Ser Iglesia Hoy

 

Para la tendencia más duramente conservadora de la Iglesia, la firmeza significa dureza y la estabilidad inmovilidad. Considero representativo el planteamiento de I. Sanmiguel en el siguiente párrafo:

 

"Los Manning, Newman y demás protestantes ingleses que, decepcionados de las divisiones y dudas de fe del protestantismo, se convirtieron al catolicismo en el siglo XIX, lo hicieron porque la impertérrita oposición a todo cambio que observaban en la Iglesia Católica, representada por Pío IX, los convenció de que allí estaba la verdad."

 

¿Qué imagen de Iglesia Católica aparece ahí? La de una institución que tiene su fortaleza en "la impertérrita oposición a todo cambio". ¿Qué imagen de verdad aparece ahí? La de un depósito inamovible e incontrovertible.

 

¡Precisamente este modo fixista de ver a la Iglesia y a la verdad es lo que sirve de principal y poderoso argumento a los cristianos "de izquierda"! Sobre todo porque el concepto de una iglesia monolítica se demuele a sí mismo. ¿Cuáles son los orgullos de esta iglesia? Más o menos los podemos reconocer en el estilo lefebvriano: latín, escolástica, estricta disciplina. ¡Pero cada uno de estos "logros" tiene su propia historia! La Iglesia no nació hablando latín, sino arameo, y luego griego. Entonces es ilógico que se admita un proceso que lleva del arameo al griego, del griego al latín, y luego se diga que el latín es la última y eterna lengua.

 

Algo semejante sucede con la inteligencia de la verdad revelada. Todos los cristianos (bueno, casi todos) reconocemos como 'revelado' y vinculante que Dios es Uno y Trino --una afirmación que no aparece tal cual en versículo alguno del Nuevo Testamento--. Llegar a esa afirmación ha requerido un camino, que, como sabemos, no ha sido aceptado por todos. Se trata, pues, de un asunto que puede ser cuestionado, incluso basándose en textos de la Escritura. Si hay, entonces, ese avance, y es fuerza admitirlo, ¿con qué razón se dice de pronto: "hemos llegado a la perfecta (o: máxima posible)inteligencia del misterio revelado"?

 

Yo personalmente no creo que la crisis posterior al Concilio Vaticano necesite explicaciones muy complejas. Y. Congar, cardenal de Juan Pablo II, decía: "a una Iglesia que dio la espalda al mundo tenía que sucederle un mundo de espaldas a la Iglesia". Una Iglesia represada y reprimida, cuando se vio "libre" obró como obramos los seres humanos en circunstancias parecidas: cometiendo excesos. No lo justifico pero sí me lo explico. Pero esos excesos van terminando. Pasa como cuando el niño se hace adolescente y pasa por un tiempo de rebeldías y caprichos con su recién estrenada voluntad. Mas llega a ser adulto y no vuelve a ser niño ni tampoco adolescente. Entiende que tiene LIBERTAD pero también RESPONSABILIDAD.

 

Nuestra tarea, pues, no es la de canonizar todo lo que lleve el título de "moderno", pero tampoco es la de estigmatizarlo. No podemos añorar un pasado estable pero asfixiante ni cantar las alabanzas a un futuro abierto pero fragmentado. Hemos de ser sencillamente fieles y serenamente libres.

 

Fr. Nelson Medina F., O.P.

 

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