Es importante reconocer el bien en público

Por encargo de mi comunidad, la Provincia de la Orden Dominicana en Colombia, he tenido que recorrer distintos conventos nuestros en Roma, Bari, París y Friburgo de Alemania. He recibido también la bondadosa acogida de las Hermanas Dominicas, en su casa provincial de Madrid.

El bien hay que decirlo en público: GRACIAS a tantos hermanos y hermanas, por su bondad, por su fraternidad, por su generosidad. Más allá de las distintas lenguas (español, italiano, francés y alemán), es claro que nos unen otros lenguajes: el de la fe, el de ser una misma Orden, el de pertenecer al único Cuerpo de Cristo, el de haber bebido de una misma caridad.

Sí: el bien hay que decirlo en público porque los programas de noticias nos aturden con avalanchas de noticias duras y malas, que no por ser verdad son la única verdad. Atención: también es verdad que existen la fe, la esperanza, el amor, y lo que de ellos brota: fraternidad, apoyo, apertura, generosidad.

Van llegando a su final estos días, con un balance altamente positivo y para mí quedan no solo buenos recuerdos sino un gran compromiso: ser parte de ese mismo lenguaje: darle manos y pies al amor, para que llegue a otros, y a otros bendigo como me ha bendecido a mí. ¡Gracias, dominicos y dominicas de Europa!

¿Moral de actos o de actitudes?

“Los modernistas que defienden la moral de actitudes frente a la de los actos afirman que de ese modo se acaba con el rigorismo y la casuística. Pero omiten reconocer que al no reconocer cada acto pecaminoso en su maldad, la conciencia inicia una peligrosa dinámica de auto-justificación…”

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