Respuestas a tus Preguntas

Querido fray Nelson, soy una persona mayor y no entiendo mucho el manejo de estos aparatos. De todas maneras leo todos los dias sus mensaje y me gustan muchisimo. Ahora va lo que deseo: mi pregunta es, si Adán y Eva eran los unicos pobladores en aquel tiempo, ¿con quién se casaron los hijos de ellos? ¿O Adán y Eva eran una figura que representaba a los hombres y mujeres? Gracias por la atencion que preste a mi pedido. Soy Norma Caffaratti de Partida, de la ciudad de Santa Fe, Republica Argentina.

Investigaciones genéticas recientes, en particular sobre el llamado ADN mitocondrial, que proviene sólo de la madre y no de ambos padres, parecen confirmar lo que aparece en un lenguaje simbólico en el relato bíblico, es decir, que toda la raza humana proviene de una sola mujer, a la que se le puede llamar "Eva." Este descubrimiento científico ha venido a quitarle peso a la teoría llamada "poligenista" que suponía que la especie humana podría haber evolucionado más o menos contemporáneamente desde ancestros homínidos (parientes simiescos nuestros) en diversas partes del mundo.

Estos resultados hacen que la pregunta sobre cómo se reprodujeron los primeros seres humanos sea mucho más que una curiosidad bíblica. Desde antiguo los estudiosos de la Sagrada Escritura vieron que sólo se podía explicar la población humana de la tierra sobre la base de que hubo un tiempo en que se dieron matrimonios entre hermanos. Esto, repito, no surge solamente de versículos de la Biblia sino de la evidencia del origen de la raza humana en una cierta "Eva."

Viene la cuestión sobre el pecado de incesto. Pero este pecado no tiene una calificación absoluta. Un ejemplo tomado de otra área moral ayuda a entender. Es el caso del asesinato. En sí es un crimen, pero si hay "defensa propia," el hecho ya tiene una calificación distinta. No es lo mismo que se den relaciones entre hermanos en las condiciones actuales, en que tales relaciones no son necesarias, o que se den en un mundo que implicaba esa única posibilidad para la reproducción y para el encuentro de parejas. En tales circunstancias casi que el deber de reproducirse, según el mandato de Dios, prima incluso sobre el posible gusto o disgusto de hacer pareja así.