Lección III:
La Vida en el Espíritu

La conversión no puede quedarse como un punto o momento aislado; es el comienzo de una vida nueva. La garantía de la verdad y la fecundidad de esa vida nos la otorga el Don por excelencia, que es el Espíritu Santo.

III-A. Una vida en el amor

111. Maestro, ¿cuál es el precepto mas importante de la ley? Le respondió: Amarás al Señor tu Dios, de todo corazón, con toda el alma, con toda tu mente. Este es el precepto mas importante, pero el segundo es equivalente: Amarás al prójimo como a ti mismo. Estos dos preceptos sustentan la ley entera y los profetas. (Mt 22,36-40)

112. Dice el Señor: Yo os he amado. (Mal 1,2)

113. Me casaré contigo para siempre, me casaré contigo a precio de justicia y derecho, de afecto y de cariño. Me casaré contigo a precio de fidelidad, y conocerás al Señor. (Os 2, 21-22)

114. Amarás a Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas. (Dt 6,4)

115. Es fuerte el amor como la muerte. (Ct 8,6)

Véase también: IV-A, IV-B, IV-C, V-C, X-C

III-B. Pureza, interior y exterior

116. Por encima de todo cuidado, guarda tu corazón, porque de él brotan las fuentes de la vida. (Pr 4,23)

117. Esta es la voluntad de Dios: que seáis santos. Que os abstengáis de la fornicación; que cada uno sepa usar de su cuerpo con respeto sagrado, no por pura pasión, como los paganos que no conocen a Dios; que en este asunto, nadie ofenda o perjudique a su hermano, porque el Señor castiga tales ofensas, como os lo tenemos dicho e inculcado. Dios no os ha llamado a la impureza, sino a la santificación. (1 Ts 4,3-7)

118. Habéis oído que se dijo: no cometerás adulterio. Pues yo os digo que quien mira a una mujer deseándola ya ha cometido adulterio con ella en su corazón. (Mt 5, 27-28)

119. Raíz de los pensamientos es el corazón; de él salen cuatro ramas: bien y mal, vida y muerte; pero al final quien decide es la lengua. (Sir 37,17-18)

120. En todos tus actos vela sobre ti. (Sir 32,23)

Véase también: II-D

III-C. Una vida ungida por el poder del Espíritu Santo

121. Existen carismas diversos, pero un mismo Espítiru; existen ministerios diversos, pero un mismo Señor; existen actividades diversas, pero un mismo Dios que ejecuta todo en todos. A cada uno se le da una manifestación del Espíritu para el bien común. (1 Cor 12,4-7)

122. ¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros? (1 Cor 3,16)

123. El fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, modestia, dominio propio. (Ga 5,22-23)

124. Jesús le contestó: Si conocieras el don de Dios y quién es el que te pide de beber, tú le pedirías a él, y te daría agua viva. (Jn 4,10)

Véase también: IV-E, X-F

III-D. El ejercicio continuo de la fe

125. Fe es la constancia de lo que se espera, la prueba de lo que no se ve. (Hb 11,1)

126. Y mientras vivo en carne mortal, vivo de fe en el hijo de Dios, que me amó y se entregó por mí. (Ga 2,20)

127. Por la fe en Cristo Jesús todos sois hijos de Dios. Los que os habéis bautizado consagrándoos a Cristo os habéis revestido de Cristo. Ya no se distingue judío y griego, esclavo y libre, hombre y mujer, pues con Cristo Jesús todos sois uno. Y si vosotros pertenecéis a Cristo, sois descendencia de Abrahán, herederos de la promesa. (Ga 3,26-29)

128. Mientras tenéis luz, creed en la luz para estar iluminados. (Jn 12,36)

Véase también: I-E, VIII-A, VIII-D

III-E. La fe verdadera da fruto de buenas obras

129. Hermanos míos, ¿de qué le sirve a uno alegar que tiene fe si no tiene obras? (St 2,14)

130. Muchos hombres se dicen piadosos; pero un hombre fiel, ¿quién lo encontrará? (Pr 20,6)

131. Lo que tengáis que hacer hacedlo de corazón, como sirviendo al Señor y no a los hombres; convencidos de que de el Señor recibiréis como recompensa la herencia. (Col 3,23-24)

Véase también: I-E, IV-E, VI-A, X-C

III-F. Cristo, centro, referencia y medida de todo

132. Mi vida es Cristo y morir es ganancia. (Flp 1,21)

133. El es anterior a todo y todo tiene en él su consistencia. El es la cabeza del cuerpo, de la Iglesia. Es el principio, el primogénito de los muertos, para ser el primero de todos. (Col 1,17-18)

