Pregunta publicada en 20111215: |
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Respetado padre: Hace unos meses tengo la inquietud acerca de la posicion de la Iglesia frente a la ley 30 que habla de educacion. ¿Cual es la posicion de la iglesia con la formacion de los menos favorecidos cuando por ejemplo los padres diocesanos cerraron el colegio de Nustra Señora del Roario para comprar una clinica queles resultaqba mas rentable, le suiguen los Agustinos recoletos trasladando sus estudiantes al salitre obviamente aumentando el valor de sus pensiones y continuan los jesuitas con la misma posicion de traladar los estudientes del col Mayor de San Bartolome a no se donde pero prima entonces la rentabilidad sobre el servicio? Gentilmente, JCAR. * * * Información básica sobre la Ley 30 de Reforma a la Educación aquí. Es una pregunta muy buena y muy oportuna. No estoy autorizado para hablar a nombre de toda la Iglesia pero lo que sí puedo decirte es que la situación para muchas comunidades es desesperada. El gobierno tiene muchas maneras de presionar a la educación privada, sea de religiosos o no. Por ejemplo, los impuestos. Del año 2010 al año 2011 nuestro impuesto predial fue aumentado en más de un 100%. Nos negamos a pagar y pusimos una querella. No han respondido, o mejor dicho, la última respuesta fue que primero había que pagar una suma de cientos de millones, y luego sí admitían la queja. Otro ejemplo: el desbalance entre los gastos fijos y los ingresos inciertos. POR LEY, los colegios privados (eso incluye a los de la Iglesia) deben pagar absolutamente todo lo relacionado con nómina, primas, pensión, salud, vacaciones, etc., y todo hay que pagarlo en la fecha exacta. Eso es justo, nadie lo niega. Pero POR LEY los colegios no pueden impedir que un niño estudie sin pagar, de modo que en TODOS los colegios privados hay unos problemas gravísimos de cartera morosa. En algunos sitios los padres de familia son conscientes de las cosas pero en otros sencillamente se aprovechan del sistema, empujando los colegios hacia la ruina. Otro punto: los recursos pedagógicos. Los colegios, POR LEY, no pueden exigir gastos adicionales a matrículas, pensiones y semejantes. Pero en una visita de acerditación institucional la calidad de los laboratorios y demás recursos educativos es clave. Es evidente que se espera que los dueños de los colegios, sean o no de la Iglesia, deben ser muy persuasivos o muy magos para conseguir inversiones sustanciosas que sean voluntarias. Eso no siempre se logra, y entonces la respuesta de muchos padres de familia es irse a colegios "mejor dotados." Y hablando de dotación, hay otro problema: los colegios del gobierno cuentan, en principio, con un presupuesto enorme, que les permite implementar una planta física de ensueño. Los docentes tienen allí una estabilidad laboral y unos privilegios que no pueden soñar los docentes de colegios privados. Suena cruel decirlo pero, si no fuera por algunos problemas serios de violencia y similares que se presentan en los colegios públicos casi no habría razón para ir a un colegio privado. En resumen: los múltiples obstáculos que enfrenta la educación privada en un país como Colombia hacen que haya que hablar de supervivencia, y sin que esto justifique todas las decisiones que se toman, hace entendible que muchas instituciones deban decidir si desean desaparecer o tratar de reinventarse de otro modo. Mucho puede lograrse, sin embargo, si los padres de familia y los directivos forman un frente común para responder a las exigencias del ministerio de educación y sobre todo, a la búsqueda de un futuro mejor para los estudiantes. |
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-Fr. Nelson Medina, OP
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