Poesía Bella, 2

De: Ricardo Riveros D’Allemand

Aunque mis ojos

Septiembre de 2002

Aunque mis ojos
sólo vean
humo, concreto y asfalto,
siempre existe
remoto y alegre
un lirio en el campo.

Aunque mis ojos
sólo vean
sedas, colores,
y finos brocados,
son siempre más bellos
los tímidos lirios,
los lirios del campo.

A mi Madre

Abril 20,2002

Antes de acostarme en la noche
un beso doy al sagrario
donde mora el Sacramento
en misterio de Vivo Amor.

Otras noches especiales,
abro la urna sagrada
y estampo un beso tierno
sobre el vidrio  transparente
que cubre la Hostia viva,
permaneciendo mudo y lelo
por segundos muy sagrados
en gran silencio de Amor.

Cierro el sagrario de nuevo,
acuesto a mi  madre luego
y recostado junto a ella
deposito en su anciano rostro
el beso que Jesús le envía
en respuesta a su constante amor.

Allí, ya entre su pecho
duerme ese beso sus sueños
y le nutre bellos ensueños
velando a mi madre enferma
una noche de plácido amor.

Es muy poca la oración,
en éste ritual de besos
pues apenas un piropo
salido del corazón
es la oración de mi madre
en la que la acompaño yo.

Pero, pregunto de veras
un beso y un piropo
no son muy grande oración ?

Cierto estoy que Jesús se deleita
dando y recibiedo besos
por ello en la mañana
al despertar mi madre,
me dá un beso con alma
y voy corriendo al crucifijo
depositando en su rostro el beso
que mi madre le envía silente
a su "Jesusito" amado,
con sus dolores llenos de amor.

Pobrecita Rosa

Pobrecita rosa:
Sólo dos pétalos quedan
de una rosa marchita y vieja.

Dos pétalos quedan
de la rosa que ayer
fue joven y bella.

Pobrecita rosa :
no por vieja y marchita,
que aún es melancólica y bella,
sino porque ya muere
sin haber sido admirada
o vista, o amada.

No tiene la culpa la rosa :
cumplió su deber de crecer,
creció sin parar en belleza
y creció hablando de Dios y de Amor
pero nadie quiso oírla
y muere triste,
sin ser apreciada.

Los Profetas

Errantes y sin hogar,
despreciados y humillados,
pasan por este mundo
los hombres que bien trabajan
por la causa del Amor
y por una sociedad nueva,
desde las infidelidades de Israel
hasta esta era moderna.

Errantes, porque precisan
a muchas tierras llevar
una noticia muy buena.

Sin hogar, porque se entregan,
del todo y sin reservas,
a todos sin distinciones
y son de la sociedad
servidores sin fronteras.

Despreciados porque rechazan
el poder y la codicia,
injusticia, odio, guerras,
faltas de libertad
y toda costumbre perversa.

Humillados porque sencillos,
por creer en el Amor y la Belleza,
por ser hombres alegres,
sin poder y sin palacios,
sin honores y reverencias,
como el gorrión que no guarda
o los lirios que no tienen rueca.

Estos hombres que se angustian,
sufren, lloran y penan,
por fundar un orden mejor
y una sociedad nueva,
más justa y más sincera,
son de Dios enamorados
y de la humanidad entera.
Son hombres que con su sangre
escriben dolores y penas
sin ocultar nunca
las fuentes de alegría
en sus almas buenas.

Estos son hombres que
desde épocas primeras
hasta esta sociedad moderna,
son llamados ilusos ó locos,
pero que van por el mundo
arrancando de lo más profundo
el cambio de costumbres
que ellos reclaman urgente
pues todo lo bueno perece,
las conciencias se vuelven laxas
o la Ley y las normas crecen
a espaldas del evangelio
y a este le hacen decir
cosas nunca pensadas o dichas,
lo hacen marginar y maltratar
ó lo relativizan y suavizan
perdiendo toda su Fuerza.

Estos hombres que se angustian,
sufren, trabajan y penan
por fundar un orden mejor
traer Paz y noticias buenas,
fundando con sus semillas
una sociedad más sincera;
son hombres que claman
a Dios y a los hombres
por un cambio profundo
de corazón y de mente,
de normas ,costumbres y leyes
que no tienen el Amor en cuenta.

