ESCUCHA, Meditación sobre los Salmos llamados de las Subidas

Escuela de Vida Interior, Tema 35: Meditación sobre los Salmos llamados de las Subidas

* Texto utilizado como ejemplo, el Salmo 122:

¡Qué alegría cuando me dijeron:
«Vamos a la casa del Señor»!
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén.

Jerusalén está fundada
como ciudad bien compacta.
Allá suben las tribus,
las tribus del Señor,

según la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor;
en ella están los tribunales de justicia,
en el palacio de David.

Desead la paz a Jerusalén:
«Vivan seguros los que te aman,
haya paz dentro de tus muros,
seguridad en tus palacios».

Por mis hermanos y compañeros,
voy a decir: «La paz contigo».
Por la casa del Señor, nuestro Dios,
te deseo todo bien.

* Para evitar desviaciones doctrinales y usos inapropiados del lenguaje celebrativo de los sacrificios, el Libro del Deuteronomio prescribió que sólo hubiera u lugar de culto: el templo de Jerusalén.

* Esto hizo que los israelitas organizaran su vida introduciendo un elemento nuevo: peregrinaciones a la Ciudad Santa. Y como Jerusalén está construida al modo de las ciudades antiguas, en una colina para ser mejor defendida, esas peregrinaciones tenían la estructura de un ascenso, una “subida,” y por ello los salmos que por costumbre servían para acompañar las jornadas de los peregrinos son llamados “salmos de las subidas.”

* Conviene recordar la dureza de esos largos trayectos que suponían abundantes sacrificios pero que a la vez afianzaban la fe del pueblo y su cohesión como nación elegida por Dios.

* Por eso podemos asegurar que hay bienes permanentes que están inscritos en estos salmos, entre los cuales es ampliamente conocido el 122. En síntesis, de ellos recibimos:

(1) Al peregrinar retomamos conciencia del carácter comunitario de nuestra fe.

(2) Peregrinar nos ayuda a tomar conciencia de cómo habremos de desprendernos de todo y quedarnos con lo esencial.

(3) Los lugares significativos nos ayudan a recordar que hay una meta en la vida.

* * *

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ESCUCHA, Meditación sobre el Salmo 2

Escuela de Vida Interior, Tema 36: Meditación sobre el Salmo 2

* Texto utilizado:

¿Por qué se amotinan las naciones,
y los pueblos planean un fracaso?

Se alían los reyes de la tierra,
los príncipes conspiran
contra el Señor y contra su Mesías:
«rompamos sus coyundas,
sacudamos su yugo.»

El que habita en el cielo sonríe,
el Señor se burla de ellos.
Luego les habla con ira,
los espanta con su cólera:
«yo mismo he establecido a mi Rey
en Sión, mi monte santo».

Voy a proclamar el decreto del Señor;
él me ha dicho: «Tú eres mi hijo:
yo te he engendrado hoy.
Pídemelo: te daré en herencia las naciones,
en posesión los confines de la tierra:
los gobernarás con cetro de hierro,
los quebrarás como jarro de loza.»

Y ahora, reyes, sed sensatos;
escarmentad los que regís la tierra:
servid al Señor con temor,
rendidle homenaje temblando;
no sea que se irrite, y vayáis a la ruina,
porque se inflama de pronto su ira.
¡Dichosos los que se refugian en él!

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

* La Biblia nos presenta muchas de las preguntas que inquietan la mente y el corazón del cristiano. Por ejemplo: ¿por qué la bondad de Dios encuentra una respuesta tan limitada y a veces sólo hostil departe del mundo? esta pregunta se hace más aguda cuando nos damos cuenta que la oposición al amor y al plan de Dios no es un hecho aislado sino, como decimos hoy, global.

* El salmo 2 expresa esa especie de certeza y desconcierto: “¿Por qué se amotinan las naciones… contra el Señor y contra su Mesías?” Al mismo tiempo, tiene otra certeza: se trata de un “fracaso”: no importa cuánta sea la altanería humana, ello no hará que Dios quede derrotado o que su plan deje de cumplirse.

* Precisamente, la soberbia humana está en la base de la rebeldía contra Dios. La bondad de Dios es insoportable para los soberbios no porque ignoren qué es lo bueno o porque no lo necesiten sino porque todo lo que implique reconocer que Dios es Dios implica también reconocer que no somos dioses sino creaturas, y por eso, seres sujetos a Él desde lo más hondo y permanente de nuestro ser.

