Francisco de Aguilar (1479-1571)

Entre los citados por Bernal Díaz, ése buen soldado que llama Alonso de Aguilar, es el que más tarde, tomando el nombre de Francisco, se hace dominico, y a los ochenta años, a ruegos de sus hermanos religiosos, escribe la Relación breve de la conquista de la Nueva España. En su crónica dice de sí mismo que fue «conquistador de los primeros que pasaron con Hernando Cortés a esta tierra». Llega por tanto a México en 1519, con 40 años de edad, y es testigo presencial de los sucesos que ya anciano narra en su crónica. Felizmente conocemos bien su vida por la Crónica de fray Agustín Dávila Padilla, dominico, en la que éste le dedica un capítulo (cp.38: +Aguilar, Apéndice III-A).

Francisco de Aguilar, escribe fray Agustín Dávila, era «hombre de altos pensamientos y generosa inclinación» y «tenía grandes fuerzas, con que acompañaba su ánimo». Ya de seglar se distinguió por la firmeza de su castidad, de modo que «cuando los soldados decían o hacían alguna cosa menos honesta, la reprendía el soldado como si fuera predicador, y se recelaban de él aun los más honrados capitanes». Fue uno de los hombres de confianza de Cortés, el cual le encomendaba «negocios importantes, como fue la guarda de la persona del emperador Moctezuma, cuando le retuvieron en México». Más tarde, «después que la tierra estuvo pacífica, como a soldado animoso le cupo un fuerte repartimiento de indios que le dieron en encomienda», y con eso y con la venta, pronto se hizo rico.

Pero él no estaba para gozar riquezas de este mundo. Él, más bien, «consideraba los peligros grandes de que Dios le había librado, y hallábase muy obligado a servirle», y junto a eso, «acordábasele también de algunos agravios que a los indios había hecho, y de otros pecados de su vida, y para hacer penitencia, tuvo resolución de ser fraile de nuestra Orden». Así las cosas, en 1529, teniendo 50 años, ingresó en los dominicos, que en número de doce, como los franciscanos, habían llegado a México poco después que éstos, en 1526.

El padre Aguilar «ejercitó sus buenas fuerzas en los ayunos y rigores de la Orden. En cuarenta años que vivió en ella, con haber cincuenta que estaba hecho al regalo, nunca comió carne, ni bebió vino, ni quebrantó ayuno de la Orden; que son cosas rigurosas para un mozo, y las hacía Dios suaves a un viejo». Con oración y penitencias lloraba «delante de Dios sus miserias, y quedaba medrado en la virtud, pidiendo a Dios que fuese piadoso. Éralo él con sus prójimos, particularmente con los indios, por descontar alguna crueldad si con ellos la hubiese usado. Los indios de su pueblo (de quienes él se despidió para ser fraile, dándoles cuenta de su motivo) le iban a ver al convento, y le regalaban, trayéndole muy delgadas mantas de algodón, que humildemente le ofrecían, por lo mucho que le amaban».

«Fue muchos años prelado en pueblos de indios con maravilloso ejemplo y prudencia», aunque «nunca predicó, por ser tanto el encogimiento y temor que había cobrado en la religión, que jamás pudo perder el miedo para hablar en público. Aprovechó mucho a los indios, confesándolos y doctrinándolos con amor de padre, reconociéndole ellos y estimándole como buenos hijos». A los noventa y dos años, después de haber sufrido con mucha paciencia una larga enfermedad de gota, que le dejó imposibilitado, «acabó dichosamente la vida corporal, donde había dejado encomienda de indios; y le llevó Dios a la eterna, donde le tenía guardado su premio entre los ángeles».


El autor de esta obra es el sacerdote español José Ma. Iraburu, a quien expresamos nuestra gratitud. Aquí la obra se publica íntegra, por entregas. Lo ya publicado puede consultarse aquí.

