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Respuestas a tus Preguntas

Pregunta publicada en 20070807:
DIOS ¿ENERGIA O PERSONA?

Padre, recibe un cordial saludo. Además te cuento que al terminar mi materia de física cuántica me encontré con una profesora que le llama la atención la cuántica en el cuidado de enfermería, y tocamos el tema más agradable, en espíritu abierto y de fraternidad: ¿cómo es Dios? En fin, para no alargarme, ella me preguntó cómo desde la física cuántica intrerpretar a Dios como energía, y no como una persona que es Padre que ama. Gracias por leer este mensaje y que Dios Padre te siga bendiciendo y el Espíritu Santo fortaleciendo y protegiendo con los ángeles custodios de las tentaciones que en tu caminar se aparecen. Seguimos confiados en oración fraterna por nuestras necesidades. Cuídate. -Daniel Rincón.

La palabra "energía" tiene un valor casi sagrado en la física contemporánea, en la medida en que parece unificar conceptos y teorías muy amplios. El hecho mismo de que Einstein hubiera podido establecer una equivalencia entre la masa y la energía con su famosa ecuación E = mc2 hace de la energía una candidata perfecta para describir todo lo que sabemos del universo.

Desde el punto de vista bíblico, sin embargo, no hay posibilidad alguna de describir a Dios como una energía o como la energía del universo. La razón es muy sencilla: en la Escritura Dios aparece como creador de todo cuanto existe, y el verbo "crear," que es muy fuerte, implica una distinción neta entre aquel que crea y lo creado. Dios, nuestro Dios, no es una parte del universo, ni siquiera si pensamos que esa parte es muy abstracta o profunda o generalizada. Dios, nuestro Dios, no debe su existencia al universo ni depende de la suerte o los cambios del universo. En resumen: aunque la palabra energía pueda describir un poco del actuar divino es notoriamente incapaz de hablar del ser de Dios. Lo que Dios es lo descubrimos por su acción redentroa y soberana en favor de Israel, y especialmente por el rostro de Cristo, en quien habita corporalmente la plenitud de la divinidad, según enseña bien san Pablo en la Carta a los Colosenses.


Reproducción permitida, citando la fuente.
-Fr. Nelson Medina, OP

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