Profetas y profetisas
desde Noé, Abraham y Moisés,
Elías y Jeremías, junto con
Franciscos, Juanes, Juanas,
Catalinas, Claras, Marías,
Teresas, Gandhis y Kings...

Mujeres y hombres , humanos,
que brotan en tiempos de crisis
de repente y por Clemencia
como agua que Dios envía
desde siempre y hasta ahora
para dar de beber al sediento
y apagar las fieras hogueras
en que los hombres sin freno
se olvidan de Dios el Padre
y hacen arder a su hermano,
sus hermanas y fieles todos
en estructuras caducas y viejas
o con normas crueles, modernas.

Son seres que sufren oprobios,
calumnias, destierros,
son alejados de los 'buenos'
y hasta sus nombres quedan escritos
en " macabras listas negras"
y a pesar de todo ello
con sus gritos lastimeros
y la fuerza de su ejemplo,
van cantando la Hermosura
de un Amor verdadero,
Amor que es utopía alcanzable
y que un día llega y libera.

Profetas, con palabras y con obras
seres humanos enviados por Dios
para denunciar y convertir
actitudes malsanas, soberbias,
y humanas costumbres e ideas,
en sus casas, comunidades,
y en toda la Gran Iglesia
donde el Servicio amoroso, constante,
es humilde Mandamiento Radical
que obliga a amar aún al enemigo
sin tantas excomunicaciones, regaños,
zancadillas, intrigas de poder y reverencias,
y actitudes frías, indolentes, perversas.

Profetas que hablan a partir de la Torah,
de los evangelios de Jesús,
ese Mesías que ama al pecador,
a las ovejas en peligro y enfermas,
como Médico que cura, comprende y perdona,
son profetas y profetisas
que anuncian un mundo mejor,
una Iglesia más coherente ,
con Jesús, sus apóstoles y evangelios,
que irradie desde la jerarquía
Testimonio y ejemplo transparente
que atraiga tras de sí
tantas almas solitarias y en penas,
y por Misericordia se acerque a sus ovejas
conozca sus nombres, dolores y ensueños..

Hombres y mujeres
que dan vigor a la Iglesia
y han sido constantes en la historia
así no se les llame profetas,
pero seres humanos llenos de Amor
que dan vida y vigor,
leyendo muy bien sus tiempos,
a su Sociedad e Iglesia.

Estos seres humanos que se entregan
a amar a Dios y sus hermanos,
del todo y sin reservas,
son por su gente atacados,
a menudo y con frecuencia,
ya en el Templo o en la sinagoga,
en la plaza y en la Iglesia,
y mueren siempre olvidados
marginados o aún asesinados
porque son... profetas!

Escribo con alma

Ricardo Riveros, 1983

No escribo con tinta, gramática
y letra sin alma.
Escribo con lápiz gastado,
el alma alegre o dolida,
mas siempre con alma.

Escribo, amigo,
narrando muy libre
lo que a mí me ha hecho
penar ó reír
y aquello que siento y que vivo.

No quiero escribír
con metro ó estilo,
ni aspiro siquiera
un día surgír
en ciencia cualquiera.
Tampoco pretendo
hacer poesía,
para competír
como escritor
que habla de amor
dolor y alegría
en giros sublimes
con velos de abstracto.

No soy el águila altiva
que vuela elevada
y sólo es vista
en cumbres muy altas
o sobre las nubes
por los elegidos.

Admiro el canto del ruiseñor,
su tamaño pequeño y humilde.

Pero, tan an sólo me siento
un pardo gorrión
de trino sencillo
que al hombre se acerca
con múy débil voz
entre el tráfico inmenso
de la gran ciudad
y canta también
en el bosque y la aldea.

Lector:
No soy el hombre erudito
ni el intelectual,
tampoco poeta.
Yo sólo aspiro
a ser romancero,
compartír lo que engendro
al callar la razón,
soltar el amor
y dejar que hable el alma...

 

Volver al Indice