Respuestas a tus Preguntas

Me surgió una inquietud, que escuché una frase que decía que: al fin y al cabo "el Vaticano no era la Iglesia, sino un Estado como los demás..."; entonces, según el pensamiento de San Pablo o de Santo Tomás en su visión y definición de la Iglesia, ¿qué vendría siendo el Vaticano...? Gracias por la aclaración!

* * *

La historia del Estado Vaticano es compleja, y llena de circunstancias impredecibles, de modo que no resulta fácil definir siquiera a qué se esté refiriendo uno, porque el modo de "poder temporal" del Sucesor de Pedro ha cambiado a lo largo de los siglos. Podemos decir, a muy grandes rasgos, que se han dado varias etapas:

1. El Obispo de Roma, ausente de la vida pública. Esta etapa coincide en buena parte con la permanencia del Imperio Romano de Occidente.

2. El Papa, cabeza de la civilización occidental. Con la caída de Roma, en el 476, el Papa viene a quedar como única autoridad visible reconocida por amplios sectores de la población. Un León Magno (390 - 461) o un Gregorio Magno (540 - 604) necesariamente deben preocuparse por el bien de la Urbe Romana, y ya no sólo por la dimensión espiritual del rebaño. En ciertos momentos de una historia que cubre muchos siglos, el Papa se convierte en persona de poder paralelo y semejante al emperador.

3. Los Estados Pontificios. Desde mediados del siglo VIII surge de hecho una realidad política: un conjunto de tierras centroitalianas que se declaran bajo mando inmediato del Papa. Esta realidad germinal se va consolidando como una estrategia práctica para garantizar la independencia del Papa, en el sentido de no depender de la benevolencia o protección de un reino particular. Después de la situación aberrante del siglo XIV con los "Papas de Avignon," época en la que varios pontífices viven medio acogidos y medio secuestrados por una corte esencialmente francesa, los Estados Pontificios se convierten en la única opción práctica para proteger un suficiente grado de autonomía y sostenibilidad del Papa. En el siglo XVI vemos a un Papa guerrero, Julio II, que considera justo y necesario defender su ministerio defendiendo sus territorios.

4. El Estado Vaticano. Con la unificación de Italia como nación se presenta una nueva situación que desemboca en el desmembramiento de los antiguos Estados Pontificios. Es la época de Pío IX, quien ve su poder civil reducido a poco más que la ciudad misma de Roma. Está situación de facto alcanzó un estatuto jurídico más claro con el Pacto de Letrán, celebrado el 11 de febrero de 1929 entre Pío XI y Benito Mussolini. Según este Pacto, la Iglesia Católica reconoce a la nación italiana como civilmente independiente, y recíprocamente Italia reconoce a un Estado, el Vaticano, como territorio independiente de su jurisdicción, aunque en cierto sentido protegido por un régimen especial.

Lo que puede verse a lo largo de esa historia es un camino de discernimiento sobre cómo puede o debe practicar la cabeza visible de la Iglesia su encargo de "confirmar en la fe a los hermanos" dado que ello implica suficiente autonomía y sostenibilidad, a la vez que protección de agresiones y presiones externas. En ese sentido, cada solución histórica ha querido a su manera garantizar ese mandato que el señor dio a Pedro y por ello la existencia del Estado Vaticano no puede reducirse a una contingencia histórica o a una definición estrecha del término "estado." En su intención más original, el Vaticano no es un estado más sino un instrumento al servicio de una misión esencialmente apostólica y pastoral.