* La “sonrisa” de Dios que el salmo menciona es propia de la sabiduría de quien reconoce que la soberbia sólo produce ceguera y fragilidad. De hecho, cuanto más despótico es un gobierno, con tanta mayor celeridad alimenta a la oposición que un día habrá de derribarlo. La Biblia constata cómo los arrogantes simplemente se vuelven etapas en una cadena de transmisión de poderes, de imperio a imperio, sin un sentido real ni esperanza de permanencia.

* “El que habita en cielo sonríe,” porque ve el absurdo del que se cree tan grande, y en el acto de su petulancia ya se vuelve pequeño, débil y ridículo. Por eso, la “cólera de Dios,” su “ira,” más que aludir a una especie de sentimiento de Dios (que sería forzosamente pasajero) apunta a la acumulación verificable de las consecuencias de nuestros pecados, y en particular, de nuestra vanidad y arrogancia.

* Frente a toda esa prepotencia estéril se alza el reinado del Mesías, establecido por Dios mismo. Los cristianos reconocemos sin esfuerzo en esta figura a Cristo, el Señor. Lo que seguramente nos suena extraño es aquello de gobernar “con cetro de hierro.” Semejante imposición, si es realizada literalmente, pondría la Mesías en el mismo plano de todos los imperios que se imponen por la fuerza para luego ser vencidos por la fuerza.

* La revelación del Nuevo testamento es, sin embargo, clara: la verdadera fuerza de Cristo está en la Verdad que trae y en el Amor que difunde. Y por ello, por ese cimiento profundo en la verdad y en el bien, su reinado no conoce fin.

* * *

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ESCUCHA, Meditación sobre el Salmo 103

Escuela de Vida Interior, Tema 37: Meditación sobre el Salmo 103

* Texto utilizado:

Bendice, alma mía, al Señor,
y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides sus beneficios.

El perdona todas tus culpas
y cura todas tus enfermedades;
el rescata tu vida de la fosa,
y te colma de gracia y de ternura;
el sacia de bienes tus anhelos,
y como un águila
se renueva tu juventud.

El Señor hace justicia
y defiende a todos los oprimidos;
enseñó sus caminos a Moisés
y sus hazañas a los hijos de Israel.

El Señor es compasivo y misericordioso,
lento a la ira y rico en clemencia;
no está siempre acusando
ni guarda rencor perpetuo;
no nos trata como merecen
nuestros pecados
ni nos paga según nuestras culpas.

Como se levanta el cielo sobre la tierra,
se levanta su bondad sobre sus fieles;
como dista el oriente del ocaso,
así aleja de nosotros nuestros delitos.

Como un padre
siente ternura por sus hijos,
siente el Señor ternura por sus fieles;
porque él conoce nuestra masa,
se acuerda de que somos barro.

Los días del hombre
duran lo que la hierba,
florecen como flor del campo,
que el viento la roza, y ya no existe,
su terreno no volverá a verla.

Pero la misericordia del Señor
dura siempre,
su justicia pasa de hijos a nietos:
para los que guardan la alianza
y recitan y cumplen sus mandatos.

El Señor puso en el cielo su trono,
su soberanía gobierna el universo.
bendecid al Señor, ángeles suyos,
poderosos ejecutores de sus órdenes,
prontos a la voz de su palabra.

Bendecid al Señor, ejércitos suyos,
servidores que cumplís sus deseos.
Bendecid al Señor, todas sus obras,
en todo lugar de su imperio.

¡Bendice, alma mía, al Señor!

* El mensaje de la misericordia ha caracterizado desde su comienzo al pontificado del Papa Francisco, que además ha querido un año jubilar, a iniciarse el 8 de diciembre de 2015, bajo el título de Misericordiae vultus, en conmemoración de los 50 años de la clausura del Concilio Vaticano II. No sólo con su enseñanza sino sobre todo con sus gestos, el Papa ha destacado el lugar central de la misericordia en la vida cristiana y en el hoy de las necesidades de la Iglesia y del mundo.

* La misericordia nos habla de poner o llevar a nuestro corazón las necesidades de nuestros hermanos, sobre todo las de aquellos que se ven incapaces de superar sus obstáculos. A la vez, la misericordia nos recuerda nuestra condición de radical indigencia, como camino que finalmente nos lleva a descubrir a un Dios que, sin necesitarnos hace suyas nuestras necesidades.

* La misericordia atraviesa toda la Sagrada Escritura. hay que librarse de la idea falsa que pretende poner toda la dureza de Dios en el Antiguo testamento para luego afirmar que en el Nuevo Testamento ha llegado por fin su ternura. En efecto:

(1) Como muestra el salmo 103, hay múltiples y muy hermosas expresiones del amor compasivo de Dios en el Antiguo testamento, así como de su ternura incomparable. Véase particularmente Isaías 49,15: “¿Puede una mujer olvidar a su niño de pecho, sin compadecerse del hijo de sus entrañas? Aunque ellas se olvidaran, yo no te olvidaré.”

