Espiritualidad de la Vida Religiosa

Por: Fr. Nelson Medina, O.P.

Fecha	Actividad	Lugar
Agosto 27	Santa Misa	Casa OP
Septiembre 3	Introducción y Motivación General	CER
Septiembre 10	Tema 1: Conversión y Vida en Cristo	CER
Septiembre 17	Tema 2: Oración y Unción del Espíritu Santo	CER
Septiembre 24	Tema 3: Recogimiento, Abnegación y Penitencia	CER
Octubre 1º	Tema 4: Práctica de la Caridad y la Misericordia	CER
Octubre 8	Oración Compartida: María, Maestra y Modelo de Vida Espiritual	Casa OP
Octubre 15	Tema 5: Espiritualidad del Desierto (Pobreza)	CER
Octubre 22	Tema 6: Espiritualidad Esponsal (Virginidad)	CER
Octubre 29	Tema 7: Espiritualidad Filial (Obediencia)	CER
Noviembre 5	Tema 8: Eucaristía y Vida Consagrada	CER
Noviembre 12	Tema 9: Camino de Santidad	CER
Noviembre 19	Evaluación Final – Santa Misa	Casa OP

1. Conversión y Vida en Cristo

1.1 Actividad Inicial

• ¿La conversión es una sola o hay varias conversiones en la vida?
• ¿Es mejor llegar a la vida religiosa con un sentimiento de “rehacer la mala vida” o es mejor llegar “sin tanto pasado”?
• La vida religiosa como la conocemos, ¿ayuda sanar las heridas del pasado o las empeora? ¿Ayuda a llenar los vacíos anteriores o los agrava?

1.2 Textos

• «En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios» (Juan 3,5).
• «Y no os acomodéis al mundo presente, antes bien transformaos mediante la renovación de vuestra mente, de forma que podáis distinguir cuál es la voluntad de Dios: lo bueno, lo agradable, lo perfecto» (Romanos 12,2).
• Sí, ¡en Cristo es posible amar a Dios con todo el corazón, poniéndolo por encima de cualquier otro amor, y amar así con la libertad de Dios a todas las creaturas! Este testimonio es necesario hoy más que nunca, precisamente porque es algo casi incomprensible para nuestro mundo. (Juan Pablo II, Vita Consecrata, 88)

1.3 Tésis básicas

• La vida religiosa no es vida de perfectos sino de amadores y buscadores de la perfección. El pecado no es caer sino renunciar a levantarse; achicar el ideal.
• La palabra que marca a la vida religiosa es el “sígueme” que Cristo dirige a algunos de sus discípulos, invitándolos a participar de su propio modo de vida. El Evangelio muestra que este llamado se vuelve una interpelación y un acicate continuo “hasta llegar a ser como el Maestro”.

2. Oración y Unción del Espíritu Santo

2.1 Actividad Inicial

• ¿Puede decirse que unas oraciones son mejores que otras, o todas las oraciones son iguales ante Dios? Justifica tu respuesta.
• ¿Has conocido personas de verdadera vida de oración? ¿Puedes mencionar ejemplos concretos de hombres y de mujeres?
• La vida religiosa como la conocemos, ¿te ha ayudado a crecer en espiritualidad o sientes que llevabas una vida más fervorosa en tu vida seglar anterior?

2.2 Textos

• «El Espíritu mismo se une a nuestro espíritu para dar testimonio de que somos hijos de Dios. Y, si hijos, también herederos: herederos de Dios y coherederos de Cristo, ya que sufrimos con él, para ser también con él glorificados» (Romanos 8,16-17).
• «No ceso de dar gracias por vosotros recordándoos en mis oraciones, para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, os conceda espíritu de sabiduría y de revelación para conocerle perfectamente; iluminando los ojos de vuestro corazón para que conozcáis cuál es la esperanza a que habéis sido llamados por él; cuál la riqueza de la gloria otorgada por él en herencia a los santos, y cuál la soberana grandeza de su poder para con nosotros, los creyentes, conforme a la eficacia de su fuerza poderosa, que desplegó en Cristo, resucitándole de entre los muertos y sentándole a su diestra en los cielos, por encima de todo Principado, Potestad, Virtud, Dominación y de todo cuanto tiene nombre no sólo en este mundo sino también en el venidero» (Efesios 1,16-21).

2.3 Tésis básicas

• La vida religiosa ha nacido y florece gracias a la acción del Espíritu Santo. Más que a la “estructura”, pertenece a la “santidad” de la Iglesia (Lumen Gentium, cap. VI).
• Para los religiosos la oración no es una actividad entre otras, sino la fuente de toda actividad que quiera ser verdaderamente fecunda para el Reino de Dios.

3. Recogimiento, abnegación y penitencia

3.1 Actividad Inicial

• Parece ser un hecho que hoy hablamos mucho de derechos y muy poco de deberes, mucho de libertad y muy poco de obediencia. Es posible que esto sea una reacción al modo como antes se entendía la vida cristiana en general y la vida religiosa en particular. Escribe un párrafo haciendo una reflexión sobre este hecho y cómo crees que influye en los comienzos en la vida religiosa.
• ¿Se oponen la predicación del Dios de la misericordia y la predicación de la cruz y la penitencia? ¿Es posible predicar el perdón incondicional y anunciar que hay un infierno?
• La vida religiosa como la conocemos, ¿ayuda a crecer en el dominio de nosotros mismos o simplemente nos hace más repimidos o taimados?

