Respuestas a tus Preguntas

Fr. Nelson, con el pecado original perdimos la semejanza con Dios ¿Como la recueramos, como sería volver al estado de justicia original o será que pasamos a otro estado diferente; Jesús nos dió todo con su vida y muerte, la semejanza tambien? -Preguntado en formspring.me/fraynelson

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Como regla general hay que decir que Dios no devuelve la historia nunca. La redención no es un retorno al paraíso, sino un avance, a través de la cruz, hacia la gloria del cielo. Con el pecado perdimos el paraíso pero con la redención ganamos el cielo.

Los dones propios del paraíso suelen ser llamados “preternaturales” en la teología católica. “Preter,” raíz tomada del latín, significa “al margen,” o incluso, “paralelo,” de modo que los dones preternaturales eran aquellos que enriquecían nuestra naturaleza aunque no fueran propios de ella. Es el caso de la inocencia original o de la libertad de concupiscencia, dones que hacían que el pecado no tuviera el atractivo o seducción que en cambio sí tiene para nosotros.

En general, los dones preternaturales aluden a una vida más trascendente, en la cual mente y cuerpo obran en una profunda sintonía, como libres de división o conflicto interno. Se trata de algo maravilloso pero que no va más allá de una vida buena, grata, fecunda sobre esta tierra. Es lo propio del paraíso.

El cielo, en cambio, es superación de la condición terrestre. “He aquí que hago nuevas todas las cosas” : tal es el lenguaje que conduce al cielo, en el cual no esperamos una vida mejorada sino una vida radicalmente nueva, por participación en la forma de vida de Cristo Resucitado.