Rescatada Ingrid Betancourt

Rescatada Ingrid Betancourt, los 3 estadounidenses y otros 11 secuestrados de la Fuerza Pública

Se encuentran sanos y a salvo. Así lo comunicó el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, en rueda de prensa.

El rescate se produjo en una zona selvática del departamento de Guaviare, en el suroeste de Colombia, indicó Santos. Los rescatados serán trasladados más tarde a la base aérea de Tolemaida, en el departamento el Tolima, a menos de 190 kilómetros de Bogotá.

“Seguiremos trabajando en la liberación de los demás secuestrados. Hacemos un llamado a los actuales cabecillas de las Farc para que no se hagan matar, liberen a los (otros) secuestrados y no sacrifiquen a sus hombres”, agregó Santos, quien les ofreció una paz digna. Betancourt fue secuestrada en febrero de 2002, mientras que los estadounidenses, Keith Stansell, Marc Gonsalves y Thomas Homes cayeron en de febrero del 2003 en las selvas del Caquetá. Los tres norteamericanos trabajaban para California Microwave Systems, firma contratada por el Departamento da Defensa de Estados Unidos para recoger informaciones sobre plantaciones de droga. Sin embargo, las Farc los acusaron de ser espías de la Agencia Central de Información (CIA).

“Esta operación que se denominó ‘Jaque’, no tiene precedentes y deja muy en alto la calidad y el profesionalismo de las fuerzas militares colombianas”, señaló Santos.

“Mis felicitaciones muy sinceras a nuestros hombres de la Inteligencia del Ejército”, añadió el funcionario y felicitó a los generales Freddy Padilla, comandante de las Fuerzas Militares, y Mario Montoya, comandante del Ejército.

“El país y sus seres queridos no tendrán cómo agradecerles semejante operación de rescate”, que llevaba más de un año en ejecución, dijo.

(Publicado en EL TIEMPO del 2 de Julio de 2008, 3:11 PM, hora de Colombia).

122. La Palabra “Amor”

122.1. La palabra “amor” tiene, en tu lengua, cuatro letras. Cada una de esas letras es como una puerta que puedes abrir para encontrar su mensaje.

122.2. Empecemos por la letra “a.” Es la letra que te invita a la adoración, porque la forma más perfecta de amor es aquel pleno rendirnos ante Él de modo tal y en tal intensidad que sólo Él venga en ayuda de nosotros a darnos las palabras y afectos dignos de su alta majestad. Cuando hables de amor, levanta tu corazón a Dios, único que puede y debe ser amado con todo el corazón, con todas las fuerzas, con todo tu ser. Y cuando pienses en amar a Dios, empieza por la “a” de “adoración”: ninguna palabra describe mejor el absoluto despojo de ti en la perfecta riqueza que Dios da a quienes desean amarle.

122.3. Luego encuentras la letra “m,” inicial de la creatura que mejor y más plenamente ha vivido el misterio de la adoración: María. Sólo Dios es digno de Dios. Pero entre las creaturas aquella que ha acogido más perfectamente la unción que hace a la creatura capaz de genuino amor a Dios, la primera y más perfecta es ella, la Madre de Jesucristo, María. Si buscas un camino, un estilo, una manera en la verdadera adoración, todo ello y mucho más está en Nuestra Señora.

122.4. Viene la letra “o,” que sola forma una palabra. Es una conjunción disyuntiva que te indica la necesidad de elegir. Estoy seguro de que no has olvidado las palabras del Deuteronomio: «Pongo hoy por testigos contra vosotros al cielo y a la tierra: te pongo delante vida o muerte, bendición o maldición. Escoge la vida, para que vivas, tú y tu descendencia» (Dt 30,19). Esa “o” te recuerda que puedes escoger, que no estás predeterminado, que en nada eres tan bueno que no puedas caer y en nada eres tan malo que no te puedas levantar. Esa “o” debe ser tu humildad cuando te sientas bueno y tu esperanza cuando te reconozcas malo. Esa “o” te habla del tiempo que aún tienes y los días con los que aún cuentas para realizar la verdad de tu vida en la adoración, como María Santísima.

122.5. Por último está la letra “r,” inicial de la “resurrección.” Con ella puedes recordar el corazón de tu fe, que es la resurrección de Jesucristo, y en ese acto glorioso del poder divino, la muestra más grande del amor, que precisamente en la resurrección resultó más fuerte que la muerte. Con esa “r” debes entender que Dios te amó hasta el extremo y que tu peor y más fuerte y persistente enemigo, a saber, la muerte, ya está vencido. Con esa “r” debes recordar asimismo que la plenitud de tu amor no se cumplirá en esta tierra, sino sólo cuando el misterio de la resurrección se haya cumplido en ti. Es bello, ¿no?

122.6. Deja que te invite a la alegría. Dios te ama; su amor es eterno.