PALABRA VIVA PARA ESTE DIA

Ciclo B, Tiempo Ordinario,
Domingo de la Semana No. 28

 

Textos y archivos de audio por: Fr. Nelson Medina, O.P.
Derechos Reservados © 2003.
L a reproducción de estos textos y archivos de audio, para uso privado o público, está permitida, aunque solamente
sin fines de lucro y citando la fuente:
http://fraynelson.com/homilias.html.
 

Homilía
para leer

Homilías para escuchar

Lecturas y Oraciones del día

Cómo apoyar este proyecto

 

Retorno a la página de Homilías

Lecturas y Oraciones del día


Oración Colecta

Oremos:
Te pedimos, Señor, que tu gracia nos inspire y acompañe, de manera que estemos dispuestos a obrar siempre el bien.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.

Primera Lectura
En comparación de la sabiduría, tuve en nada la riqueza

Lectura del libro de la Sabiduría
7, 7-11

Supliqué y se me concedió la prudencia, invoqué y vino a mí un espíritu de sabiduría. La preferí a los cetros y a los tronos, y en comparación con ella tuve en nada la riqueza. No se puede comparar con la piedra más preciosa, porque todo el oro junto a ella es un poco de arena, y la plata es como lodo en su
presencia. La tuve en más que a la salud y a la belleza, me propuse tenerla por luz, porque su resplandor nunca se apaga. Todos los bienes me vinieron con ella, sus manos me trajeron riquezas incontables.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial
Sal 89, 12-13.14-15.16-17

Sácianos, Señor, de tu misericordia.

Enséñanos a calcular nuestros días, para que adquiramos un corazón sabio. ¿Cuánto tardarás, Señor, en atendernos? Ten compasión de tus siervos.
Sácianos, Señor, de tu misericordia.

Sácianos de tu amor por la mañana, para que vivamos con alegría y júbilo. Alégranos tantos días como nos hiciste sufrir, tantos años como conocimos desgracias.
Sácianos, Señor, de tu misericordia.

Que tus siervos veamos tus acciones, y nuestros hijos contemplen tu esplendor. Que descienda sobre nosotros la bondad del Señor, nuestro Dios. Da éxito a todo cuanto hagamos.
Sácianos, Señor, de tu misericordia.

Segunda Lectura
La palabra de Dios descubre los pensamientos e intenciones del corazón

Lectura de la carta a los Hebreos
4, 12-13

Hermanos: La palabra de Dios es viva y eficaz, más penetrante que una espada de dos filos: penetra hasta la división del alma y del espíritu, hasta lo más profundo del ser y discierne los pensamientos e intenciones del corazón. Así que no hay criatura que esté oculta a Dios. Todo queda al desnudo y al descubierto ante los ojos de Aquél a quien hemos de rendir cuentas.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Aclamación antes del Evangelio

Aleluya, aleluya.
Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
Aleluya.

Evangelio
Ve y vende lo que tienes y sígueme

Lectura del santo Evangelio según san Marcos
10, 17-30

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino, se le acercó uno corriendo, se arrodilló y le preguntó:
«Maestro bueno,
¿qué debo hacer para alcanzar la vida eterna?»
Jesús le contestó:
«
¿Por qué me llamas bueno? Sólo Dios es bueno. Ya sabes los mandamientos: No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no levantarás falso testimonio, no cometerás fraudes, honrarás a tu padre y a tu madre».
El contestó:
«Maestro, todo eso lo he cumplido desde pequeño».
Jesús lo miró con amor y le dijo:
«Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres; así tendrás un tesoro en los cielos; luego ven y sígueme».
Pero al oír estas palabras, él se entristeció y se fue apesadumbrado, porque tenía muchos bienes. Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos:
«
¡Qué difícil les va a ser a los ricos entrar en el Reino de Dios!»
Los discípulos quedaron sorprendidos ante estas palabras. Pero Jesús insistió:
«Hijitos,
¡qué difícil es para los que confían en las riquezas entrar en el Reino de Dios! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja que a un rico entrar en el Reino de Dios».
Ellos se asombraron todavía más y comentaban:
«Entonces,
¿quién puede salvarse?»
Jesús, mirándolos fijamente, les dijo:
«Es imposible para los hombres, no para Dios. Para Dios todo es posible».
Entonces Pedro le dijo a Jesús:
«Señor, ya ves que nosotros lo hemos dejado todo para seguirte».
Jesús dijo:
«Les aseguro que quien haya dejado casa, o hermanos o hermanas, o padre o madre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, recibirá ahora, en esta vida, cien veces más en casas, hermanos y hermanas, madres e hijos, y tierras, junto con persecuciones, y en el mundo futuro vida eterna».
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Se dice «Credo».

Oración de los Fieles

Celebrante:
Llenos de confianza en el Señor, oremos, hermanos y hermanas, por todos los seres humanos y por sus necesidades.
(Respondemos: Te rogamos, Señor, ten piedad).

Para que Dios conceda el espíritu de paciencia y de caridad a los cristianos perseguidos por su nombre y los ayude a ser testigos fieles y verídicos de su Evangelio, roguemos al Señor.
Señor, ten piedad.