(2) Mucho de lo que consideramos como “violencia” en el Antiguo Testamento es sencillamente expresión del celo de Dios por su pueblo, o de la indignación que causa la injusticia–y que es normal que cause.

(3) Otra parte de esa violencia tiene que ver con la extrema rudeza de aquellos tiempos y lugares. Sin un sistema de justicia más allá de la venganza personal, familiar o del clan, es de temer que las acciones de todos los implicados sean extremadamente agresivas.

(4) En el Evangelio, y específicamente en la enseñanza de Cristo no faltan severísimas advertencias sobre lo que implica rechazar su mensaje. En concreto, nadie en la Biblia habla tanto del infierno como Jesucristo. Y esto lo debemos ver como una expresión de su misma ternura que ciertamente no desea que ninguno de nosotros llegue allá.

* En todo caso, el tono de la predicación del Señor, ya anticipado en textos de tanta hermosura como el salmo 103, refleja ante todo el deseo inmenso, infinito como es Dios mismo, de que todos acojamos su mensaje de amor y alcancemos la plena amistad y comunión con Él.

* * *

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ESCUCHA, Meditación sobre el Salmo 145

Escuela de Vida Interior, Tema 38: Meditación sobre el salmo 145

* Texto utilizado:

Te ensalzaré, Dios mío, mi Rey;
bendeciré tu nombre por siempre jamás.

Día tras día, te bendeciré
y alabaré tu nombre por siempre jamás.

Grande es el Señor, merece toda alabanza,
es incalculable su grandeza;
una generación pondera tus obras a la otra,
y le cuenta tus hazañas.

Alaban ellos la gloria de tu majestad,
y yo repito tus maravillas;
encarecen ellos tus temibles proezas,
y yo narro tus grandes acciones;
difunden la memoria de tu inmensa bondad,
y aclaman tus victorias.

El Señor es clemente y misericordioso,
lento a la cólera y rico en piedad;
el Señor es bueno con todos,
es cariñoso con todas sus criaturas.

Que todas tus criaturas te den gracias, Señor,
que te bendigan tus fieles;
que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas;

explicando tus hazañas a los hombres,
la gloria y majestad de tu reinado.
Tu reinado es un reinado perpetuo,
tu gobierno va de edad en edad.

* * *

El Señor es fiel a sus palabras,
bondadoso en todas sus acciones.
El Señor sostiene a los que van a caer,
endereza a los que ya se doblan.

Los ojos de todos te están aguardando,
tú les das la comida a su tiempo;
abres tú la mano,
y sacias de favores a todo viviente.

El Señor es justo en todos sus caminos,
es bondadoso en todas sus acciones;
cerca está el Señor de los que lo invocan,
de los que lo invocan sinceramente.

Satisface los deseos de sus fieles,
escucha sus gritos, y los salva.
El Señor guarda a los que lo aman,
pero destruye a los malvados.

Pronuncie mi boca la alabanza del Señor,
todo viviente bendiga su santo nombre
por siempre jamás.

* El salmo 145 es un ejemplo magnífico del sentido de la alabanza en nuestra vida cristiana. Para comprender por qué y para aprender algunas lecciones de este salmo, conviene mirar primero de qué manera la alabanza en general es una fuerza transformante en la vida humana.

* Por muchas razones, internas y externas, nuestra inteligencia tiende a concentrase en los aspectos tristes, adversos o amenazantes de la vida humana–incluso si estamos dispuestos a reconocer que siempre hay cosas positivas y negativas.

(1) El instinto de conservación hace que aumentemos nuestra posibilidad de supervivencia si atendemos pronto las señales de peligro o ataque.

(2) De niños aprendimos que quejarse es un modo eficaz de ganar atención y algo de cariño.

(3) Conservar fresco en la memoria un dolor o resentimiento nos hace sentir que tenemos derecho a exigir, o a ser duros, egoístas o vengativos.

(4) Los noticieros refuerzan la tendencia a ver el lado oscuro de la vida, en algunos casos con despliegue cínico de sensacionalismo.

(5) El conocimiento trae poder. Los que llevan y traen historias saben que sus noticias preocupantes son información valiosa que otros considerarán útil, y por eso utilizan las malas noticias como mercancía preciosa que se comunic sólo a sorbos y sólo en secreto.

* Toda esa negatividad termina teniendo un efecto dañino en nuestra salud, en nuestra capacidad de amar y de esperar. Aprisionados por el temor y el pesimismo perdemos la perspectiva para encontrar los mejores caminos y respuestas a nuestros propios desafíos.

