JESUCRISTO EL UNICO MAESTRO

 

"No os dejéis llamar maestros, porque uno sólo es vuestro Maestro y todos  vosotros sois hermanos". Mt 23,8

 

Quien sigue a Cristo es y debe ser un perpetuo DISCIPULO, un aprendiz, alguien que permanece en todo momento a la escucha del Maestro, en actitud de docilidad, queriendo aprender y dejándose enseñar.

En Israel, seguir a un maestro o rabí partía de la iniciativa del discípulo, quien lo elegía, lo cambiaba o podía tener varios maestros. En el caso de JESUS todo es distinto. El es quien nos dice: "No me habéis vosotros elegido, fui yo mismo quien os elegí" Jn 15,16

Esta ejemplaridad de JESUS como Maestro fue única y absoluta; él se constituyó en ejemplo porque sus actos eran auténticos, justos y naturales. Seguir su ejemplo no significa "remedarle" sino VIVIR EN EL Y OBRAR SEGUN SU ESPIRITU.

Sólo es MAESTRO el que enseña un mensaje propio, no el que transmite el mensaje de otro. Y JESUS no sólo es "EL MAESTRO" sino que sabe que su doctrina no es suya, sino del Padre y que él sólo habla y transmite las palabras del Padre.

El ESPIRITU SANTO es el MAESTRO INTERIOR porque enseña por dentro y desde dentro. MARIA, pura docilidad al ESPIRITU SANTO y Primera y más Perfecta Discípula es quien mejor nos puede enseñar A SER DE VERDAD DOCILES y DISCIPULOS DEL UNICO MAESTRO.

Finalicemos entonces esta reflexión con esta advertencia de los místicos salidíes que nos cuestionan en nuestro servicio como formadores:

 

"no será tu maestro aquel a quien escuches, sino aquel de quien aprendas;

ni lo será aquel que te dé explicaciones, sino aquel que deje en tu corazón huellas de su enseñanza;

ni lo será el que te invite a entrar por la puerta, sino el que te descorra la cortina;

ni aquel que te ofrezca sus palabras, sino aquel que excite en ti sus mismos estados espirituales."


Sor Marly O.P.

DOMINICA CONTEMPLATIVA

 

Volver al Indcie