- ¡Lo peligroso que es venir a la escuela!