“Nuestro mal ejemplo es la barrera a la evangelización”
Ser hombres y mujeres de fe, y empezar por intentar ser santos son las condiciones necesarias para convertirse en instrumentos de evangelización en el mundo de hoy.
Así lo subrayó el presidente del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales, monseñor John Patrick Foley, ante los participantes de la 5ª edición del congreso «Nueva Evangelización de América», que desde su creación busca coordinar los esfuerzos de los católicos del continente involucrados en la nueva evangelización a través de los medios.
Durante el encuentro, celebrado en Dallas (Texas) el pasado 31 de enero y 1 de febrero, monseñor Foley habló de la actual situación de la Iglesia en Estados Unidos y recordó: «El Santo Padre dijo en una ocasión que las noticias de investigación deberían buscar no sólo a los pecadores ocultos, sino también a los santos ocultos, y es que la gente necesita modelos positivos».
Sin embargo, el arzobispo puso de manifiesto que la gran barrera a la evangelización en Estados Unidos no es un inadecuado uso de los medios de comunicación. «La gran barrera a la evangelización hoy es el mal ejemplo».
«Nuestra estrategia de evangelización --invitó-- debe basarse en la santidad, en nuestra entusiasta respuesta a la llamada universal de Cristo a la santidad».
Monseñor Foley constató que, de los 65 millones de personas en Estados Unidos que se dicen católicos, sólo un tercio practica su fe. «Es por ello que si queremos evangelizar al mundo, cada uno de nosotros debe empezar por intentar ser santo», propuso.
Al referirse al difícil período que atraviesa la Iglesia católica de Estados Unidos, recalcó igualmente que para ser instrumentos de una Nueva Evangelización de América «debemos ser hombres y mujeres de fe».
«Creemos en Dios –y vivimos en una nación cuyo lema es “Confiamos en Dios” (In God, we trust)--. Creemos en Jesucristo, y vivimos en una nación en la que muchos otros cristianos comparten nuestra fe en la divinidad y en el poder redentor de Jesucristo», constató en la homilía que pronunció el sábado pasado.
«Creemos que la Iglesia fundada por Cristo es divina en su origen, pero humana en sus miembros –subrayó--. Creemos que Jesús dio a Pedro y a los apóstoles, imperfectos, la responsabilidad de predicar, enseñar y bautizar en Su Nombre (..) y que el Papa tiene la autoridad de enseñar en nombre de Jesús y la responsabilidad de confirmar a sus hermanos obispos en la fe».
Y añadió: «Creemos que, como cristianos, también tenemos la tarea no sólo de vivir nuestra fe, sino de compartirla. ¿Qué regalo más precioso podemos dar a los otros más que nuestra fe en Dios, en Nuestro Señor Jesús y en su Iglesia?»
El congreso «Nueva Evangelización de América» empezó con una Eucaristía presidida por el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, arzobispo de Santo Domingo y Primado de América. Concelebraron 35 arzobispos y obispos de la Santa Sede, Estados Unidos, Canadá y América Latina.
El purpurado invitó a los comunicadores católicos del continente a comprometerse en el esfuerzo por la nueva evangelización a través de las nuevas tecnologías, «con la misma creatividad con que San Juan Bosco impulsó la educación en su tiempo».
La conferencia inaugural estuvo a cargo del padre Tom Forrest, conocido predicador redentorista, quien resumió que la tarea del comunicador católico es ante todo «creer en Jesucristo, seguirlo sin timidez ni tonterías y luego anunciarlo a quienes no le conocen».
ZENIT.org
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