No se diga que no lo intenté

Lo intenté pero de nuevo tuve que devolverme. No funcionó. Tampoco esta vez funcionó, aunque yo quería mucho que sí funcionara.

Hablo de Microsoft, especificamente de su Office. Ya yo no uso el navegador de Bill Gates (el ubicuo Internet Explorer) sino para dos cosas: para actualizar Windows, porque así ha amarrado Gates su sistema operacional con su navegador, y para comprobar que las cosas de la página se puedan ver bien en el browser que usa más del 90% de los PCs en el mundo.

Pero yo ya me liberé del IE. Ahora soy un entusiasta usuario más de Firefox, del cual tendré que hablar extensamente en otras oportunidades.

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