* De aquí la importancia del elogio y el estímulo: cuando nuestras cualidades y aciertos son reconocidos descubrimos que sí hay bien en nosotros, y entonces revive con fuerza el apetito hacia lo bueno, que es la brújula fundamental de todo el humano obrar.

* Es aún mayor el bien que proviene de la alabanza a Dios, que literalmente ensancha nuestro horizonte y pensamiento en proporciones infinitas. La alabanza correctamente entendida nos libera y nos centra en el Bien mayor, como meta y alegría propia de nuestra vida. Tal es el tesoro que traen los salmos y oraciones de alabanza a nuestro camino como creyentes.

* Destacamos algunas palabras propias de los salmos de alabanza:

(1) Exaltar, ensalzar: es alzar, poner en alto, hacer visible y central el bien de Dios.

(2) Siempre, toda la vida: la alabanza no se limita a lo grato. Un creyente solamente tiene días buenos porque su vida está en manos del que es bueno y más fuerte que todos. Sólo que hay días en que ya sabemos cuál es el bien recibido, y días en que todavía no descubrimos ese bien aunque sabemos que está y existe.

(3) Recordar, hacer memoria: nuestro Dios no es fruto de fantasía o deseo, y el bien que proclamamos es el bien que ha llegado a nuestra historia.

(4) Explicar proezas: no todos los regalos vienen empacados de la misma forma.

* * *

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ESCUCHA, Meditación sobre el Salmo 8

Escuela de Vida Interior, Tema 39: Meditación sobre el salmo 8

* Texto utilizado:

Señor, dueño nuestro,
¡que admirable es tu nombre
en toda la tierra!

Ensalzaste tu majestad sobre los cielos.
De la boca de los niños de pecho
has sacado una alabanza contra tus enemigos,
para reprimir al adversario y al rebelde.

Cuando contemplo el cielo, obra de tus manos;
la luna y las estrellas que has creado,
¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él;
el ser humano, para darle poder?

Lo hiciste poco inferior a los ángeles,
lo coronaste de gloria y dignidad,
le diste el mando sobre las obras de tus manos,
todo lo sometiste bajo sus pies:

rebaños de ovejas y toros,
y hasta las bestias del campo,
las aves del cielo, los peces del mar,
que trazan sendas por las aguas.

Señor, dueño nuestro,
¡que admirable es tu nombre
en toda la tierra!

* El salmo 8 es una escuela para un verbo de gran provecho: admirar. Pero hay un camino que nos lleva a percibir por qué importa tanto este verbo y cómo llegamos a él.

* Lo primero está en que Dios es nuestro DUEÑO lo cual implica dos cosas:

(1) Si soy suyo, soy importante para él. Me lleva tatuado en su mano (Isaías 49, 16). Aunque una madre se olvide del hijo de sus entrañas, el señor, mi Dueño, jamás se olvidará de mí (Isaías 49, 15).

(2) Si soy suyo, entonces no soy yo el dueño de la creación sino sólo ADMINISTRADOR, en Nombre de Dios, y bajo la autoridad de Dios: he aquí la fuente del respeto a la creación, sin caer en idolatría de lo creado.

* El nombre de Dios es admirable en toda la tierra: he aquí una invitación a descubrir las maravillas del saber y el poder de Dios en la naturaleza pero también en la historia humana. No es sólo la belleza de lo prístino e intacto de lugares exóticos y hermosos; es también ver que en medio del barro de las pretensiones y logros humanos, y más allá de nuestras muchas arrogancias y vanidades, Dios va escribiendo su propia narrativa.

* Tener ojos para ver las cosas de este modo es un don que en general conocen muy bien los niños, incluso desde pequeños. Su capacidad de admiración, confianza y percepción de detalles que a los demás se nos escapan nos hace entender por qué Jesús dice que sólo los que sean como ellos entrarán en el Reino de los Cielos (Mateo 18, 3).

* La perspectiva del niño nos abre sobre todo al reconocimiento de que todo es don, todo es regalo. Este descubrimiento nos libera de la “lógica de la transacción,” que siempre tiene como punto de partida: “Yo he logrado todo lo que tengo.” Quien piensa así pronto se endurece y aísla. El desenlace de esta lógica de la transacción será siempre muerte en amargura y soledad: lo que vemos hoy cuando hasta las partes de los fetos abortados tienen precio en el mercado.

* Por eso la admiración es vital, porque nos hace capaces de admirar y agradecer, y así nos conduce a recuperar nuestra verdadera grandeza, que ya no es arrogancia sino conciencia del plan de Dios que acontece en nosotros y a través de nosotros.

* * *

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