PALABRA VIVA PARA ESTE DIA

Fiesta de la Virgen María,
Nuestra Señora de Gudalupe
Diciembre 12

Textos y archivos de audio por: Fr. Nelson Medina, O.P.
Derechos Reservados © 2003.
L a reproducción de estos textos y archivos de audio, para uso privado o público, está permitida, aunque solamente
sin fines de lucro y citando la fuente:
http://fraynelson.com/homilias.html.
 

Homilía
para leer

Homilías para escuchar

Lecturas y Oraciones del día

Cómo apoyar este proyecto

 

Retorno a la página de Homilías

Lecturas y Oraciones del día

[volver arriba]

Oración Colecta

Oremos:
Padre de misericordia, que has puesto a este pueblo tuyo bajo la especial protección de la siempre Virgen María de Guadalupe, Madre de tu Hijo, concédenos, por su intercesión, profundizar en nuestra fe y buscar el progreso de nuestro pueblo por caminos de justicia y de paz.
Por nuestro Señor Jesucristo…
Amén.

Primera Lectura
Yo soy la madre del amor. Vengan a mí, los que me aman

Lectura del libro del Eclesiástico
24, 23-31

Yo soy como una vid de fragantes hojas y mis flores son producto de gloria y de riqueza. Yo soy la madre del amor, del temor, del conocimiento y de la santa esperanza. En mí está toda la gracia del camino y de la verdad, toda esperanza de vida y de virtud. Vengan a mí, ustedes, los que me aman y aliméntense de mis frutos. Porque mis palabras son más dulces que la miel y mi heredad, mejor que los panales. Los que me coman seguirán teniendo hambre de mí, los que me beban seguirán teniendo sed de mí; los que me escuchan no tendrán de qué avergonzarse y los que se dejan guiar por mí no pecarán. Los que me honran tendrán una vida eterna.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial
Del salmo 66

Que te alaben, Señor, todos los pueblos.

Que Dios se compadezca de nosotros, nos bendiga y nos mire con amor; así todos los pueblos de la tierra conocerán tu salvación.
Que te alaben, Señor, todos los pueblos.

Que canten de alegría las naciones porque riges el mundo con justicia; con equidad gobiernas a los pueblos, con rectitud los guías.
Que te alaben, Señor, todos los pueblos.

Que te alaben, Señor, todos los pueblos, que los pueblos te aclamen todos juntos. Que el Señor continúe bendiciéndonos para que todo el orbe lo conozca.
Que te alaben, Señor, todos los pueblos.

Aclamación antes del Evangelio

Aleluya, aleluya.
Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu se llena de júbilo en Dios, mi salvador.
Aleluya.

Evangelio
Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre

Ý Lectura del santo Evangelio según san Lucas
1, 39-48

Gloria a ti, Señor.

En aquellos días, María se encaminó presurosa a un pueblo de las montañas de Judea, y entrando en la casa de Zacarías, saludó a Isabel. En cuanto ésta oyó el saludo de María, la criatura saltó en su seno. Entonces Isabel quedó llena del Espíritu Santo, y levantando la voz, exclamó:
«¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que la madre de mi Señor venga a verme? Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de gozo en mi seno. Dichosa tú, que has creído, porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor».
Entonces dijo María:
«Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu se llena de Júbilo en Dios, mi salvador, porque puso sus ojos en la humildad de su esclava».
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas

Acepta, Señor, los dones que te presentamos en esta solemnidad de Nuestra Señora de Guadalupe, y haz que este sacrificio nos dé fuerza para cumplir tus mandamientos como verdaderos hijos de la Virgen María.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

Prefacio
La Iglesia alaba a Dios con las palabras de María

El Señor esté con ustedes.
Y con tu espíritu.
Levantemos el corazón.
Lo tenemos levantado hacia el Señor.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
Es justo y necesario.

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias y proclamar que eres admirable en la perfección de todos tus santos, y de un modo singular en la perfección de la Virgen María.
Por eso, al celebrarla hoy, queremos exaltar tu generosidad inspirados en su propio cántico, pues en verdad, has hecho maravillas por toda la tierra, y prolongaste tu misericordia de generación en generación, cuando complacido en la humildad de tu sierva, nos diste por su medio al autor de la vida, Jesucristo tu Hijo, nuestro Señor.
Por él,
los ángeles y los arcángeles te adoran eternamente gozosos en tu presencia. Permítenos unirnos a sus voces cantando tu alabanza:
Santo, Santo, Santo …

Antífona de la Comunión

No ha hecho nada semejante con ningún otro pueblo; a ninguno le ha manifestado tan claramente su amor.

