Conversión Pastoral, 09 de 12, Nuevo contexto de comunidad

[Retiro espiritual para sacerdotes de la Diócesis de Yopal, en Colombia; Enero de 2014.]

Tema 9 de 12: Nuevo contexto de comunidad

* Está claro que una Iglesia de masas, aunque impresione con cifras y estadísticas, falla en su misión de llevar el evangelio íntegro a todo el hombre y a todos los hombres.

* Muchos ven el origen de ese cristianismo en el Edicto de Milán o en la era constantiniana. Esa visión, de origen protestante, no resiste análisis histórico: la mediocridad, el empobrecimiento del catecumenado, el aumento de privilegios y divisiones en el rebaño de Cristo es anterior a Constantino.

* Simplemente, hay un problema que hay que plantear y resolver: ¿cómo conservar la frescura del encuentro personal con Cristo cuando debe suceder a millones de personas que además comparten todo tipo de vínculos de órdenes no religiosos, como por ejemplo: económicos, laborales, políticos?

* Una complicación adicional brota de la cultura de nuestro tiempo, que falsifica las palabras. Ejemplos típicos:

(1) Tolerancia NO SE QUIERE QUE SIGNIFIQUE respeto a la conciencia del otro sobre la base de su dignidad humana, SINO convivencia no agresiva dentro de los parámetros de la ley convencional y positiva.

(2) Autenticidad NO SE QUIERE QUE SIGNIFIQUE una vida expresada desde lo más propiamente humano en su integralidad SINO expresarse de modo primario, espontáneo, irreflexivo; incluso cínico.

(3) Libertad NO SE QUIERE QUE SIGNIFIQUE ausencia de coacción para buscar lo que es verdadero y bueno SINO posibilidad de obrar como a uno se le venga en gana.

(4) Amistad NO SE QUIERE QUE SIGNIFIQUE “hacer al amigo todo el bien” SINO ser aliado incondicional, o sea: cómplice, compinche.

(5) Misericordia NO SE QUIERE QUE SIGNIFIQUE amor de caridad que se conmueve ante la necesidad del hermano y busca hacerle el bien, SINO obrar con un extraño como si fuera “amigo.” (Y véase el anterior número (4) sobre la manera como se entiende “amigo”).

* A menudo estas redefiniciones, parte de una dura guerra semántica, tienen el propósito de servir a la imposición de un “pensamiento único” y a la idolatría del dios Mercado.

Conversión Pastoral, 08 de 12, Homilías

[Retiro espiritual para sacerdotes de la Diócesis de Yopal, en Colombia; Enero de 2014.]

Tema 8 de 12: Homilías

* Reflexión a partir de algunos textos de Evangelii Gaudium, tomados de los siguientes numeros:

135. La homilía es la piedra de toque para evaluar la cercanía y la capacidad de encuentro de un Pastor con su pueblo.

136. Renovemos nuestra confianza en la predicación, que se funda en la convicción de que es Dios quien quiere llegar a los demás a través del predicador y de que Él despliega su poder a través de la palabra humana.

137. Hay una valoración especial de la homilía que proviene de su contexto eucarístico, que supera a toda catequesis por ser el momento más alto del diálogo entre Dios y su pueblo, antes de la comunión sacramental.

138. La homilía no puede ser un espectáculo entretenido, no responde a la lógica de los recursos mediáticos, pero debe darle el fervor y el sentido a la celebración. Es un género peculiar, ya que se trata de una predicación dentro del marco de una celebración litúrgica; por consiguiente, debe ser breve y evitar parecerse a una charla o una clase.

Este mismo contexto exige que la predicación oriente a la asamblea, y también al predicador, a una comunión con Cristo en la Eucaristía que transforme la vida. Esto reclama que la palabra del predicador no ocupe un lugar excesivo, de manera que el Señor brille más que el ministro.

141. Uno se admira de los recursos que tenía el Señor para dialogar con su pueblo, para revelar su misterio a todos, para cautivar a gente común con enseñanzas tan elevadas y de tanta exigencia. Creo que el secreto se esconde en esa mirada de Jesús hacia el pueblo, más allá de sus debilidades y caídas.

Conversión Pastoral, 07 de 12, Equipo

[Retiro espiritual para sacerdotes de la Diócesis de Yopal, en Colombia; Enero de 2014.]

Tema 7 de 12: Equipo

* La Iglesia en Cruz: vertical y horizontal
+ La fe que nos salva no es fruto de un consenso de voluntades humanas. Es la respuesta a la predicación de los apóstoles.
+ La fe la recibimos; es un don que en el momento mismo de darse establece una dirección “vertical,” que va de arriba hacia abajo: una jerarquía. Por consecuencia, lo jerárquico en la Iglesia no es un añadido posterior, con fines de funcionamiento, sino parte misma del modo único como nace la comunidad creyente: a partir del testimonio de los apóstoles.
+ Sin embargo, ello no autoriza a la prepotencia, la vanidad o el clericalismo, que son todas enfermedades en las que Cristo pierde su lugar y su significado. La autoridad debe existir pero somo servicio, a la manera de Cristo.
+ Además, está la dimensión “horizontal”: todos, jerarcas o no, hemos sido salvados por misericordia; todos hemos recibido también don del Espíritu, y cada carisma tiene su lugar e importancia en la vida del pueblo de Dios.

