Evangelizar con la música y el arte, 3 de 4: Consecuencias de un ego inflamado

[VI Encuentro de Música y Teatro organizado por la Renovación Carismática Católica del Paraguay]

Tema 3 de 4: Consecuencias de un ego inflamado

La mayor parte de las deficiencias o exageraciones en nuestro servicio parten de lo que podemos llamar un “ego inflamado.” Veamos sus principales manifestaciones:

1. Hipersensibilidad: nos volvemos intocables; medimos de modo muy diverso lo que nos hacen, que siempre nos duele mucho, y lo que nosotros hacemos a otros, que siempre justificamos.

2. Capricho: multitud de exigencias; vamos siguiendo el modelo mundano de los artistas que quierens er tratados como dioses.

3. Codicia: medimos el éxito por cuánto dinero está llegando.

4. Falta de generosidad y de espíritu servicio: nos acostumbramos a que, cuando no estamos es “espectáculo,” poco ofrecemos d elo que Dios nos dio.

5. Celotipia o envidia: dificultad de reconocer los bienes que Dios logra a través de otros. Vamos buscando en todo el primer puesto, como los apóstoles antes de la Cruz y Pentecostés.

6. Olvidamos que nuestro servicio está en función de la Palabra. La música y el arte no son fines sino sólo medios.

7. Olvidamos que nuestro ministerio tiene como propósito ser útiles al crecimiento de la fe, la esperanza y el amor en nuestro pueblo, para darle la mayor gloria a Dios. El éxito de una canción es que la gente use en oración lo que Dios te concedió.

La solución para el ego inflamado es el camino del conocimiento de sí mismo hasta el arrepentimiento de nuestros pecados y la búsqueda de la fuente de la gracia en los sacramentos.