PRECARIEDAD

 

Fr. Nelson Medina, O.P.

 

Y si es precario --le dije,

mientras miraba mi barro--
Señor, ¿por qué lo hiciste?

Y el Señor, ¡Dios tan humano!,
en sus ojos respondía,
lo que al fin tuve muy claro:

Que eso Él bien lo entendía,
mucho mejor que cualquiera,
y que así muy bien me quería.

Y dijo lo que desconcierta
al humano raciocinio
y desborda a quien lo piensa:

Que su amor, que es infinito,
sabe hacerse grande, grande,
cuando el hombre se sabe chico
y así chico quiere agradarle.

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