Ejercicios sobre el perdón, 38

ORACIÓN DE PERDÓN

El poder sanador del perdón no tiene límites. Una madre tenía dos hijas que hacía tiempo no se hablaban: una era casada y la otra, soltera, y vivía con su madre, viuda. La soltera era bonita y simpática; la casada era menos atractiva, motivo por el cual envidiaba a su hermana y decía que su madre la prefería y, por ello no volvió a casa. Habiendo empezado la madre a orar con insistencia por sus dos hijas, ambas se dieron cuenta de su situación, oraron perdonándose mutuamente y, después de dos años se encontraron nuevamente en casa. Allí se perdonaron nuevamente y sellaron en ese momento con un abrazo las tres.

Un joven profesional cometió adulterio y su esposa, mal aconsejada, decidió no perdonarlo y separarse. El la buscaba desesperado, ella le huía y no quería verlo ni oírlo. El empezó a orar por ella, a pedirle perdón al Señor y a ella en su oración; además envió a su esposa un folleto sobre el perdón. Finalmente ella entendió que con su orgullo no restauraría su hogar. Con la gracia del perdón que los dos recibieron iniciaron nuevamente su vida de pareja cristiana.

Les invito a que hagamos una oración de perdón, aunque sea corta. Pero que les ayude a que también ustedes hagan algo parecido en sus vidas y que tomen la costumbre de estar perdonando con frecuencia y siempre que tengan algo contra alguna persona que les haya ofendido.

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