La lucha por preservar programas antiguos 

 

Por Daniel Terdiman

 

12:31 PM Oct. 14, 2003 PT

 

Brewster Kahle quiere que el mundo sepa que el software viejo constituye una parte importante de nuestra historia cultural y que -al igual que los libros, las películas y otros materiales generados por los medios de comunicación-debería preservarse.

 

El problema es que la mayoría de los programas se almacenan en medios que se están degradando con rapidez. En no mucho tiempo, la información de los discos originales WordStar o Lotus 1-2-3 será casi tan útil como un pedazo de cartón.

 

Por ese motivo, Kahle y su organización sin fines de lucro Internet Archive (Archivo Internet) presentaron un recurso ante la Oficina de Propiedad Intelectual estadounidense en referencia a la Digital Millennium Copyright Act (DMCA, Ley de Propiedad Intelectual para el Milenio Digital), que controla la evasión de las medidas antipiratería. La organización de Kahle busca ser exonerada de las disposiciones de la DMCA que prohíben el archivo de títulos de software. Si la Oficina de Propiedad Intelectual deniega la solicitud, Kahle teme que se pierdan para siempre millones de programas.

 

"Aunque una pintura rupestre sobreviva millones de años sin ninguna intervención por parte de los archivistas, con las obras digitales no sucede lo mismo", escribieron Kahle y varios otros colaboradores en la solicitud de exención (PDF) presentada ante la Oficina de Propiedad Intelectual. "De este modo, el registro digital se ve amenazado por la acción del tiempo si no se toma una medida activa para resguardarlo. El sólo hecho de no transferir y traducir las obras como es debido con el tiempo terminará significando la destrucción definitiva de esas obras".

 

Se espera que la Oficina de Propiedad Intelectual se expida acerca de la solicitud presentada por el Internet Archive el 28 de octubre. La decisión tendrá un impacto rotundo en términos de qué tipo de software estará al alcance de los historiadores y estudiantes algún día.

 

"Mi impresión general acerca de la solicitud del Internet Archive es que se trata de algo muy positivo", declaró Jennifer Urban, profesora visitante de la Facultad de Derecho de la Universidad de California en Berkeley. "La verdad espero que la Oficina de Propiedad Intelectual otorgue el permiso, porque será de gran ayuda para permitir que los archivos puedan preservar parte de ese material."

 

Sin embargo, el proyecto del Internet Archive -de crear copias permanentes de todo el software que sea posible- está atestado de problemas técnicos y legales.

 

"Tengo la impresión de que todo este tema ahonda en un campo un tanto desconocido", expresó Simon Carless, miembro del equipo del Internet Archive. "No creo que la gente estuviera realmente acostumbrada a la idea de que las instituciones pueden querer archivar software... Es un tema difícil para la Oficina de Propiedad Intelectual. Supongo que lo que les preocupa es que, si fallan a favor de este caso, la medida se generalice y se la utilice, por ejemplo, para cometer actos de piratería."

 

Hasta que la Oficina de Propiedad Intelectual se expida, los integrantes del Internet Archive se muestran reacios a comenzar a archivar títulos en su poder, como una copia original de SimCity, por miedo a ser arrestados.

 

Uno de los problemas que dificultan la situación es que la DMCA (PDF) autoriza exenciones sólo en casos relacionados con el control de acceso; es decir, las limitaciones técnicas que rigen el acceso al software, como los discos de CD-ROM que deben colocarse en el reproductor de CDs, o los dispositivos de seguridad (dongles) que deben estar en su lugar antes de que corra el software.

 

No obstante, la DMCA no dispone ninguna exención en casos en que el software se creó con controles contra copiado, como el encriptado.

 

Aunque la Oficina de Propiedad Intelectual otorgue el permiso solicitado por el Internet Archive, en las circunstancias actuales los archivistas sólo podrían realizar copias de seguridad de programas que no incluyan protecciones contra copiado.

 

Según Urban, para poder archivar títulos protegidos contra copiado sin el consentimiento de los titulares de los derechos, los archivistas tendrían que solicitarle al Congreso que se modifique la DMCA.

 

Sin embargo, a menudo sucede que encontrar a los titulares de los derechos es casi imposible. Uno de esos casos es el de Lunatic Fringe, un juego muy famoso escrito hace años por Ben Haller, que muchos querrían ver relanzado para el sistema operativo Mac OS X.

 

"Escribí Lunatic Fringe mediante un contrato firmado con Berkeley Systems", explicó Haller, ahora el hombre clave de Stick Software. "Berkeley Systems liquidó el negocio unos años más tarde y la compró Sierra Online. No estoy seguro si siguen funcionando o si la empresa se vendió. De modo que no me queda claro quién tiene la propiedad actual del juego... Yo no puedo relanzarlo."

 

Entre tanto, para Urban, el Internet Archive se encuentra perfectamente dentro de las definiciones establecidas por la DMCA para los casos de exenciones. Dijo que en teoría está permitido archivar con el fin de realizar críticas, comentarios, comunicar noticias y hacer un uso básico legal.

 

"Sin duda, tener toda esa información disponible en el Internet Archive incrementará la disponibilidad de la información de modo que pueda utilizarse para todos esos fines beneficiosos para la sociedad", comentó.

 

Pero no hay garantías.

 

Kahle, por su parte, teme que la Oficina de Propiedad Intelectual rechace la solicitud de exención tan sólo por culpa de la inercia burocrática. Y, si se rechaza, al Internet Archive le quedan pocas opciones.

 

Una de ellas es dirigirse al Congreso. Otra consiste en presentar una solicitud de enmienda ante el un Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito , ubicado en San Francisco. El Tribunal de Apelaciones del Segundo Circuito ya emitió un dictamen en contra del uso similar de archivos en el caso del DeCSS, el dispositivo de copiado de DVDs.

 

"No existe ningún precedente que haga suponer que el Noveno Circuito debería tomar la misma medida, pero es posible que decida respetar la decisión adoptada por el Segundo Circuito", explicó Urban. "Y es difícil saber qué hará el Noveno Circuito en los casos relacionados con el derecho de propiedad intelectual."

 

Aunque se concediera la exención, sólo tendría validez por tres años. Una vez concluido ese período, probablemente el Internet Archive tendría que volver a atravesar todo el proceso.

 

Por el momento, declaró Carless, la organización se concentrará en la preservación de títulos que sabe que están en el dominio público. También comenzará a realizar copias de seguridad de títulos sobre los que no está seguro, pero que no están protegidos contra copiado. Esos no los pondrá a disposición del público, sino que los guardará hasta que su copyright expire.

 

El Internet Archive está ansioso por que se expida una sentencia a su favor. Está en tratativas con la Universidad de Stanford para que la institución done los más de 20.000 títulos que posee en su Colección Cabrinety. Pero sin un fallo favorable, gran parte de ese software podría quedar almacenado para siempre, deteriorándose ante los ojos de la gente que quiere resguardarlo pero que está imposibilitada para hacerlo.

 

"En cien años, es posible que las formas de expresión creativa, la tecnología que trasmite esa expresión y las leyes de propiedad intelectual que las regulan sean muy diferentes", escribió Kahle en la solicitud de exención del Internet Archive. "Muchos formatos digitales habrán caído de la fama al olvido y la inmensa mayoría del material digital almacenado actualmente será inutilizable. En consecuencia, muchas obras digitales creativas quizá sólo se preserven como manuales inanimados y discos imposibles de reproducir; nunca podrán volver a experimentarse."

 

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