134. Por él, antes de la creación del mundo, nos eligió para que por el amor fuéramos santos e irreprochables en su presencia. Por Jesucristo, según el designio de su voluntad, nos predestinó a ser sus hijos adoptivos. (Ef 1,4-5)

135. Somos hechura suya, creados por medio de Cristo Jesús para realizar las buenas acciones que Dios nos había asignado como tarea. (Ef 2,10)

136. El les replicó: Madre mía y hermanos míos son los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen. (Lc 8,21)

Véase también: I-D, IV-A, VII-C, X-F

III-G. Vida en comunidad de verdaderos hermanos

137. Dios ha elegido a los débiles del mundo para humillar a los fuertes; a los plebeyos y despreciados del mundo ha elegido Dios, a los que nada son, para anular a los que son algo. Y así nadie podrá engreírse ante Dios. (1 Cor 1,27-29)

138. Dios los dispuso en la iglesia: primero apóstoles, segundo profetas, tercero maestros, después milagros, después carismas de curaciones, de asistencia, de gobierno, de lenguas diversas. (1 Cor 12,28)

Véase también: IV-C, IV-E, V-C, VI-B

III-H. Vigilancia y no fiarnos de nosotros mismos

139. Procura que tu fuente de luz no quede oscura. (Lc 11,35)

140. Sed sobrios, vigilad, que vuestro adversario el diablo, como león rugiendo, da vueltas buscando a quien devorar. Resistidle firmes en la fe, sabiendo que vuestros hermanos por el mundo sufren las mismas penalidades. (1 P 5,8-9)

141. El que ama el peligro caerá en él. (Sir 3,26)

Véase también: II-A, II-H, V-G

III-I. Discernimiento y búsqueda incesantes

142. No apaguéis el espíritu, no despreciéis la profecía, examinadlo todo y retened lo bueno; evitad toda especie de mal. (1 Ts 5,18-22)

143. Buscarás al Señor, tu Dios, y lo encontrarás si lo buscas con todo el corazón y con toda el alma. (Dt 4,29)

144. Entrad por la puerta estrecha; porque es ancha la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición y son muchos los que entran por ella. ¡Qué estrecha es la puerta, y qué angosto el camino que lleva a la vida, y son pocos los que dan con ella! (Mt 7,13-14)

145. Feliz el hombre que se ejercita en la sabiduría. (Sir 14,20)

146. ¡Qué grande el que ha encontrado sabiduría! Mas no aventaja a quien teme al Señor. El temor del Señor vale más que todo. Nadie puede compararse a quien lo posee. (Sir 25,10-11)

Véase también: II-G, V-G, VII-C

III-J. Verdadero abandono en Dios

147. Mis planes no son vuestros planes, vuestros caminos no son mis caminos. Como el cielo está por encima de la tierra, mis caminos están por encima de los vuestros, y mis planes de vuestros planes. (Is 55,8-9)

148. Bienes y males, vida y muerte, pobreza y riqueza vienen del Señor. (Sir 11,14)

Véase también: I-F, II-F, VII-D

III-K. Hacer bueno uso de las cosas de esta tierra

149. No acumuléis riquezas en la tierra, donde roe la polilla y la carcoma, donde los ladrones abren brechas y roban. Acumulad riquezas en el cielo, donde no roen polilla ni carcoma, donde los ladrones no abren brechas ni roban. Pues donde está tu riqueza, allí estará tu corazón. (Mt 6,19-21)

150. Buena es la riqueza en la que no hay pecado. (Sir 13,24)

151. Nada trajimos al mundo y nada podremos llevarnos. Con tener vestido y alimento nos contentaremos. Los que se afanan por enriquecerse, caen en tentaciones y trampas y múltiples deseos insensatos y profanos, que precipitan a los hombres en la ruina y la perdición. La raíz de todos los males es la codicia: por entregarse a ella, algunos se alejaron de la fe y se atormentaron con muchos sufrimientos. (1 Tm 6,7-10)

Véase también: II-E, V-E, VI-A

III-L. Una vida en la virtud

152. Tú, hombre de Dios, busca la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la bondad. Pelea el noble combate de la fe. Aférrate a la vida eterna, a la cual te llamaron cuando hiciste tu noble confesión ante muchos testigos. (1 Tm 6,11-12)

153. Por lo demás, hermanos, ocupaos de cuanto es verdadero, noble, justo, puro, amable y loable, de toda virtud y todo valor. (Flp 4,8)

Véase también: II-D, IV-C, VIII-D


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