Decir sí a Dios es ganar, no perder

«Desde la primera vez que se me pasó por la cabeza la idea de la llamada de Dios hasta que entré en el seminario pasaron diez años: con eso te haces una idea de las ganas que tenía de ser sacerdote», cuenta con humor Alejandro Ruiz-Mateos, un seminarista de sexto curso de Madrid, que este miércoles ha dado su testimonio en la presentación de la Jornada de Oración por las Vocaciones y la Jornada de Vocaciones Nativas, organizada por la Conferencia Episcopal, Obras Misionales Pontificias, Confer y Cedis.