Respuestas a tus Preguntas

Fray Nelson, buenas tardes, necesito por favor una explicación sobre la inquietud que me nació a raíz de la exhumación de los restos de mi Mamá; después de 10 años de enterrada en tierra.

La verdad, a pesar de ser yo una persona más o menos entendida y lógica en algunas cosas, me quedo algo que podría llamarse preocupación acerca del futuro después de la muerte.

Estuve sola en el momento de sacar los restos y pasarlos a un osario, y talvez el no poder comentar con alguien la realidad, me afecto un poco, puesto que difícilmente pudieron rescatarse partecitas de huesos, (yo esperaba más) que por el lugar de donde se recogían establecí a que parte del cuerpo correspondían. Debido a esto viene mi desazón, de si es que de quienes no quedaron cuerpos completos (como el caso de los Santos, obvio mi Madre de pronto no lo era), ¿será, que no resucitarán a la vida el día del juicio?

Gracias Fray Nelson por su tiempo para guiarnos.

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La resurrección nuestra, aunque ciertamente tiene alguna conexión con los restos corporales, a veces tan exiguos, hay que mirarla prácticamente como una nueva creación. El mismo poder que le permite a Dios crear a partir de la nada, le permite "crear" a partir de restos que pueden ser mínimos.

San Pablo, en el capítulo 15 de su Primera Carta a los Corintios, hace una comparación: así como hay una enorme distancia entre la semilla y el árbol, de modo que viendo la semilla no puedo imaginar el árbol, así también hay una distancia, aún mayor, entre el cuerpo corruptible y el cuerpo resucitado. En el caso de la semilla, es la fuerza de la vida natural la que entra en juego; en nuestro caso, es la vida ilímite de Dios mismo.