Usan encuestas falsas para promover la ideología gay

“La revista «Science» ha cometido un error. En diciembre de 2014 ha publicado una investigación, «Cuando el contacto cambia mentalidades: un experimento sobre la transmisión de apoyo a la equidad», cuyos datos probablemente fueron manipulados para favorecer a la comunidad gay. Por eso, este prestigioso magazine y el coautor de la investigación, el profesor de Politología de la Universidad de Columbia (New York) Donald P. Green, se han retractado y evalúan retirar el artículo…”

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Mindfulness

¿Qué es mindfulness y por qué parece ser tan importante para tantas personas hoy? – M. Caicedo.

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Qué es y por qué resulta tan popular

Mindfulness o ‘conciencia plena’ — dice la Wikipedia a comienzos de Junio de 2015 — consiste en prestar atención, momento por momento, a pensamientos, emociones, sensaciones corporales y al ambiente circundante, de forma principalmente caracterizada por “aceptación” -una atención a pensamientos y emociones sin juzgar si son correctos o no-. El cerebro se enfoca en lo que es percibido a cada momento, en lugar de proceder con […] el pasado o el futuro.

Es una palabra muy frecuente hoy porque describe un ideal dentro de la meditación de tipo budista, sobre todo de una rama llamada “vipassana.” Como muchas personas tienen alto aprecio por ese tipo de meditación, es explicable que la “mindfulness” aparezca hoy en los más diversos contextos, desde el tratamiento a niños con atención dispersa hasta los esfuerzos por mejorar la productividad y las relaciones interpersonales en altas corporaciones.

¿Es un tratamiento realmente efectivo?

Al escuchar la definición uno puede pensar que es un concepto neutro, que no niega ni se opone a la religión ( o al ateísmo) sino que sencillamente mira a los procesos psicológicos básicos que todos, como seres humanos, realizamos. Sin embargo, los estudios científicos más detallados no muestran que, en cuanto terapia, el esfuerzo por lograr “conciencia plena” tenga efectos más allá de lo que obtienen otras vías de tratamiento, en particular, la terapia cognitiva, que en cierto sentido tiene un enfoque opuesto, en cuanto que no se centra en el solo presente.

¿Entraña peligros esto de la llamada conciencia plena?

Como terapia la búsqueda de “conciencia plena” no ofrece mucho más que una especie de distensión o relajación, lo cual, nadie lo duda, puede ayudar a cambiar la perspectiva sobre las inquietudes y tensiones que cada persona tiene. Esto significa que allí donde requiere analizar causas y consecuencias la “conciencia plena” es notoriamente deficiente: no ayuda a descubrir verdaderas causas ni tampoco a definir propósitos específicos.

¿Es compatible con la fe cristiana?

En la medida en que se convierte en una práctica habitual de mucha gente, la aspiración a la mindfulness va erosionando la conciencia de la responsabilidad personal. Obsérvese que el énfasis en este tipo de ejercicio cerebral es aceptar, aceptar y aceptar. Pero la sola aceptación puede encadenarnos a justificaciones tácitas de lo que somos. De tanto aceptarse uno puede considerar naturales las deformaciones propias del pecado. Y de tanto aceptarse uno termina perdiendo toda urgencia real de conversión. Por supuesto, sin arrepentimiento y sin conversión no hay posibilidad de lenguaje de redención. El adormecimiento propio del budismo termina aprisionando a la persona en un ser absolutizado y en la reflexión que al final se convierte en perseguir la nada.

Nadie entonces lo dude: un poco de relajación y respirar profundo todos lo podemos necesitar, como quien toma un buen vaso de agua fresca. Pero la llamada “conciencia plena” es al final conciencia sedada, que no verá camino y que solo rechazará cortésmente a Cristo.

Gimnasio Mental 053

Te muestran un grupo de cuatro cartas en una mesa. Cada una tiene un número de un lado y un color del otro. Las caras visibles de las cartas muestran 3, 8, rojo y marrón. ¿A qué dos cartas debería dar vuelta para comprobar la veracidad de la proposición que si una carta muestra un número par por un lado, entonces la cara opuesta muestra un color primario? Aclaración: Tanto una respuesta que identifica una carta que no hace falta invertir, o una respuesta que no identifica una carta a invertir, son incorrectas.

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