Pregunta publicada en 20080612: |
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"El espíritu que Dios nos infundió está inclinado al mal." (Santiago 4,5). Creo que este pasaje amerita un comentario aclaratorio, porque de entrada, pareciera decir que Dios nos lo dio ya así. Dios nos lo dio limpio y puro, el hombre lo corrompió después por su pecado, quedando, desde ahí, inclinado al mal (concupiscencia). ¿Es esto lo que el apóstol quiere decir? ¡Bendiciones! - José S. Baños Tu interpretación no puede ser más correcta, José S., y este es uno de los casos en que la gramática nos puede jugar una mala pasada. Una traducción más cuidadosa evitaría la ambigüedad. No es difícil crear frases semejantes, que hacen ver en donde parte el equívoco. Si yo digo: "El auto que me regalaste está en el taller," el sentido común dicta que tú no me lo regalaste "en el taller" sino que ese mismo auto, que un día tú me regalaste, está en el taller. La breve cláusula "que tú me regalaste" sirve aquí para identificar de qué auto estamos hablando, no de las condiciones del regalo. Si uno quisiera ser completamente claro debería decir algo como: "El auto que me regalaste está ahora en el taller." Lo mismo sucede en la frase que mencionas. Una traducción menos ambigua debería decir algo como: ""El espíritu que Dios nos infundió, ahora está inclinado al mal." De todos modos, se trata de una frase que es difícil ya en su texto griego, como uno nota viendo diversas traducciones. Para lo presente, en todo caso, la interpretación que tú has dado la juzgo certera. |
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-Fr. Nelson Medina, OP
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