Oración después de la Comunión

Oremos:
Que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, que hemos recibido en este sacramento nos ayuden, Señor, por intercesión de nuestra santísima Madre de Guadalupe, a reconocernos y a amarnos todos como verdaderos hermanos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

Homilía para escuchar  [Predicaciones distintas a la homilía para leer]

[volver arriba]

 

Tabla de Versiones para estas lecturas:

 

Escuchar
(streaming)

Grabar
(download)

Comentar
(haga click en el renglón correspondiente, para enviarnos su testimonio, comentario o sugerencia sobre la respectiva predicación)

Versión 1

12 min. 36 seg.

635 Kb

mi opinión

Versión 2

11 min. 18 seg.

1390 Kb

mi opinión

Versión 3

 

 

 

Versión 4

 

 

 

Versión 5

 

 

 

Homilía para leer

1. La maravilla como puerta al Dios Admirable

1.1 Varias veces los Evangelios nos presentan el profundo sentimiento de admiración, incluso estupor, de las multitudes ante las obras de Jesús. Esta admiración es una puerta que no debe ser despreciada como camino para la conversión y la transformación de la vida entera, pues el que admira está dispuesto a dejarse guiar y está en excelente actitud para dejarse impregnar por el poder de la gracia.

1.2 Los hechos que hemos escuchado sobre las apariciones de la Virgen en el Tepeyac tienen ese tinte maravilloso. No como ostentación sino como esplendor. Algo como lo que sucedió el día en que Moisés vio una zarza que ardía sin consumirse (Éx 3). Aquel portento atrajo su atención, es decir, lo asombró, y de aquel asombro partió un diálogo, una alianza, un camino, una liberación. El Dios admirable es el Dios esplendoroso; el Dios maravilloso es el que nos rebasa y levanta nuestra atención como un modo de indicar que puede también levantar nuestra vida.

2. Un templo para María

2.1 Se quejan los cristianos no católicos y suelen criticar con fuerza el origen celestial de aquellas apariciones a San Juan Diego, y piensan encontrar un argumento irrebatible en aquello que cuenta la historia: ¿cómo es eso de un templo para María? ¿No se supone que los templos, si es que hay que hacerlos, han de construirse sólo para Dios? No nos apresuremos a contestar; no seamos agresivos con quienes están en desacuerdo con nosotros, incluso si manifiestan este desacuerdo de mala manera. Simplemente dejemos que hablen los hechos.

2.2 He aquí las palabras que la historia recoge como dichas por María a Juan Diego: <<Mucho quiero que se me construya una casita para mostrar a mi hijo y para darlo a todos los hombres que me invoquen>>. Pregunta: ¿es esta una casa para adorar a María como si fuera una diosa? Respuesta: Ella misma dice para que es esa <<casita>>, ese templo, al que llama suyo. El propósito es sólo uno: <<mostrar a mi hijo>>. Un predicador que quiere hacer oír la palabra de Dios pide un micrófono; María, que quiere mostrarnos las benditas gracias y admirables enseñanzas de su Hijo, pide una casa. Ella es una mujer de casa y quiere recibirnos como en su casa para entregarnos sus tesoros.

2.3 Es razonable, pues, el celo de quienes se preocupan que descuidemos nuestra mirada de Dios por quedarnos con una creatura; pero este celo por la gloria divina tiene mucho que agradecer y poco que temer en el caso del Tepeyac: todo allí habla de mirar hacia Jesús. La Casa es porque la Señora quiere <<darnos a su hijo>>. ¿Habrá señal más grande del origen celeste de estos hechos tan cargados de sencillez como de ternura?

3. Guadalupe y la Eucaristía

3.1 María quiere darnos a su Hijo; el Hijo quiere darse a sí mismo. Guadalupe y la Eucaristía son dos misterios inseparables. La voluntad de la Señora brota de la voluntad del Señor, y ambas voluntades admirablemente unidas se vuelven una sola ofrenda en el altar, especialmente cuando el sacerdote dice: <<Por Cristo, con Él y en Él...>>.

3.2 Guadalupe es una escuela de evangelización y, a la vez, una escuela de adoración. Un lugar para admirar, agradecer y celebrar, así como un camino para aprender a proclamar, profesar y predicar el misterio de Cristo, Hijo del Dios <<por quien se vive>>, como dijo la Santa Virgen María, que tanto amó a América, desde el prólogo mismo de nuestra historia cristiana.

[volver arriba]

 

*** Tenga en cuenta que no todos los prefacios aquí transcritos son de uso normativo. ***

Estos textos litúrgicos y bíblicos  han sido proporcionados con autorización
a partir de esta completísima página de lecturas en uso en la liturgia católica.

+

[volver arriba]

Retorno a la página de Homilías