Respuestas a tus Preguntas

tengo unas preguntas que hacer.. son cosas que dan vueltas en la cabeza de uno pero que como que uno no se atreve a preguntar...

Cuando leemos la Biblia en general, o los relatos de los Evangelios, en particular, pronto descubrimos que nuestra mirada sobre los hechos es diferente de la que suelen tener los autores sagrados (comúnmente llamados hagiógrafos). Nosotros tenemos la idea de que la exactitud y la objetividad son prácticamente el único comienzo válido para todo testimonio.

Demos un ejemplo: ha sucedido un accidente de tráfico en una esquina concurrida. Lo que interesa a la policía es quién vio exactamente lo sucedido y por tanto puede contar las cosas como pasaron. Las preguntas fundamentales que pueden llevar a identificar a los responsables dependen de esa exactitud y objetividad en el relato. Por ejemplo: "¿Había un carro o dos carros estacionados?" "¿La luz había cambiado a verde o no?"

La objetividad es útil y es necesaria pero no resuelve todo el problema ni las necesidades de la comunicación humana. Por lo pronto, cuando quiero saber cómo se siente alguien debo preguntarle algo que no es objetivo sino esencialmente y por definición subjetivo. A la pregunta: "¿Cómo te sientes?", no espero que mi amigo me responda diciendo: "Bueno, mi pulso está sobre 90 pulsaciones por minuto, mi metabolismo basal se ha incrementado en un 12% desde la mañana y los circuitos del hipotálamo registran una actividad inferior al promedio." Lo que quiero es que me diga algo como: "Tengo un poco de ansiedad; la verdad no sé si mi papá de veras me quiere o sólo dice eso como para tranquilizarme y que yo no lo sienta lejano..."

La Biblia valora no sólo lo objetivo sino también lo subjetivo y lo inter-subjetivo. Con frecuencia la Biblia da mayor importancia al impacto o la interpretación de los hechos que al recuento plano, neutro y frío de los mismos hechos. Esto no significa que los hechos sean inventados sino que lo que más importa es su significado. Podríamos decir que la Biblia tiene una interpretación "sacramental" de la Historia humana.

En esto la Sagrada Escritura se parece a un niño que cuenta a la mamá el relato de un accidente, y dice que vinieron "como veinte ambulancias." El número no es lo más importante, y en realidad sólo sirve para que la mamá comprenda que el niño quedó fuertemente impactado por la cantidad de ambulancias. Algo así se cumple en la Biblia. Números como las tres horas o los tres días tienen resonancias muy profundas en el alma hebrea, pues con frecuencia este número alude a la resolución completa o definitiva de algo.

Respecto al tiempo que padeció Cristo en la Cruz parece más seguro decir que estuvo desde antes dle mediodía, o sea, más de las tres horas. Lucas 23,44 dice que "a la hora sexta" (el mediodía) descendieron las tinieblas sobre la tierra "hasta la hora nona" (las tres de la tarde), pero ese versículo va después de que se ha contado que el Señor fue crucificado.

Lo esencial está en lo que tú dices: es el amor. Es ese amor que redimió al mundo, el amor mismo que trajo la Pascua.