Para que Dios conceda prudencia a los gobernantes y honradez a todos los ciudadanos, a fin de que se mantengan la armonía y la justicia en la sociedad, roguemos al Señor.
Señor, ten piedad.

Para que el Señor, el único que puede hacer prosperar el trabajo humano, bendiga los esfuerzos
de los trabajadores y haga que la tierra dé frutos abundantes para todos, roguemos al Señor.
Señor, ten piedad.

Para que Dios no permita que en la hora de nuestra muerte, desesperados y sin acordarnos de él, nos sintamos como arrancados de este mundo; sino que, confiados y con una gran paz, lleguemos a la feliz vida eterna, roguemos al Señor.
Señor, ten piedad.

Celebrante:
Dios nuestro, que juzgas las intenciones y los pensamientos del corazón humano y ves claramente todo lo que has creado; escucha nuestras oraciones y atraviesa nuestros corazones con la espada de doble filo de tu palabra, para que, iluminados por tu sabiduría, valoremos rectamente las cosas terrenas y las eternas y, libres de la seducción de las riquezas, recibamos el ciento por uno y la vida eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

Oración sobre las Ofrendas

Acepta, Señor, nuestras ofrendas y concédenos que esta Eucaristía nos ayude a conseguir la gloria del cielo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

Prefacio
Nuestra salvación por el Hijo de Dios hecho hombre

El Señor esté con ustedes.
Y con tu espíritu.
Levantemos el corazón.
Lo tenemos levantado hacia el Señor.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
Es justo y necesario.

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque manifestaste admirablemente tu poder no sólo al socorrer nuestra débil naturaleza con la fuerza de tu divinidad, sino prever el remedio en la misma debilidad humana, y así de lo que fue causa de nuestra ruina hiciste el principio de nuestra salvación, por Cristo, Señor nuestro.
Por él, los ángeles te cantan con júbilo eterno, y nosotros nos unimos a sus voces cantando humildemente tu alabanza:
Santo, Santo, Santo

Antífona de la Comunión

Los que buscan riquezas, sufren pobreza y hambre; los que buscan al Señor, no carecen de nada.

Oración después de la Comunión

Oremos:
Te pedimos, Señor, humildemente, que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo que hemos recibido en alimento, nos comuniquen su misma vida.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

Homilía para escuchar  [Predicaciones distintas a la homilía para leer]

[volver arriba]

 

Tabla de Versiones para estas lecturas:

 

Escuchar
(streaming)

Grabar
(download)

Comentar
(haga click en el renglón correspondiente, para enviarnos su testimonio, comentario o sugerencia sobre la respectiva predicación)

Versión 1

14 min. 24 seg.

1770 Kb

                    mi opinión

Versión 2

8 min. 6 seg.

997 Kb

                    mi opinión

Versión 3

7 min. 2 seg.

355 Kb

                    mi opinión

Versión 4

 

 

 

Versión 5

 

 

 

Homilía para leer

[volver arriba]

1. La grandeza de una opción

1.1 El tema central de las lecturas de este domingo es la opción. La grandeza y al mismo tiempo toda la responsabilidad de ser humanos depende de esa palabra: opción; optar.

1.2 Por otra parte, es obvio que no todas las opciones tiene idéntico peso. Optar por salir al parque o ir a ver el partido de fútbol es algo relativamente trivial. Optar por una carrera profesional o por otra es algo más serio. Y así podemos pensar que hay una jerarquía de opciones en la vida, y que eventualmente uno toma alguna opción que podemos llamar <<fundamental>>.

2. Opciones fundamentales

2.1 La opción fundamental de algún modo es la escogencia radical que hacemos para darle una forma específica a nuestra vida. Así por ejemplo, en la primera lectura de hoy encontramos a alguien, que según el relato es Salomón, que ha hecho una opción radical por algo maravilloso que es la sabiduría. No un asunto de amontonar conocimientos o teorías, sino un modo de vida; una opción fundamental, que en este caso ha traído una inmensa felicidad a Salomón.

2.2 Ahora bien, Cristo se presenta en el evangelio como la gran opción, como la opción fundamental, y ciertamente no acepta ser menos que eso. Hay una especie de intransigencia de Cristo que nos confronta con lo más radical de nuestro ser y nos empuja a decidirnos por él o sin él.

2.3 Esta <<intransigencia>> del Señor no es capricho. En él, en Cristo, Dios se está dando a sí mismo. Como dirían siglos después Santa Catalina de Siena o San Juan de la Cruz: <<más no nos podía dar>>. Por eso el rechazo a Cristo es una opción que configura todo en la vida de una persona; y por eso también la acogida de la persona y el mensaje de Jesús toca todo en la vida del creyente.

*** Tenga en cuenta que no todos los prefacios aquí transcritos son de uso normativo. ***

Estos textos litúrgicos y bíblicos  han sido proporcionados con autorización
a partir de esta completísima página de lecturas en uso en la liturgia católica.

+

[volver arriba]

Retorno a la página de Homilías