Pregunta publicada en 20071122: |
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Muy apreciado Fray Nelson: Reciba primeramente un saludo especial. Quisiera me orientara en relacion a la siguiente pregunta: ¿Por qué la MISERICORDIA DE DIOS no alcanza al Infierno? Yo desearìa obtener la fundamentacion de esta respuesta a fin de clarificar esta doctrina sobre la realidad de la eternidad de las almas que caen allí por los pecados mortales no perdonados que tienen al momento de morir y que despues del juicio particular se determina su suerte de ir al infierno. Muchas gracias por su amabilidad de atender esta inquietud. Reciba un cordial saludo y que EL SEÑOR LO BENDIGA. Aníbal Palacio Hermano querido, la respuesta básica es que la misericordia divina no está ausente del infierno; lo que sucede es que el infierno mismo es el rechazo perpetuo de la misericordia. Lo que hace eterno al infierno no es un deseo insaciable de castigar o de vengarse, de parte de Dios, sino el anhelo tan infinito como absurdo de Satanás que quiere ser adorado por sí mismo y por todos. Si el arrepentimiento fuera posible, allí donde ya no existe la sucesión del tiempo, el infierno podría quedar vacío. Pero no interesa a los demonios arrepentirse porque eso sería admitir que estaban equivocados y que por tanto no son dignos de crédito ni de adoración. La perpetua fijación en la idea de que "no puede haber nadie en el centro de mi vida sino solo yo" es no sólo absurda sino que conduce a un infierno que no acaba, no porque Dios deje de enviar sus rayos de amor a esas creaturas sino porque ellas rechazan siempre esos rayos, ya que recibir al luz de Dios sería admitir su mentira y su error. Lo que decimos de los demonios hay que aplicarlo a aquellos que imitan su comportamiento endiosándose, resistiendo a la Ley de Dios y distanciándose de su oferta de conversión a través del arrepentimiento Si alguien sigue ese camino de obstinación hará también su alma desdichada eternamente porque, una vez pasada la muerte, ya no hay sucesión de actos temporales y por lo tanto lo que seamos al momento de morir sustancialmente eso seremos para siempre. Y sin embargo, no es que no pueda encontrarse algo de la misericordia de Dios incluso entre los condenados. El mismo Dios decía a Santa Catalina de Siena que, siendo tan terrible la condición de ellos, hasta un punto que no hay palabra que pueda describirla, es infinitamente menor de lo que sería si Dios no fuera un Dios de compasión. Porque incluso en aquellos que han escogido el camino de Luzbel Dios no cambia porque ellos cambien, y esto significa que su justicia va siempre temperada al máximo por la dulzura de su amor. Ya otra cosa es que ese amor sea rechazado, pero como la fuerza del rechazo es la de una creatura y el que da ese amor es el Creador, la condición del infierno no es sombra de lo que podría ser, si no hubiera en nuestro Dios tanto amor como hay de poder y de sabiduría. |
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-Fr. Nelson Medina, OP
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