Respuestas a tus Preguntas

El motivo de este correo es para hacerle una pregunta: en el evangelio de san Juan en el capitulo 5 cuando Jesus cura al paralitico de la piscina me llama la atencion el que Jesus le diga al paralitico que levante su camilla; tiene algun significado este hecho de levantar la camilla, o la camilla en si misma tiene algun tipo de ensenianza. ¿Y el agua de la piscina tiene alguna similitud con el agua del bautismo? ¿Para la purificación de los pecados? Bueno, Fray, es todo por el momento Me dio gusto poder saludarlo un cordial abrazo y saludo nos vemos. - Victor Manuel Morales Olivas.

Hay varias interpretaciones posibles pero la que me parece más razonable es la que sigue.. Mientras que los fariseos miran el sábado como un día de inactividad simplemente, para Jesús ese es el día para celebrar con gozo el poder de Dios; es día para hacer fiesta para Dios y por lo tanto el día por excelencia para mostrar su gloria, sobre todo, su fuerza que libera y redime. La camilla levantada y llevada es una señal patente de que Dios ha actuado y que en Él y sólo en Él podemos poner toda nuestra confianza.

Esa camilla tenía que ser también un signo patente de cómo Dios le da la vuelta a las cosas: ya no es la camilla quien carga al paralítico sino el paralítico a la camilla. Eso cada uno lo puede aplicar a sus propias cosas: cuando entramos a depender de las cosas creadas, esas son nuestras "camillas." Hay gente que vive amarrada a su dinero, o a un vicio, o una mala compañía, pero ha llegado a creer que sin eso que lo amarra no puedo sobrevivir porque eso es lo que lo sostiene o carga en la vida. Cristo está mostrando que tú puedes caminar por tus medios: Que no es tu dinero el que tiene que llevarte sino tú a él. No es el prestigio el que te da un piso sino tú quien da un fundamento a la buena opinión que se tenga de ti, y así sucesivamente.

Sin duda, el agua del bautismo ha sido visto en figura en el agua de esa piscina. Pero la analogía no es perfecta, porque en realidad el paralítico no toca esa agua. De hecho, el milagro lo hace Jesús como una especie de superación de un estado de cosas muy enojoso: ¡el paralítico tenía que estar sano para ser sanado! El paralítico tenía que llegar pronto al agua para que sucediera el milagro, y resulta que ¿cómo iba a llegar "pronto" si era paralítico...?

De todos modos, el agua de la piscina sí muestra algo, y es que necesitamos ser "tocados." San León Magno decía que lo que era visible en Cristo pasó a los sacramentos. Estos son la manera que ahora usa Cristo para tocar nuestra realidad corporal, de modo que su carne santifica la nuestra y su vida transforma la nuestra.