Pregunta publicada en 20180118: |
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Fray Nelson, soy un joven que trata de vivir su fe y que a veces se siente confundido aunque no derribado. El otro día tuve una conversación con dos amigas. Y la verdad sentí que no tenía muchas respuestas aunque había otras cosas que sí podía decirles. El "disparo" que me apreció más difícil de responder fue lo que dijo una de ellas, más o menos hablando de memoria lo repito yo así: "¿Por qué la Iglesia siempre es diciendo que NO a todo? No a los gays, no al aborto, no a la eutanasia, no a la fecundación in vitro... ¿Cómo quieren llegar a nosotros los jóvenes con esa cantidad de negativismo?" Usted, ¿qué diría, fray? -- G.B.M. * * * Tal vez lo primero que hay que decir es que la mayor parte de la gente, y especialmente de la gente joven, depende de los grandes medios de comunicación para informarse. Eso significa que su opinión sobre la Iglesia no proviene de la liturgia ni de la predicación ni de las grandes y buenas obras sino de lo que salga en las noticias de la televisión, en las películas de Netflix o en las redes sociales. Y sucede que todas estas fuentes tienen elementos en común que hacen muy difícil lograr una visión equilibrada y completa sobre lo que es, enseña y hace la Iglesia. Un ejemplo. En esta ciudad hay un hogar de ancianos desamparados que es sostenido y dirigido desde hace muchos años por unas religiosas. Todos los días, absolutamente todos los días, están llenos de obras de caridad hacia esas personas mayores. Muestras de ternura, paciencia, cuidado y generosidad suceden todos los días, por parte de esas religiosas y de sus colaboradores. Cada una de esas obras buenas es un SÍ gigantesco. es un SÍ a la vida, a la compasión, al amor en su más pura expresión. ¿Se puede esperar que algo así salga, siquiera con una mínima frecuencia en las redes sociales? No saldrá. En cambio, un escándalo de un sacerdote da material para muchas semanas de fotos, reportajes, protestas y por supuesto... #hashtags. Pero el corazón de la respuesta a tu pregunta es todavía más profundo. Detrás de lo que parece un NO muchas veces lo que hay es un inmenso SÍ. Se nota bien en el caso del aborto. Lo que parece un NO a la mujer que está siendo presionada para que aborte, o que quiere por sí misma abortar, es un SÍ gigantesco a la vida del que va a nacer. Por el contrario darle un SÍ fácil a la que va a abortar es pronunciar un NO que es sentencia de muerte para el bebé. De modo que esos NOes en los que se obstina nuestra Iglesia no deben avergonzarnos. Es nuestra tarea ver cuántos SÍes están detrás de cada uno de esos NO. Decirle NO al sexo irresponsable y adúltero es decirle SÍ a la estabilidad y felicidad de la familia. Decirle NO a la eutanasia es decirle SÍ a la generosidad que debemos tener como sociedad y decirle SÍ al sentido y propósito que todo ha de tener en nuestra vida humana. Y así sucesivamente. |
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-Fr. Nelson Medina, OP
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