Respuestas a tus Preguntas

A una amiga joven que se llama Andrea Solis Raigosa, le he hablado del Niño Jesus y sus promesas... Ella no logra comprender como un Dios puede ser niño, me gustaria que le enviaras en lo posible una nota explicandole ... si es posible. Saludos. -ERWIN.

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Solemos pensar en las etapas de la vida como cosas que uno va dejando atrás, algo así como un viaje en el que uno se aleja cada vez más del punto de partida. Si así es la vida, lo natural es que uno piense que uno ya no es niño porque ya se volvio adulto. Entonces parece que no tiene sentido pedirle a Jesús "Niño" porque ya no es niño.

Pero hay otros modos de ver la vida. Pensemos en un edificio. Los cimientos podrían corresponder con los las experiencias y los valores que uno vive en la infancia; luego vendrían los primeros pisos que son los de la adolescencia y juventud, y más tarde llegan los pisos de la edad adulta, los cuales, por supuesto, requieren de todo lo anterior. Lo que uno es depende de lo que uno ha sido.

Uno ve que las personas conservamos mucho más de lo que parece lo que ha sido nuestra infancia. Si eso nos pasa a nosotros, ¿por qué no podría sucederle a Jesús, que es "verdadero hombre," como lo enseña nuestra santa fe católica?

Cuando pensamos en la infancia de Jesús no estamos pensando en algo que él dejó atrás, sino en algo que estuvo siempre en él, algo que se podía ver en sus ojos y en la pureza que siempre tuvo su corazón.

Por eso tienen tanta belleza y tanta fuerza la Navidad, por ejemplo. Bien sabemos que Jesús ya no está en el pesebre, pero el amor del pesebre nunca se fue, y el amor de su infancia siempre está ahí, para bien nuestro.