Pon a prueba tu fe
Nunca sabrás si algo funciona si no lo pruebas.
No sabrás si hay electricidad
si no pones la mano en el interruptor y lo enciendes.
Tienes que efectuar alguna acción para probar que
funciona.
Eso pasa con la fe.
Es inútil sentarse a hablar acerca de la fe si no la vives
y nadie puede ver qué significa para ti.
Es inútil hablar de vivir con fe
cuando tu seguridad está en tu cuenta bancaria,
y sabes que puedes contar con ella cuando eliges hacerlo.
Es cuando no tienes nada,
y te arriesgas y haces lo aparentemente imposible,
porque tu fe y tu seguridad están bien afirmadas en Mí,
que puedes hablar de vivir con fe
y ser una demostración viva de ello.
Sigue adelante, pon tu fe a prueba y ve qué pasa.
"Abriendo
las puertas de tu Interior"
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