* Ser líderes
+ El presbítero está llamado a “ir delante” en el conocimiento de Cristo, y en el amor y obediencia a su Evangelio.
+ Su labor no es la de consultor ni se reduce a “acompañar” las opciones de la gente porque a menudo esas opciones son determinadas por eficaces métodos de los centros de poder económico y político para “lavar” el cerebro a las masas.

* Afianzar la unidad en el presbiterio y luego en la comunidad
+ Vemos en la Sagrada Escritura que el individualismo anterior a la Pascua se abre a una experiencia de comunión muy profunda. Es fruto del Espíritu que se consolida en la oración. ¿Qué otras lecciones nos deja?
(1) Importancia de volvernos a la palabra de los apóstoles.
(2) Gestos específicos de compartir y de solidaridad.
(3) Reconocer los enemigos comunes (las persecuciones, muchas veces sutiles, que padece la Iglesia hoy)
(4) Recordar que el corazón de toda diócesis es el seminario.

No se puede reducir el cristianismo a una serie de preceptos

“El arzobispo de La Plata y presidente de la Comisión Episcopal de Educación Católica, monseñor Héctor Aguer, explicó en su reflexión televisiva en el programa “Claves para un Mundo Mejor”, emitido por América TV, que no se debe reducir el cristianismo sólo a la dimensión moral lo que constituye “un enfoque reduccionista” y “no es correcto reducir el cristianismo al cumplimiento de una serie de preceptos”…”

cristianismo más que preceptos

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¿Cuáles son los derechos específicamente humanos?

155 Las enseñanzas de Juan XXIII,314 del Concilio Vaticano II,315 de Pablo VI 316 han ofrecido amplias indicaciones acerca de la concepción de los derechos humanos delineada por el Magisterio. Juan Pablo II ha trazado una lista de ellos en la encíclica « Centesimus annus »: « El derecho a la vida, del que forma parte integrante el derecho del hijo a crecer bajo el corazón de la madre después de haber sido concebido; el derecho a vivir en una familia unida y en un ambiente moral, favorable al desarrollo de la propia personalidad; el derecho a madurar la propia inteligencia y la propia libertad a través de la búsqueda y el conocimiento de la verdad; el derecho a participar en el trabajo para valorar los bienes de la tierra y recabar del mismo el sustento propio y de los seres queridos; el derecho a fundar libremente una familia, a acoger y educar a los hijos, haciendo uso responsable de la propia sexualidad. Fuente y síntesis de estos derechos es, en cierto sentido, la libertad religiosa, entendida como derecho a vivir en la verdad de la propia fe y en conformidad con la dignidad trascendente de la propia persona ».317

El primer derecho enunciado en este elenco es el derecho a la vida, desde su concepción hasta su conclusión natural,318 que condiciona el ejercicio de cualquier otro derecho y comporta, en particular, la ilicitud de toda forma de aborto provocado y de eutanasia.319 Se subraya el valor eminente del derecho a la libertad religiosa: « Todos los hombres deben estar inmunes de coacción, tanto por parte de personas particulares como de grupos sociales y de cualquier potestad humana, y ello de tal manera, que en materia religiosa ni se obligue a nadie a obrar contra su conciencia ni se le impida que actúe conforme a ella en privado y en público, solo o asociado con otros, dentro de los límites debidos ».320 El respeto de este derecho es un signo emblemático « del auténtico progreso del hombre en todo régimen, en toda sociedad, sistema o ambiente ».321

NOTAS para esta sección

314Cf. Juan XXIII, Carta enc. Pacem in terris: AAS 55 (1963) 259-264.

315Cf. Concilio Vaticano II, Const. past. Gaudium et spes, 26: AAS 58 (1966) 1046-1047.

316Cf. Pablo VI, Discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas (4 de octubre de 1965), 6: AAS 57 (1965) 883-884; Id., Mensaje a los Obispos reunidos para el Sínodo (23 de octubre de 1974): AAS 66 (1974) 631-639.

317Juan Pablo II, Carta enc. Centesimus annus, 47: AAS 83 (1991) 851-852; cf. también Id., Discurso a la Asamblea General de las Naciones Unidas (2 de octubre de 1979), 13: AAS 71 (1979) 1152-1153.

318Cf. Juan Pablo II, Carta enc. Evangelium vitae, 2: AAS 87 (1995) 402.

319Cf. Concilio Vaticano II, Const. past. Gaudium et spes, 27: AAS 58 (1966) 1047-1048; Juan Pablo II, Carta enc. Veritatis splendor, 80: AAS 85 (1993) 1197-1198; Id., Carta enc. Evangelium vitae, 7-28: AAS 87 (1995) 408-433.

320Concilio Vaticano II, Decl. Dignitatis humanae, 2: AAS 58 (1966) 930-931.

321Juan Pablo II, Carta enc. Redemptor hominis, 17: AAS 71 (1979) 300.

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