3.2 Textos

• «El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí. El que no toma su cruz y me sigue detrás no es digno de mí. El que encuentre su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí, la encontrará» (Mt 10,37-39).
• «Pues la predicación de la cruz es una necedad para los que se pierden; mas para los que se salvan, para nosotros, es fuerza de Dios» (1 Cor 1,18).

3.3 Tésis básicas

• La Cruz que nos salva es la Cruz de Cristo. En el misterio de la Cruz contemplamos un amor sin restricciones ni condiciones. Como religiosos somos testigos de ese amor que se vuelve adoración continua y misericordia inagotable.
• Vivir, pues, como religiosos, es participar del misterio de la donación de Cristo; es por tanto llevar una vida crucificada, no como un modo de ganarnos el amor de Dios sino como un modo de dar testimonio de ese amor que nos sostiene y que a través de nosotros quiere alcanzar al mundo entero.

4. Práctica de la caridad y misericordia

4.1 Actividad Inicial

• Hay palabras que utilizamos, gastamos y desgastamos sin precisarlas. En grupos de tres o cuatro personas hagan un “diccionario” que defina en máximo dos renglones, y con el estilo de los diccionarios normales, las siguientes palabras: AMOR, BONDAD, CARIDAD, DEVOCIÓN, DONACIÓN DE SÍ MISMO, MISERICORDIA, PIEDAD.
• En los mismos grupos estudien y escriban sus conclusiones sobre: ¿Cuál es la diferencia... entre amar y querer? ¿Entre ser humilde y ser manipulable? ¿Entre ser comprensivo y ser cómplice? ¿Entre ser paternal y ser paternalista? ¿Entre un hombre muy santo y un santo muy humano?

4.2 Textos

• «Ahora subsisten la fe, la esperanza y la caridad, estas tres. Pero la mayor de todas ellas es la caridad» (1 Cor 13,13).

4.3 Tésis básicas

• El Decreto del Concilio Vaticano II sobre la vida religiosa puso en el título mismo lo que es la esencia de nuestro llamado: la perfecta caridad.
• El amor es la raíz de nuestro llamado, porque nuestras renuncias, pequeñas o grandes, adquieren su sentido y su valor, en razón del amor. Santa Catalina de Siena llama “mártires del demonio” a quienes hacen renuncias sin amor, porque pierden para este mundo y para la eternidad.
• El amor, entre nosotros, tiene dos dimensiones: (1) es amor de comunión, que nos lleva a hacer visible en el mundo la realidad de la reconciliación como fruto de la redención; (2) es amor de donación que se expresa a través de la práctica asidua, institucional y/o arriesgada de la caridad a favor de los pequeños, los alejados, los pecadores, los excluidos y los oprimidos.

5. Espiritualidad del Desierto (pobreza)

5.1 Actividad Inicial

• ¿Por qué Dios parece elegir la soledad y el desierto como lugares privilegiados de revelación de su ser y de sus planes?
• ¿Cuál es el retiro o tiempo de soledad que más ha marcado tu vida?
• ¿Con qué criterios podemos armonizar el deseo de desprendimiento con el uso de los recursos (académicos, físicos, tecnológicos)?

5.2 Textos

• «Yo la llevaré al desierto, y le hablaré al corazón» (Os 2,14).
• «Dichosos vosotos, los pobres, porque vuestro es el Reino de los Cielos» (Lc 6,20).

5.3 Tésis básicas

• La vida religiosa nació como una especie de “protesta” frante a un cristianismo acomodado, que ye no tenía ni el vigor si el atractivo del tiempo de los mártires.
• Esta protesta se configura como una “salida” del mundo, es decir, como una “ruptura” con un sistema que ya no convencía.
• Así como Juan el bautista, en el desierto depende solamente de Dios; así también este voto expresa la soberanía de Dios, que puede sostener y robustecer incluso en condiciones adversas.
• La pobreza, pues, es espiritualidad de la escucha, de la disponibilidad, la confianza en la Providencia y la denuncia de toda idolatría.

6. Espiritualidad Esponsal (virginidad)

6.1 Actividad Inicial

• «Cristo es el primero entre los vírgenes». ¿Qué significa eso, cuando piensas en el tipo de misión que Cristo tenía?
• ¿Pueden los varones desarrollar una auténtica «espiritualidad esponsal»? ¿Qué ventajas o eventuales riesgos traería ello?
• En grupos estudien y escriban sus conclusiones sobre: ¿cuál es el valor místico, apostólico y de madurez humana que tiene la castidad por el Reino de los Cielos?

