Sugerencias de Redacción y Estilo
en escritos de género científico
- El
objetivo de su escrito es primariamente transmitir ideas. La cualidad
propia de una idea bien expuesta es la claridad. Ante todo, sea claro, de
modo que en todo momento pueda saberse qué está diciendo y cómo se
inscribe lo que está diciendo en el conjunto de su discurso.
- Circunscriba
expresamente su ámbito de análisis, porque Usted no va a hablar sobre todo
de todo, y circunscriba también sus conclusiones, porque su palabra no es
la última sobre su tema.
- Prefiera
el uso de las palabras en su sentido propio, es decir, el que viene
testificado por el uso más común y suele ser registrado por los
diccionarios.
- Modere
consistentemente el uso de los adjetivos calificativos. La calificación
debe surgir del pensamiento expuesto, y no ser adelantada por Usted.
- Hasta
donde esté a su alcance, evite las ambigüedades, las alusiones
indeterminadas, las generalizaciones indemostrables y las sospechas o
ponderaciones vagas.
- Procure
decir cada cosa una sola vez, precisamente en el momento en que hay que
decirla. No es buena idea decir que se va a decir, enfatizar que se está
diciendo, ni recordar que ya se dijo.
- Las
ideas tienen una historia que puede seguirse en autores y textos. Es
responsable y justo que ese recorrido quede apropiadamente testificado en
su escrito. Sin embargo, sólo Usted es responsable de su propio
pensamiento, y por ello su escrito debe sostenerse con sus propios
argumentos.
- Evite,
en lo posible, los lugares comunes y las referencias demasiado abstractas
o imposibles de comprobar, siendo quizá discutibles, como por ejemplo:
"el ambiente cultural de aquel tiempo..." , "las grandes
corrientes coincidían en que...", "la opinión más común es (o era)...",
y otros similares.
- Nunca
o sólo difícilmente encontrarán espacio apropiado las alusiones
personales, sean en sentido positivo o negativo. Esto vale no sólo para
aquello que se dice expresamente, sino también para los planteamientos que
parecen servir de defensa o de ataque a un interés particular ajeno al
curso mismo del pensamiento.
- Concluida
la redacción, debe ser posible condensar su escrito en una, o unas muy
pocas frases.
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