Varios amigos míos, y sobre todo amigos del P. Pachito, me han preguntado sobre su salud. Él ha sido y es un sacerdote generoso, entregado a las almas, que ha tocado y transformado muchas vidas. En mi propia historia vocacional, ya desde la infancia, he recibido muchos bienes de este que hoy es hermano de comunidad, en la Orden Dominicana.
La única novedad, a 14 de Enero de 2014, para que todos estemos más tranquilos, es que resulta necesaria una pequeña intervención para cambiar la pila del marcapasos que él usa hace años. Este hecho del marcapasos ha producido algo de debilidad y cambios en la presión sanguínea, con ligero trastorno. No es entonces una operación demasiado grave ni hay motivo para alarmarse.
Con su edad madura, de ochenta años bien cumplidos, este querido sacerdote sigue adelante con su servicio pastoral, y esperamos en la misericordia de Dios que así sea por el tiempo que Dios disponga.
Todos nos encomendamos a sus oraciones. |