6.2 Textos

• «Huid de la fornicación. Todos los demás pecados que un hombre comete están fuera del cuerpo, pero el fornicario peca contra su propio cuerpo» (1 Cor 6,18).
• «No permitas que nadie menosprecie tu juventud; antes, sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, fe y pureza. Entretanto que llego, ocúpate en la lectura de las Escrituras, la exhortación y la enseñanza» (1 Tit 4,12-13)

• «Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios» (Mt 5,8).

6.3 Tésis básicas

• Cada uno de los votos es una proclamación de libertad frente a las cosas que suelen adueñarse del corazón humano. Y es un hecho que el mundo de los afectos afecta en nosotros tanto o más que el mundo de las cosas.
• La razón primera y fundamental de la opción de la castidad por el Reino de los Cielos es el llamado que el Espíritu Santo hace de asemejarnos a la vida que llevó Jesucristo en esta tierra.

7. Espiritualidad Filial (obediencia)

7.1 Actividad Inicial

• ¿Cómo ubicas la diferencia entre ser rebelde, ser independiente y ser maduro?
• ¿Obediencia implica infantilismo o inmadurez? ¿Desobediencia implica pecado?
• Comenten en grupos de tres o cuatro: ¿Cuáles son las cinco cualidades que debería cultivar ante todo un superior? ¿Cuáles son las cinco que en primer lugar debería cultivar un súbdito?

7.2 Textos

• «Y hallándose en forma de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz» (Flp 2,8).
• «Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno los muchos serán constituidos justos» (Rom 5,19)
• «Someteos, por causa del Señor, a toda institución humana, ya sea al rey, como autoridad, o a los gobernadores, como enviados por él para castigo de los malhechores y alabanza de los que hacen el bien. Porque esta es la voluntad de Dios: que haciendo bien, hagáis enmudecer la ignorancia de los hombres insensatos»(1Pe 2:13-15)

7.3 Tésis básicas

• La obediencia es imitación de Cristo, que, lleno de amor a la gloria del Padre y lleno de compasión por nosotros, se alimentó de la voluntad de Dios.
• La obediencia no implica anular nuestras facultades sino ponerlas bajo la luz de la sabiduría divina y al amparo de su poder. Esto sucede de varios modos: a través de nuestra conciencia, a través del poder de la Palabra o a través de las indicaciones de nuestros legítimos pastores o superiores.

8. Eucaristía y Vida Consagrada

8.1 Actividad Inicial

• Todos tenemos algunas celebraciones que nos han llegado al alma... ¿cuál es la Santa Misa que más ha tocado tu corazón? ¿Qué crees que sucedió ahí?
• ¿Qué consejos (cuatro, por lo menos) darías a una persona que quisiera inscribirse como adorador eucarístico?
• En grupos: ¿consideras que, en nuestro ámbito intracomunitario damos culto eucarístico con igual fervor, mayor fervor o menor fervor que cuando se trata de celebraciones con el pueblo? Justifica tu respuesta.

8.2 Textos

• Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y murieron. Este es el pan que desciende del cielo, para que el que coma de él, no muera. Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo también daré por la vida del mundo es mi carne» (Jn 6,48-51).

8.3 Tésis básicas

• Nuestra consagración nos convierte de algún modo en ofrendas; es decir, en hostias. Por eso hay una relación íntima entre eucaristía y consagración religiosa.
• En Cristo-Hostia somos perfectamente consagrados, porque su mismo nombre significa “Ungido”, es decir, consagrado. Él es el Consagrado, y en Él aprendemos a serlo y recibimos serlo nosotros.
• La Eucaristía es, además, la oración suprema de la Iglesia. Nunca la Iglesia es más Iglesia que cuando celebra la Eucaristía. Nunca somos más nosotros mismos que cuando comulgamos y somos hostias en la Hostia.

9. Camino de Santidad

9.1 Actividad Inicial

• ¿Cómo llegó a suceder que te interesaras por la santidad y la espiritualidad?
• En grupo: ¿Consideras que nuestras comunidades son escuelas de santidad? ¿En qué aspectos sí y en cuáles no?
• ¿Qué sugerencias metodológicas o de contenido nos ofreces para mejorar este curso en próximas ocasiones?

9.2 Textos

• «Como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais en vuestra ignorancia, sino que así como aquel que os llamó es santo, así también sed vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: SED SANTOS, PORQUE YO SOY SANTO. Y si invocáis como Padre a aquel que imparcialmente juzga según la obra de cada uno, conducíos en temor durante el tiempo de vuestra peregrinación; sabiendo que no fuisteis redimidos de vuestra vana manera de vivir heredada de vuestros padres con cosas perecederas como oro o plata, sino con sangre preciosa, como de un cordero sin tacha y sin mancha, la sangre de Cristo» (1Pe 1.14-19).

9.3 Tésis básicas

• Los hilos que hemos de aprender a tejer en nuestro camino de santidad son los de la misericordia y los de la gracia, pero también los de la abnegación y la generosidad.
• El amor es la raíz de nuestro llamado. Lo hemos dicho y debemos repetirlo. No buscamos o no debemos buscar una perfección como un homenaje a nuestra autoimagen, sino como un acto de glorificación del amor que hizo posible nuestra fe y nuestra vocación.